Entradas

Mostrando entradas de mayo, 2022

LA SOBERANÍA DE DIOS EN LA EXTENSIÓN DEL EVANGELIO (1ª PARTE)

Eric BERMEJO Revista: “Edificación Cristiana”. Año 1973 Lectura Hechos 17-24/31 He escogido esta lectura porque es uno de los pasajes del N.T. que más resalta esta importante cuestión de la soberanía de Dios. Y, además, está enclavado en un libro, el libro de los Hechos, que tiene mucho que decirnos en cuanto a la extensión de loa Obra del Señor en los primeros tiempos. Repetidamente a través de este libro, encontramos versículos que nos hablan del crecimiento de la Obra y su avance en distintos frentes y contra diversos obstáculos. Y estos mismos versículos, forman las divisiones naturales del libro de Hechos. Al encontrar entonces esta tremenda declaración de la soberanía de Dios en medio de una de estas secciones que hablan del avance de la Obra, deducimos que precisamente una de las razones principales porqué el Evangelio del Señor triunfó en aquellos tiempos contra todo viento y marea, fue a consecuencia de esto: que Dios es soberano. LAS DIVISIONES DEL LIBRO El primer

EL CRISTIANO ANTE LA MUERTE

Roque SÁNCHEZ “Portavoz Evangélico”. Año 1987 De no ser que el cristiano esté vivo cuando vuelva su Salvador en gloria, y acontezca lo que declara el pasaje de la Escritura con el que inicio este escrito, según está establecido para todo el género humano (Heb.9:27), el cristiano tiene que pasar también por la tremenda experiencia de la muerte.  Cuando estamos gozando de paz interior y también de buena salud, no nos aterra pensar o hablar de la muerte, a los que somos creyentes en Jesús. Pero tengo la impresión de que hablamos del tema de la muerte contemplando solo los benditos efectos que gozaremos después de haber pasado por esta experiencia, y no tenemos presente lo que realmente supone pasar por el trance de la muerte, o sea, la muerte en sí. Creo que, si se mirara de esta forma, muchos cristianos comprenderíamos que necesitamos una capacitación más adecuada para no defraudar a nadie en ese momento que algunos llaman: “la hora de la verdad”. MORIR ES DORMIR Es curioso como

EL CREYENTE Y LA MUERTE (2ª PARTE)

LA MUERTE, LEY DE LA VIDA CRISTIANA “Si alguna viene a mí, y no aborrece a su padre, y madre, e hijos, y hermanos, y hermanas, y aún también su propia vida, no puede ser mi discípulo” (Lc.14:26-27) Seguimos a un Salvador que sufrió y murió. Si le amamos ¿No lo contaremos como sumo gozo y privilegio también sufrir y morir? ¿No es nuestro deseo poner nuestros pies en sus pisadas? Jesús nos llama a la cruz, a la abnegación, a la identificación con Él en su muerte. La vida cristiana es un constante morir a todo lo que ocupa en nuestras vidas el lugar que debe ocupar el Señor, o que obstruya su actuación en nosotros o Su propósito para nuestras vidas. Nuestra muerte física es solamente el último paso en este camino de constante muerte. 1) Tenemos que morir a nuestras posesiones materiales . “No podéis servir a Dios y a las riquezas”. Jesús tuvo que mandar al joven rico a vender todo lo que poseía porque veía que sus riquezas ocupaban el lugar principal en su corazón.   La clave de

A UN ATE0, SOBRE LA INSPIRACIÓN DE LA BIBLIA

Juan Antonio Monroy (Pastor, periodista y escritor) “Restauración”. Año 1969 La Biblia es una colección de 66 libros, 39 de ellos en lo que llamamos Antiguo Testamento y 27 en el Nuevo Testamento. Las versiones bíblicas hechas por los eruditos católicos incluyen siete libros más y un apéndice de dos capítulos al libro de Daniel, más otro breve al libro de Ester, todo ello en el Antiguo Testamento. Son libros apócrifos, desechados por los sabios judíos, que han sido los verdaderos depositarios del Antiguo Testamento a través de las generaciones. Se tratan de libros históricos, simplemente, sin que reúnan los necesarios requisitos para entrar en la categoría de libros inspirados. Estos 66 libros que componen la Biblia son un punto aparte en la literatura mundial. Tienen un carácter excepcional que los hace completamente distintos a todos los demás libros: el de la inspiración. La redacción de la Biblia se llevó a cabo por seres humanos, semejantes en todo a ti y a mí, pero estos ho

EL CREYENTE Y LA MUERTE (1ª PARTE)

