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Mostrando entradas de marzo, 2022

PRIMERA BESTIA

Domingo Fernández Suárez Ap.13:1-8 “Me paré sobre la arena del mar, y vi subir del mar una bestia que tenía siete cabezas y diez cuernos; y en sus cuernos diez diademas; y sobre sus cabezas, un nombre blasfemo. Y la bestia que vi era semejante a un leopardo, y sus pies como de oso, y su boca como boca de león. Y el dragón le dio su poder y su trono, y grande autoridad” (vs.1-2) 1. Origen de la bestia. Dice Juan que sube del mar. La palabra “mar” es un símbolo de las naciones que en el fondo están perturbadas por el mal que las mantiene en constante agitación. Dice el profeta Isaías que “los impíos son como la mar en tempestad, que no puede estar quieta, y sus aguas arrojan cieno y lodo” (véase Ap.17:15) El hecho de que la bestia aparezca subiendo del mar, nos indica que se ha de levantar de en medio de las naciones; y esto le asigna una naturaleza y procedencia humana. Pero en el Cap. 11:7, dice que “la bestia sube del abismo”; lo que equivale a decir que ha de subir del infierno. La

SÉPTIMA TROMPETA

Simón J. KISTEMAKER Ap.11:15-19 “El séptimo ángel tocó la trompeta, y hubo grandes voces en el cielo, que decían: Los reinos del mundo han venido a ser de nuestro Señor y de su Cristo, y él reinará por los siglos de los siglos” (11:15) Antes Juan escribió acerca del séptimo ángel que tocaba la trompeta para indicar que se acercaba el final de los tiempos (10:7). Y ahora describe al ángel que toca la trompeta y su ambiente. El telón de fondo es el cielo, donde voces fuertes cantan alabanzas a Dios y a su Cristo. No se nos dice quiénes cantaban. Lo que podemos decir es que las voces son las de quienes moran en el cielo. Estas voces declaran que el reino del mundo ahora pertenece a “nuestro Señor y su Cristo”. Esto quiere decir que Satanás, quien tentó a Jesús ofreciéndole el reino del mundo, ya no es su dueño (Mt.4:8-9; Lc.4:5-6). Basado en el Antiguo Testamento, Juan revela que el reino pertenece a Dios y a su Cristo (Sal.2:2, 8-9; 22:28; Dn.7:14; Abd.21). Hay un solo reino, no dos.

LA FINAL IRA DE DIOS

R.V.G. TASKER Una exposición bíblica. La expresión “el día del Señor”, tan corriente en la época de los grandes profetas de Israel, significaba para los israelitas aquel día final en que Jehová vindicaría la justicia de su pueblo contra sus enemigos. Una de las tareas de los profetas era insistir en el hecho de que “el día del Señor” sería un día en que Dios vindicaría “su propia justicia” no sólo frente a los enemigos de Israel sino contra Israel mismo. Este “día del Señor” aparece siempre en el Antiguo Testamento como una realidad futura, si bien hubo acontecimientos en la historia que abarca este registro inspirado que fueron verdaderamente días de juicio para Israel y para los pueblos vecinos que lo oprimían.  La certeza de este último “día del Señor”, en el que la absoluta justicia de Dios será completamente vindicada y libre de trabas el furor de su ira, pasa al Nuevo Testamento. Y éste es uno, entre otros, de los factores que dan unidad a la teología bíblica. Queda todavía u

SEXTA TROMPETA

Ap.9:13-21 “El sexto ángel tocó la trompeta, y oí una voz de entre los cuatro cuernos del altar de oro que estaba delante de Dios” (v.13) “Una voz”, el griego subraya el numeral una; “de entre los cuatro cuernos”. Los cuatro cuernos juntos dieron su voz, no voces diversas, sino una sola. La revelación de Dios (el evangelio), aunque de aspecto cuádruple (cuatro expresa la extensión mundial: de ahí cuatro es el número de los evangelistas), con todo tiene una y la misma voz. Sin embargo, por el paralelismo de esta sexta trompeta con el quinto sello (6:9, 10), el clamor de los mártires, en demanda de la venganza, desde el altar, que alcanza su consumación bajo el sexto sello y la sexta trompeta, yo prefiero entender que este clamor de los cuatro cuernos del altar se refiere a las súplicas de los santos desde los cuatro cabos de la tierra, incensados por el ángel y que, ascendiendo a Dios desde el altar de incienso de oro, hacen caer en consecuencia los juicios ardientes. “Diciendo al

