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Mostrando entradas de julio, 2025

EL PODER DE LA ORACIÓN (3ª)

Billy Graham EL BUEN MÉTODO DE ORACIÓN Ahora pasemos a mirar a la oración en sentido más objetivo, y preguntémonos: ¿Qué enseña la Biblia en cuanto a la técnica de la oración eficiente? 1.    Qué la oración pertenece a los hijos de Dios. Jesús enseñó: “Cuando oréis decid: “Padre nuestro”. Tengo cinco hijos en mi hogar para los cuales proveer lo necesario pensando en sus vidas. Ellos me piden libremente y yo respondo bien a sus peticione, ¡porque son mis hijos! Y por virtud de tal relación es que yo me siento en deuda con ellos. Dios no es responsable en verdad sino de sus hijos, y a menos de haber nosotros nacido “de arriba”, en su familia, no tenemos derecho a pedir su favor. En Juan 1:12 se nos declara “que por creer en Él venimos a ser sus hijos”. Algunos creyentes me han dicho: “yo no sé cómo orar, ni encuentro las palabras adecuadas; el mas pequeño de mis hijos, todavía no sabe hablar, pero sabe hacerse entender en lo que desea, tan bien como si ya fuese un adulto. ...

EL PODER DE LA ORACIÓN (2ª)

Billy Graham POSTURAS EN LA ORACIÓN No son sino secundarias en el culto en la iglesia, porque la Biblia dice: “Quiero pues, que los hombres oren en todo lugar, levantando manos limpias, sin ira ni contienda” (1Tm.2:8) Cuando vosotros oráis, vuestra postura física no es tan importante como la actitud de vuestro corazón. Algunos grupos o denominaciones insisten en que se debe orar de rodillas, o en que deben juntarse las manos de cierto modo. Todo esto es de importancia relativa, aunque orar de rodillas es un acto de humildad cuando se hace sinceramente. “Josué, postrándose sobre su rostro en tierra le adoró; y dijo: ¿Qué dice mi Señor a su siervo?” (Josué 5:14).   “Salomón se puso delante del altar de Jehová, en presencia de toda la congregación de Israel, y extiendo sus manos al cielo” (1Reyes 8:22 “Daniel hincándose de rodillas tres veces al día y oraba delante de Dios” (Daniel 6:10) Los discípulos, en Pentecostés, “estaban sentados” (Hechos 2:2) cuando el Espíritu Santo vino ...

EL PODER DE LA ORACIÓN (1ª)

Billy Graham INTRODUCCIÓN Cuando los discípulos de Jesús, aquellos hombres sobre cuyos hombros descansaba la responsabilidad de cristianizar al mundo, vinieron ante el Maestro con una petición suprema en su valor: “Señor, enséñanos a orar”. Y ¿Dónde suponéis que ellos habían aprendido la importancia suprema de la oración? De Jesús mismo y de su vida de oración: “Y levantándose muy de mañana, aún muy de noche, salió y se fue a un lugar desierto, y allí oraba”. Al Hijo de Dios la oración tenía más importancia que la congregación de grandes multitudes: “se juntaban muchas gentes a oír y ser sanadas de sus enfermedades; mas él se apartada a los desiertos y oraba” (Lc.5:14) Las horas de comunión con su celeste Padre significaban para nuestro Salvador más que el sueño, porque la Biblia nos dice: “Y aconteció en aquellos días, que fue al monte a orar, y pasó la noche orando a Dios” (Lc.6:13) Él oró en el velatorio, y los muertos resucitaban. Oró sobre cinco panecillos y dos peces, y una m...

SEÑALES, APOCALIPSIS 8:7 (3ª)

Samuel Pérez Millos La acción divina produce efectos devastadores en la tierra, al quemarse la tercera parte de los árboles a consecuencia de la intervención divina. ¿Qué tercera parte es la que se quema? No hay razón para considerar que se trata aquí de la tierra de Isael, sino de toda la tierra en general, es decir, la tierra habitada, el mundo entero. Aunque la profecía permite vincular los acontecimientos generales en razón de lo revelado, la acción judicial de Dios no es sobre un determinado lugar, sino todos los moradores de la tierra, a causa de su condición de rebeldía y pecaminosidad. Por tanto, debe entenderse que, aunque el juicio de Dios se manifiesta puntual o concretamente sobre los invasores de Israel, la acción general alcanza a toda la tierra habitada. Dios consume por fuego la tercera parte de los árboles de toda la tierra. El verbo que Juan utiliza para referirse a la acción del fuego, es muy enfático, que da a entender que se quemarán totalmente. Será una acci...