Prof. Miguel HERBAGE “Portavoz Evangélico”. Año 1987 MUERTOS CON CRISTO La primera cosa que tenemos que decir acerca del creyente y la muerte, es que el creyente -todo creyente- murió con Cristo cuando Él murió en la Cruz del Calvario. Esta es la clara implicación del texto de Romanos 6:1-11. El tiempo del verbo “morir” en este pasaje está constantemente en tiempo pasado – es el pretérito definido. El verbo del versículo 2 debe leerse: “Porque los que morimos al pecado”. El tiempo del verbo indica algo que pasó en un determinado momento en el pasado. Otra vez en el versículo 5, tenemos, “fuimos plantados con él en la semejanza de su muerte”, y otra vez en el versículo 6, es aún más claro, “nuestro viejo hombre fue crucificado juntamente con Cristo ” (Estas palabras también fijan el momento en el pasado cuando morimos con Cristo). Otra vez en el versículo 8, “y si morimos con Cristo”. Desde luego esta muerte con Cristo llegó a ser realidad para y en nosotros cuando nos converti

LA SOBERANÍA DE DIOS EN EL PLAN DE LA REDENCIÓN

Pablo WICKHAM Revista: “Edificación Cristiana”. Año 1973 CONSIDERACIÓN Y DEFINICIÓN DE LOS TÉRMINOS “La soberanía de Dios” . Según su raíz etimológica, soberanía es la calidad de soberano, o la dignidad soberana; un soberano es el que ejerce o posee la autoridad suprema e independiente de cualquier otra. Es un término utilizado normalmente en el Derecho Político, que as su vez fue derivado de la teología de Aquino, que fundo la soberanía del Estado en el concepto de la soberanía de Dios. La palabra o sus derivaciones se halla pocas veces en la Biblia, pero el concepto o la idea es  muy amplio. Una multitud de imágenes y conceptos lo encierran, porque todo lo que Dios hace es el producto directo de su soberanía. Y sólo Dios es soberano (si no lo fuera, no sería Dios) porque es infinito en sus atributos. Como decía don Ernesto, en algunas ocasiones: “Si Dios no es soberano, quién lo va a ser. ¿El diablo? ¿Acaso los hombres?”. Ahora bien, aunque toda la operación de Dios es la d

EL AVIVAMIENTO

Pablo WICKHAM “Edificación Cristiana”  Año, 1992 NECESIDAD DEL AVIVAMIENTO Algunos rasgos deficitarios de la Iglesia. 1) Prioridades equivocadas , lo que se evidencia por la mucha mundanalidad y el materialismo del pueble de Dios. Al faltar el primer amor, como en la iglesia de Éfeso (Ap.2), otros amores, como la idolatría espiritual, llenan el lugar que debe pertenecer al único Dios. El corolario es que las cosas empiezan a tener más importancia que l as personas hechas a la imagen de Dios, y a menudo esto lleva a un énfasis demasiado grande sobre estructuras, tradiciones eclesiásticas – a veces, verdaderas costumbres socio- culturales -, con todo el dispendio financiero que esto requiere para su mantenimiento. Se puede llegar a “servir al servicio” antes que al Señor del servicio. 2)  La superficialidad es otro rasgo deficitario, resultado directo del interior, aún en el aspecto sagrado de la predicación. Cuando esto pasa, se enfatiza más la forma , lo externo, que el fondo

LA SOBERANÍA DE DIOS EN LA CREACIÓN

Por Fernando PUJOL “Edificación Cristiana” – Noviembre, 1972 La palabra soberanía, según el diccionario, significa ejercicio de la autoridad suprema; ahora bien, tratándose de Dios, este ejercicio es perfecto, no arbitrario ni despótico. Una afirmación categórica de la Soberanía de Dios la encontramos en Daniel 4:34-35, y es la enseñanza constante de la Escritura. Para este estudio voy a ceñirme al principio fundamental de Deuteronomio 29:29: “Las cosas secretas pertenecen a Jehová, mas las reveladas son paran vosotros y vuestros hijos.”. PRIMERA PARTE Esta primera parte se basará en dos preguntas insoslayables, a saber: “¿quién creó estas cosas?” Is.40:26; y, “¿dónde estabas tú cuando yo formaba la tierra?” Job.38:4. El Dios único y trascendente. Refiriéndonos en primer término a la primera pregunta, diremos que la respuesta es sencilla: Dios creó todas las cosas. El enunciado principal de nuestro tema lo tenemos en Génesis 1.1 “en el principio creó Dios los cielos y la ti

EL PERDÓN DE PECADOS

Antonio Ruíz “Edificación Cristiana”. Año 1996 Evangelio de Lucas 7:36 al 50 Aconsejo que se lea el pasaje bíblico para que así uno puede situarse, en su contexto, y entenderlo con mejor precisión. Todos los pecados, y los peores, pueden ser perdonados. Si no fuera cierta esta afirmación no quedaría esperanza para nuestra más necesidad, la del perdón. Pero el texto que nos disponemos a comentar, no deja lugar a dudas sobre esta verdad. No trata de una discusión irreal o teórica acerca del perdón sino de un hecho histórico, real que cambió sustancialmente a una persona “muy pecadora” Al leer este incidente, inevitablemente somo movidos a identificarnos con uno y otro de los dos personajes principales del relato, si exceptuamos a Jesús, con la mujer pecadora o con el fariseo Simón. Según sea el caso la identificación supone una decisión, acertada o fatal, respecto al Señor Jesús, fuente de salvación, perdón y paz para todos aquellos que a semejanza de la mujer pecadora ponen su