HECHOS (Cap.1:6-7)

Juan Bta. García Serna “Entonces los que se habían reunido le preguntaron, diciendo: Señor, ¿restaurarás el reino a Israel en este tiempo? Y les dijo: No os toca a vosotros saber los tiempos o las sacones, que el Padre puso en su sola potestad”. Observamos que Jesús no rehúsa responder a la pregunta que le hacen, aunque su respuesta no atiende a lo que ellos querían saber, ya que en ese momento a ellos les interesaba conocer si había llegado el tiempo de ser liberados del poderoso dominio del imperio romano, al cual el pueblo de Israel como tal estaba sometido y sin patria propia. ¡Esa era su pregunta e interés! Así que la contestación de Jesús fue encaminada hacia otro asunto de muchísima más relevancia que el saber los “tiempos y las sazones” del cumplimiento profético, en el cual Israel llegaría a ser una nación según la antigua profecía. Jesús apunta a que todo está bajo el absoluto control de la “potestad del Padre”. Cada tiempo en la historia del pueblo de Israel y, por ende, de

QUINTA TROMPETA

Dr. Evis L. Carballosa Ap.9:1-12 “El quinto ángel tocó la trompeta, y vi una estrella que cayó del cielo a la tierra; y se le dio la llave del pozo del abismo” (9:1) El toque de la quinta trompeta trae consigo la apertura “del pozo del abismo” de donde salen unas criaturas de aspecto aterrador y con capacidad mortífera. Juan vio “una estrella” . Es evidente, en este caso, que el sustantivo “estrella” se usa para designar a un ser inteligente como ocurre en 1:20 (véase Job.38:7) La expresión “que cayó del cielo a la tierra” no significa que Juan vio la estrella en el momento de caer, sino que, según el tiempo verbal, vio una estrella que ya había caído. La frase “y se le dio la llave del pozo del abismo” ayuda a entender que la mencionada “estrella” representa a una criatura a la que “se le dio” cierta autoridad. La voz pasiva aquí tiene una función teológica, indicando que es Dios aquel que da. “La llave del pozo del abismo” sugiere que el personaje que la recibe tiene autorid

CUATRO TROMPETAS

Por León Morris Ap.8:1-12 La primera trompeta (8:6 y 7) La visión introducida por la apertura del séptimo sello fue la de los siete ángeles que estaban en pie ante Dios (8:1) A estos ángeles les son dadas siete trompetas. Las trompetas aparecen relacionadas con el fin de los tiempos en los escritos apocalípticos (cf.Mt.24:31; 1Cor.15:52; 1Ts.4:16) Los juicios de las trompetas no conciernen a la Iglesia como tal. Son los juicios de Dios sobre el mundo. Una considerable parte del Apocalipsis está dedicada a esta clase de sucesos. La maldad humana no pasa inadvertida en el cielo. Dios tiene su manera propia y su tiempo propio para ocuparse de ella. Juan usa en esta sección bastantes recursos de la literatura apocalíptica para destacar que Dios realmente tiene el control y que él hace lo que desea. Además, debemos tener en cuenta que mientras los sellos llaman nuestra atención al juicio como algo que sigue inevitablemente al pecado humano, las trompetas atraen nuestra atención sobre