SEÑALES, APOCALIPSIS 8:7 (2ª)

Samuel Pérez Millos El panorama histórico de la segunda mitad de la última semana de Daniel presenta cuatro grupos político - militares en el mundo. Por un lado el llamado reino del Norte formado por una federación de naciones situadas al norte de Israel (Ezq.38:1-39:24); luego el reino del Sur, liderado por Egipto y sus aliados (Dn.11:40); los reinos del oriente, que son aquellos que estén establecidos más allá de la frontera del Éufrates; y el reino occidental, considerado por algunos como el imperio romano reconstruido, y que bíblicamente es el reino del Anticristo. El reino del Norte se menciona se menciona repetidamente en la profecía (Is.10:12; 30:31-33; Ezq.38:1-39:25; Dn.11:40; Jl.2:1-27. El pasaje clave es el de Ezequiel   (Ezq.38:2-6) A la luz de la Biblia, que es lo único que permite hacer afirmaciones interpretativamente hablando, el reino del Norte aparece en la profecía como enemigo de Israel, presentándolo como una federación de reinos de la que ninguno de ellos ...

CONVERSIÓN (3ª)

C. H. SPURGEON ¿CONVERSIÓN LEGAL O CONVERSIÓN EVANGÉLICA? Hay una gran distancia entre ambas. La primera es, sencillamente, miedo a la condenación. La segunda, temor a la causa que nos condena, es decir al pecado. Estos dos distintos sentimientos nos marcan o señalan qué se la verdad real. Cuando un hombre se arrepiente por el don de la gracia del Espíritu Santo, la cual obra en él, no se arrepiente del castigo que ha de seguir a su culpa, sino de la culpa que ha de motivarlo. Este es el arrepentimiento que nos lleva a la salvación, sin el cual, “todos pereceréis igualmente”, y sólo en esta sangre, sin ningún mérito propio nuestro. Con frecuencia hemos al predicar, de usar de ideas fuertes y amenazadoras, para despertar las conciencias. No es posible imaginar a un Dios justo en la Biblia, que pueda dejar pasar al pecado en nosotros sin castigarlo. Ningún hombre sensato lo pensó jamás. Nadie puede pensar en un buen rey o en un buen gobierno sin la justicia para gobernar. Tampoco es ...

CONVERSIÓN (2ª)

C. H. SPURGEON EL ARREPENTIMIENTO DE HOY El significado del mismo es, primeramente, que nuestra conversión debe ser real y efectiva, en lo más real de nuestro ser y vida. Acaso alguno alegará: “Si; yo me vuelvo hacia Dios, y desde este día no desearé pecar más, y viviré procurando andar en santidad. Mis pasiones serán abandonadas por mí, mis pecados aventados lejos, y de todo corazón yo obedeceré la voz de Dios”. Yo os aseguro que todo consistirá en verter vuestros ojos una lágrima o dos, que al día siguiente se habrán secado ya, olvidando vuestra decisión momentánea. No es vuestra promesa de arrepentimiento, ni vuestra solemne resolución, o vuestras lágrimas lo que podrán salvaros. No es la emoción de un momento sentida en vuestro corazón, lo que puede ser estimado como “ conversión” o vuelta a Dios, puesto que, si decís que os sentís tristes por vuestro pecado, pero seguís pecando, vuestro arrepentimiento es vuestro pecado mayor en realidad, haciendo vuestra perdición más segura...

