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Mostrando entradas de junio, 2022

UN CRISTIANO SEGÚN LA BIBLIA (I)

Juan Bta. García Serna Introducción. Hay que hacer diferencia  entre "cristiano" por cuestión de confesión religiosa, y por lo tanto nominal, de un cristiano que cree y experimenta las enseñanzas de las Sagradas Escrituras: por ejemplo, al sector religioso judío, Jesús les dijo: “Este pueblo de labios me honra, más su corazón está lejos de mí. Pues en vano me honran, enseñando como doctrinas mandamientos de hombres” (Mr.7:6 y 7. Is.29:13) Y en otra ocasión dijo: “No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos” (Mt.7:21) Una vida cristiana en la oración. A nivel personal. (1) Jesús enseñó en cuanto a la oración a solas con el Padre: “Más tú, cuando ores, entra en tu aposento, y cerrada la puerta, ora a tu Padre que está en secreto; y tu Padre que está en secreto te recompensará en público” (Mt.6:6) (2) Cuando el patriarca Jacob tuvo a solas con Dios, hubo en él insistencia por recibir la

LA BREVEDAD DE LA VIDA (III)

REALIDAD DE LA MUERTE Hemos descrito la eternidad como un inmenso túnel en le espacio sin fin. La entrada a ese túnel es la muerte. Y la muerte no es una idea, no es una concepción, no es un sistema, no es una abstracción. La muerte es una realidad que tocamos todos los días y que es imposible negar. La eternidad puede negarse con el pretexto de que no se la ha visto. Pero nadie niega la muerte. La realidad de la muerte está contendí en la última parte del versículo diez, en el Salmo que estamos comentando. Allí se dice que nuestros años “pronto pasan y volamos”. ¡Volamos! ¡Qué forma tan de nuestro tiempo! Un autor del Nuevo Testamento, casi mil años después, lo dijo con palabras más directas: “Está establecido para los hombres que mueran una vez” (Heb.9:27). Y como el que lo estableció así fue Dios, nadie escapa. No es secreto alguno que la muerte no llega de improviso. La muerte avisa. Nos está avisando desde el instante mismo en que venimos a la vida. Al nacer ya empezamos a mor

BAUTISMO ¿BÍBLICO O TRADICIONAL?

Juan Bta. García Serna INTRODUCCIÓN En lo que respecta a este tema, como a cualquier otro, uno debe sujetarse, en su análisis bíblico, a lo que está escrito, y no verter “supuestos”, ni tradiciones que no concuerden con las Sagradas Escrituras: “Si alguno habla, hable conforme a las palabras de Dios” (1Ped.4:11). Hay una tendencia, según sea la creencia religiosa, de adaptación a lo que nos enseñan, ¿por qué no examinar por uno mismo, si lo que nos han dicho es enseñanza bíblica? “Y éstos eran más nobles que los que estaban en Tesalónica, pues recibieron la palabra con toda solicitud, escudriñando cada día las Escrituras para ver si estas cosas eran así” (Hch.17:11). Jesús dijo: “Escudriñad las Escrituras; porque a vosotros os parece que en ellas tenéis la vida eterna; y ellas son las que dan testimonio de mí” (Jn.5:39) Jesús dijo al sector religioso judío: “Así habéis invalidado el mandamiento de Dios por vuestra tradición” (Mt.15:6). ¿Y cuál fue la exhortación del apóstol Pablo?