EL CELIBATO

Por Antonio Martínez (Recojo parte, dejando la cuestión evolutiva histórica de la cuestión, y solamente expongo unos apuntes que el autor hizo en un libro titulado: “Catolicismo Y Biblia” - 1976) El hombre ha sido creado en cuerpo y espíritu con vistas al matrimonio. Y sin embargo, hay hombres que con pleno conocimiento y gran alegría renuncian al matrimonio. Lo hacen “por amor al reino de los cielos” (Catecismo Holandés). La cuestión vuelve a replantearse. Y con inusitada fuerza. Porque no todos los que al servicio de Dios se han entrego renuncian “con gran alegría” a lo que consideran, con razón, institución dispuesta por Dios mismo para bien de todo hombre , cualquiera que se su condición. Buen número de prelados brasileños participantes del Concilio Vaticano II presentaron en la Secretaría un documento exponiendo su propósito de tratar en asamblea el problema del celibato eclesiástico en la iglesia latina. La reacción del papa Pablo VI fue contundente, no ser “oportuno un deb

SÉPTIMO SELLO

Dr. Samuel Pérez Millos Ap.8:1 INTRODUCIÓN  El Cordero que había tomado el rollo de la mano del que estaba en el trono, sigue adelante con el proceso de abrir los sellos. Cada uno de ellos produjo una manifestación del juicio e Dios sobre los hombres en el mundo. La intensidad de esa acción judicial por el pecado y rebeldía se fue incrementando hasta alcanzar niveles muy elevados. No sólo los hombres, sino también la naturaleza sufrió la acción d Dios. El pasaje del sexto sello se cerró con una conmoción cósmica de notable intensidad. Un terremoto sacudía el planeta de tal manera que no hubo nada, ni islas ni montes, fue no fuesen conmovidos. Los astros también se vieron involucrados, observando la acción de Dios sobre la luna y los asteroides (Cap.6:12-17)  A esta intervención siguió la preparación de los mensajeros evangelizadores, para lo cual Dios detuvo los juicios y selló a sus escogidos. El escritor retoma la apertura de los sellos llegando al séptimo. Este selo abierto da p

LIBROS APÓCRIFOS

Una aclaración que conlleva confusión, si admitimos tales libros, los cuales no llevan el ´sello´ de la inspiración divina.  Sin entrar en preámbulos iré directamente a las razones que nos llevan a rechazar tales libros: (Este escrito ha sido recopilado de “Los libros apócrifos y la Biblia”.   Por Jesús Nava. “CATOLICISMO Y BIBLIA”.   Año 1976 (Págs. 108 al 111) 1º El Apóstol Pablo, en Romanos 3:2, enseña que a los judíos “les ha sido confiada la Palabra de Dios”. A ellos les correspondió velar por la integridad de la Revelación del Viejo Testamento. Y los judíos nunca aceptaron como inspirados los libros incorporados en Trento. En el Talmud no existe rastro de ellos y en un Sínodo los rabinos los desecharon del Canon. 2º Para los judíos el Canon estaba “cerrado” y “completo” desde el final de la era profética, que había concluido hacia el 400 A.C. con Malaquías. Los escritos posteriores a este profeta nunca fueron considerados canónicos. 3º Jesús y los apóstoles jamás aceptaron

SEXTO SELLO

Dr. Samuel Pérez Millos Ap.6:12-17 “Miré cuando abrió el sexto sello, y he aquí hubo un gran terremoto; y el sol se puso negro como tela de cilicio, y la luna se volvió oda como sangre” (v.12) En su observación Juan prestó atención al momento en que el Cordero abrió el sexto sello. El apóstol estaba atento a los acontecimientos que seguían a cada apertura de sellos para detallarlos. El sexto sello abre una panorámica de cataclismos cósmicos aterradores. El orden en el firmamento se conmueva. La conmoción de los astros se había anunciado ya como uno de los acontecimientos propios del día de la ira de Dios, el día de Jehová: “Por lo cual las estrellas de los cielos y sus luceros no darán su luz; y el sol se oscurecerá al nacer, y la luna no dará su resplandor. Y castigaré al mundo por su maldad, y a los impíos por su iniquidad” (Is.13:10-11) Vuelve a apreciarse como el Apocalipsis es el entronque ordenado de las profecías que Dios había dado por los profetas de la antigua dispensació