EL DIOS JUSTO (1ª)

C. H. SPURGEON             C. H. Spurgeon fue en su día el más popular predicador, cuyos mensajes llevaron a millares de pecadores a los pies de Cristo. Ha sido incluso estimado como el más bíblico de los predicadores desde los días apostólicos. Todavía sus sermones, traducidos a infinidad de lenguas, son usados por Dios para salvación de muchos. He aquí una muestra de sus mensajes, cuyo estilo sencillo y bíblico, puede servirnos por modelo. EL DIOS JUSTO El grito de nuestro tiempo es que Él es Amor, pero esto es verdad sin dejar de serlo, asimismo, que Él es justo, inflexiblemente justo. No sería Dios si no lo fuese, ni amor si no fuese, primeramente, justicia, pues que el castigo de los perversos es indispensable para poder mostrar su misericordia hacia los que, dejando su perversidad, acuden a ´El en demanda de la misma, en contraste con los primeros. "Los perversos serán castigados en el Infierno y todos los que olvidan a Dios ”, es también un t...

ADORACIÓN A DIOS (3ª)

Juan C. Varetto Quedamos en el hecho de que solamente Dios debe ser adorado. Ahora pasemos a otro punto: ¡Cómo debemos adorar a Dios! ¿En qué forma le rendiremos culto? En primer lugar, diremos que no hay que rendir culto a Dios por medio de imágenes, sean éstas de santos, de vírgenes, o de Cristo. El segundo mandamiento dice: No te harás imagen, ni ninguna semejanza de cosa que esté arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra; no te inclinarás a ellas, ni las honrarás” (Éx.20:5) Cuando los judíos desoyeron este sano precepto, levantaron santuarios y se entregaron a la idolatría. Por este pecado se vieron muchas veces sometidos a la servidumbre de los filisteos y de los otros pueblos que vivían en sus alrededores y sufrieron un cautiverio de setenta años en Babilonia. Dios levantaba profetas que llamaban al pueblo al arrepentimiento y les reprochaban sus faltas. Por medio de Jeremías les decía: “Según el número de tus ciudades fueron tus dioses, oh ...

ADORACIÓN A DIOS (2ª)

Juan C. Varetto Al luchar nuestro Señor con el tentador, le dirigió estas palabras fulminantes: “Al Señor tu Dios adorarás y a él sólo servirás” (Mt.4:10) El sabio Max Müller en su obra famosa, Ciencia de la Religión, sostiene que antes del paganismo los hombres adoraban una Deidad Suprema. Antes de la existencia del sanscrito del griego y del latín; antes de que se adorase a los dioses de Vela; antes de que hubiese un santuario de Júpiter; los habitantes del mundo creían en la existencia de un solo Dios creador. Pero a medida que los hombres fueron avanzando en el camino de la maldad, fuero perdiendo esta creencia monoteísta, y con el ensalzamiento de los héroes convertidos en dioses, vino el culto pagano que adquirió formas tan diversas como extrañas. Egipto adoró sus imágenes horripilantes y sus animales sagrados, a los ríos, a las fuentes, a las plantas, y a mil objetos más, a tal punto que se dijo que en aquel país todo era dios menos Dios mismo. Asiria tuvo sus leones alados...

ADORACIÓN A DIOS (1ª)

Juan Bta. García Serna Al recopilar este tema de la adoración sólo a Dios, sólo me mueve ayudar a los que tienen algún tipo de confusión, ya que adoran a imágenes, dicen, en representación, pero no directamente a la imagen en sí, pero esta percepción es contraria a la enseñanza de las Sagradas Escritura, por ello, invito a una reflexión con auténtica sinceridad, a los católicos practicantes a que examinen la Biblia. Juan C. Varetto LA ADORACIÓN En una de las visiones que el apóstol San Juan tuvo durante su destierro en la isla de Patmos, contempló a un ángel que volaba en medio del cielo, teniendo el evangelio eterno para predicarlo a los moradores de toda la tierra; a toda nación, tribu, lengua y pueblo, el cual iba diciendo en alta voz: “Temed a Dios y dadle honra, porque la hora de su juicio es venida; y adorad aquel que ha hecho el cielo y la tierra y el mar y las fuentes de las aguas” (Ap.14:7) Los juicios estaban próximos a manifestarse castigando severamente a los que habí...