LA BREVEDAD DE LA VIDA (II)

  LA IMPORTANCIA DE LA ETERNIDAD Aun cuando no sepamos definir propiamente la eternidad, el concepto adquiere dimensiones amplias cuando lo contraponemos al límite reducido de lo temporal. Colocados frente a la brevedad de la vida terrena, la eternidad en el más allá es de una importancia decisiva. CONCEPTO HUMANO En palabras humanas la eternidad es tan inexplicable como el origen de Dios. Cuando encontramos por primera vez a Dios le vemos trabajando, dando principio al proceso de la creación. ¿De dónde salió? ¿Desde cuando existió? ¿Quién o qué había antes de Dios? La razón, ahora, no tiene respuesta para estas preguntas. La fe tampoco, pero la fe no las necesita. “Por la fe entendemos haber sido constituido el universo por la palabra de Dios, de modo que lo que se ve fue hecho de lo que no veía” (Heb.11:3). Esto basta para el creyente. Ese Dios que en un momento determinado se puso a dar vida al universo existía desde la eternidad, en la eternidad, y vivirá por la eternidad. No h

LA BREVEDAD DE LA VIDA (I)

Juan de RABAT “Restauración”. 1971 SALMO 90 El autor de este salmo usa varias figuras para darnos a conocer la brevedad de la vida. Son figuras muy acertadas y de un claro significado espiritual.  COMO UN DÍA “Mil años delante de tus ojos son como el día de ayer, que pasó” (v.4) No hay ser humano que viva mil años en la tierra. El hombre que más ha vivido fue Matusalén, de quien dice la Biblia que vivió novecientos sesenta y nueve años. Cuando hoy llegamos a los noventa o cien años consideramos que hemos vivido mucho y el mundo nos admira. Ello es porque medimos la vida con la medida del tiempo. La miramos con ojos humanos. La juzgamos con mente de hombre. A la luz de Dios, que tiene otra forma de concebir el tiempo, aun cuando viviéramos mil años toda sería la nuestra una vida muy breve. Sería como las veinticuatro horas de un día completo. Porque Dios se mueve en la inmensidad de la eternidad. COMO UNA DE LAS VIGILIAS DE LA NOCHE (v.4) Al salmista le parece demasiado co

LA CENA DEL SEÑOR ¿SACRAMENTO O CONMEMORACIÓN?

Pedro PUIGVERT “Edificación Cristiana”- 1993 PARTE PRIMERA LA CENA DEL SEÑOR COMO SACRAMENTO El término sacramento procede del latín sacramentum y en sí mismo es un vocablo insubstancial, es decir, no tiene el sentido actual de algo oculto o ritual. Era la palabra que se usaba en el juramento que el soldado romano hacía al Emperador. De ahí que llegó a simbolizar cualquier obligación sagrada que el hombre contraía. Entendido bajo este significado, la Cena del Señor indicaría la observancia de una ordenanza en la cual el creyente se consagra con devoción y amor a su Señor. Desde este punto de vista no habría inconveniente alguno en aceptar el término como más allá del puro sentido semántico. Examinaremos las tres posturas tradicionales: EL SACRAMENTO EN EL CATOLICISMO La noción general de sacramento en el catolicismo es la de un signo externo que confiere eficazmente la gracia que significa, siendo un instrumento de santificación instituido por Cristo para ser usado de maner

LA POSESIÓN DEMONIACA ¿MITO, ENFERMEDAD O REALIDAD?

Pablo MARTÍNEZ Dr. en Psiquiatría “Edificación Cristiana”. 1983 El escritor inglés C. S. Lewis escribe: “Hay dos errores idénticos y opuestos en los que pueden incurrir nuestra raza respecto a los demonios. Uno es el de no creer en su existencia, el otro es creer, pero con un sentimiento enfermizo, casi neurótico, de aprensión. Los demonios se sienten igualmente complacidos en ambos errores”.  Por desgracia estos dos grupos de personas, los que con arrogancia y autosuficiencia desprecian como superstición todo lo que tiene que ver con lo diabólico, y – por otro lado- los que viven atormentados por sentimientos casi neuróticos y ven demonios por todas partes, estos dos grupos ven adquiriendo adeptos con gran rapidez en nuestros días. ¡El diablo debe frotarse las manos de alegría! De ahí la gran actualidad del tema.  En este artículo vamos a desgranar el título que lo encabeza: la posesión demoniaca, ¿es un mito?, ¿es únicamente enfermedad psíquica?, ¿o puede haber algo de realidad