SANTIFICACIÓN (3ª)

Juan C. Varetto Ahora, vamos a procurar saber cómo se consigue esta santificación. En el Salmo 119:9, hallamos esta pregunta: “¿Con qué limpiará el joven su camino?” y la respuesta es la siguiente: “Con guardar tu palabra”. Leed, estudiad, y aplicaos a guardar los preceptos de Dios que se hallan en la Biblia, y he ahí la santidad realizad. Cuando nuestro Señor oró por sus discípulos (Jn.17:17), dijo: “Santifícalos en tu verdad; tu palabra es la verdad”, y momentos antes les había dicho: “Ya vosotros sois limpios por la palabra que os he hablado” (Jn.15:3) Prestemos atención, y esforcémonos con la ayuda de Dios a seguir fielmente todo lo que está escrito, pues logramos la verdadera y genuina santidad tan sólo cuando comprendemos y ponemos en práctica lo que enseña la Biblia. Y finalmente para ver que la palabra de Dios tiene una influencia purificadora en el alma del que la escudriña, recordemos estas palabras dirigidas a Timoteo. “Toda Escritura divinamente inspirada es útil para e...

SANTIFICACIÓN (2ª)

Juan C. Varetto Dios, pues, nos ha llamado a salir del mundo, del mundo del pecado, para ser santos. Tal fue la enseñanza de los primitivos cristianos, y tal debe ser la nuestra. Fijémonos ahora en estas palabras de San Pablo: “Apartaos de toda especie de mal, y el Dios de paz os santifique en todo; para que vuestro y alma y cuerpo sea guardado entero sin reprensión para la venida de nuestro Señor Jesucristo. Fiel es el que os ha llamado; el cual también lo hará” (1ª Ts.5:22-24) Pablo pide una santificación no a medias sino completa: “os santifique en todo”. Quiere que abarque las tres partes que componen al ser humano: espíritu, alma y cuerpo. No confundamos la santificación con la perfección. El cristiano puede cometer muchos errores y pecados de ignorancia, pero el amor al pecado debe estar completamente muerto en él. En ninguna parte de la Biblia se halla una ilustración más demostrativa sobre lo que es la santificación que en el capítulo seis de los Romanos. El apóstol había tra...

SANTIFICACIÓN (1ª)

Juan C. Varetto “Como aquel que os llamó es santo, sed también vosotros santos en toda vuestra manera de vivir; porque escrito está: Sed santos, porque yo soy santo”  (1ªPedro1:15-16) La fe que justifica y salva al pecador no es una fe muerta, sino una fe vivía que siempre va acompañada de frutos de justicia y santidad que son agradables a Dios. Cuando uno dice que tiene fe, debe demostrar la fe por sus obras, y en aquellos casos cuando hay personas que hacen profesión de cristianos y no viven una vida santa y limpia ante los ojos de Dios y de los hombres, podemos estar más que seguros de que las tales personas no saben lo que es la fe salvadora, y por lo tanto no están justificadas delante de Dios. La justificación es la obra de Cristo por nosotros y la santificación es la obra de Cristo en nosotros. No bien el creyente se reconoce salvado por la fe en Cristo, nace en él una nueva responsabilidad y comprende que ese mismo Jesús que le ha salvado del infierno quiere salvarles...

JUSTIFICADOS POR LA FE (3ª)

Juan C. Varetto Pablo había fundado varias iglesias en Galacia y cuando se hallaba en otras regiones aparecieron en las iglesias de Galacia falsos doctores, quienes no se oponían a la fe en Cristo, pero querían añadir las obras legales como requisitos para la justificación. Pablo se alamar cuando llega esto a su conocimiento y para salvar a aquellas iglesias de un error que sería su muerte, les escribe esa Epístola que forma parte del Nuevo Testamento y en la que trata de la justificación por la fe detalladamente y en forma clara e inequívoca. “Si un ángel del cielo, les dice, os anunciaré otro evangelio del que os hemos anunciado, sea anatema” (Cap.1:8) El les había anunciado el evangelio de un perdón gratuito, por la fe, y los falsos doctores anunciaban un evangelio pervertido por la añadidura de obras legales. Pablo, cuando vivía en el judaísmo, había probado la ley como remedio con resultado negativo de modo que les dice: “Sabiendo que el hombre no es justificado por las obras ...

JUSTIFICADOS POR LA FE (2ª)

Juan C. Varetto Pedro entra en la casa de Cornelio y anuncia el evangelio a los que se habían congregado y dice: “A éste dan testimonio todos los profetas, de que todos los que en Él creyeren, recibirán perdón de pecados por su nombre” (Hech.10:43) No puso obras, sin la fe, como condición para ser perdonados. Cuando Pablo llegó a Antioquía de Pisidia, como era costumbre se dirigió a la sinagoga donde se congregaban los judíos, y les anunció no un sistema de buenas obras sino una persona en quien podrían ser justificados por la fe. “Sabed, pues, esto, varones hermanos; que por medio de Él se os anuncia perdón de pecados, y que de todo aquello de que por la ley de Moisés no pudisteis ser justificados, en Él es justificado todo aquel que cree” (Hech.13:38-39) Así habló a estos hijos de Abraham cuya confianza la tenían en las obras de la religión que profesaban, y cuando habla a un pagano compungido, el carcelero de Filipos, es a Cristo, por la fe, a quien le guía, pronunciando estas con...

JUSTIFICADOS POR LA FE (1ª)

Juan C. Varetto Cuando el gran reformador Martín Lutero era todavía un cautivo en el romanismo, y durante su historia visita a la ciudad de las siete colinas, hallándose en el Vaticano quiso ganar las indulgencias ofrecidas por el papa a todo aquel que subiese de rodillas y arrastrándose, la llamada escalera de Pilato, pero mientras realizaba esto que él creía un acto meritorio, creyó oír como una voz de trueno que le decía: “El justo por la fe vivirá” (Romanos 1:17) Estas palabras que ya en otras ocasiones le habían impresionado cuando leía y estudiaba la Epístola a los Romanos, fueron en este día como loa voz de un ángel que le hablaba desde el cielo. Se levantó súbitamente, horrorizado de sí mismo y convencido de la inutilidad de la penitencia que se había impuesto. Se avergonzó al ver hasta qué punto la superstición le había rebajado, y resueltamente descendió como lo hubiera h echo de cualquier otra escalera. Paulatinamente Lutero llegó a un pleno conocimiento del perdón de su...

SALMO XXIII (3ª)

Juan C . Varetto “Aunque ande en valle de sobra de muerte, no temeré mal alguno; por qué tú estarás conmigo; tu vara y tu cayado me infundirán aliento”. La oveja tiene que pasar ciertos valles sombríos y peligrosos que le infundirán espanto si no supiese que ahí está el pastor para defenderla. Esto nos hace pensar en los traces amargos por los cuales muchas veces en la vida tiene que pasar el verdadero hijo de Dios, pero los pensamientos del pueblo cristiano se dirigen especialmente al duro trance de la muerte. En ese momento cuando hay que decir adiós a todo lo que nos rodea; separarnos de los seres queridos con quienes hemos compartido tantos goces y sufrimientos; dejar a nuestros amigos y compañeros, para irnos a otro mundo, sólo puede estar tranquilo aquel que sabe que la muerte es sólo el zaguán por el cual se pasa a la vida futura, y que por medio de la muerte el alma se separa del cuerpo para entrar en el reposo duradero. En ese momento, lejos de turbarse, el creyente puede ca...

SALMO XXIII (2ª)

Juan C. Varetto “Junto a aguas de reposo me pastoreará”. Los pastores en Oriente para evitar a sus ovejas los peligros que ofrecen los arroyuelos impetuosos que descienden bruscamente de las montañas, desvían el agua por medio diques rústicos y la llevan a lugares seguros y de tranquilidad. A esas aguas se les llama, aguas de reposo.   Nosotros también necesitamos beber agua espiritual para apagar la sed del corazón. Por eso dice Dios en Isaías: “A todos los sedientos: venid a las aguas: y los que no tienen dinero, venid, comprad y comed” (Is.55:1) Bebamos de esa agua que ofreció Cristo cuando junto al pozo de Jacob dijo a la mujer samaritana: “Si conocieses el don de Dios, y quién es el que te dice: dame de beber: tú pedirías de él, y él te daría agua viva”. “Cualquiera que bebiere de esta agua, volverá a tener sed, mas el que bebiere del agua que yo le daré, para siempre no tendrá sed: mas el agua que yo le daré, será en él una fuente de agua que salte para vida eterna” (Jn.4...