UN CRISTIANO SEGÚN LA BIBLIA (I)

Juan Bta. García Serna

Introducción.

Hay que hacer diferencia entre "cristiano" por cuestión de confesión religiosa, y por lo tanto nominal, de un cristiano que cree y experimenta las enseñanzas de las Sagradas Escrituras: por ejemplo, al sector religioso judío, Jesús les dijo: “Este pueblo de labios me honra, más su corazón está lejos de mí. Pues en vano me honran, enseñando como doctrinas mandamientos de hombres” (Mr.7:6 y 7. Is.29:13) Y en otra ocasión dijo: “No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos” (Mt.7:21)

Una vida cristiana en la oración.

A nivel personal.

(1) Jesús enseñó en cuanto a la oración a solas con el Padre: “Más tú, cuando ores, entra en tu aposento, y cerrada la puerta, ora a tu Padre que está en secreto; y tu Padre que está en secreto te recompensará en público” (Mt.6:6) (2) Cuando el patriarca Jacob tuvo a solas con Dios, hubo en él insistencia por recibir la bendición de Dios, así que, sus palabras fueron: “No te dejaré, si no me bendices” (Gén.32:26) La oración de Jacob fue oída y respondida: “Y lo bendijo allí” (Gén.32:29) Así que el “temor y la angustia” de Jacob (Gén.32:7, 11), por razón de lo que había pensado Esaú en cuanto a su hermano Jacob (Gén.27:41); ahora, por motivo de su oración, y respuesta de Dios, la situación cambia, con un “abrazo y lloro” de ambos (Gén.33:4)

(3) Jesús habló de la continuidad en la oración, en la parábola de la viuda y el juez injusto (Lc.18:1) Y la pregunta de Jesús fue: “¿Y acaso Dios no hará justicia a sus escogidos, que claman a él día y noche? ¿Se tardará en responderles?” (Lc.18:7) Jesús, con el ejemplo de la viuda, apunta a la perseverancia en la oración, y que no sería cuestión de orar de vez en cuando, ya que previamente, el que Dios oiga y responda, será por la continua insistencia. (4) Salomón, rey de Israel, elevó a Dios una oración de intercesión, y la respuesta del Señor fue: “Yo he oído tu oración y ruego que has hecho en mi presencia” (1 Reyes 9:3) Es muy destacable el vocablo “en mi presencia”, porque es ahí donde Dios oye y responde. (5) Un ejemplo por excelencia esta en la vida del mismo Jesús: “Levantándose muy de mañana, siendo aún muy oscuro, salió y se fue a un lugar desierto, y allí oraba” (Mr.1:35)

(6) ¿Cuál fue la demanda de Dios al profeta Jeremías? “Clama a mí, y yo te responderé, y te enseñaré cosas grandes y ocultas que tú no conoces” (Jer.33:3) ¡Hay muchas “cosas grandes y ocultas” que estamos ignorando por la escasez de vida de oración! “Antes bien, como está escrito: Cosas que ojo no vio, ni oído oyó, ni han subido en corazón de hombre, son las que Dios ha preparado para los que le aman, pero Dios nos las reveló a nosotros por el Espíritu; porque el Espíritu todo lo escudriña, aun lo profundo de Dios” (1Cor.2:9 y 10) (7) Daniel, el profeta, ante una difícil situación para él, y sus compañeros, entendió que Dios les ayudaría, y por eso dijo: “Y volví mi rostro a Dios el Señor, buscándole en oración y ruego” (Dn.9:3) ¿Cuál fue el resultado de buscar a Dios “en oración y ruego”? “Y me hizo entender” (Dn.9:22)

Daniel practicaba una actitud de vida de oración: Se arrodillaba tres veces al día, y oraba y daba gracias delante de su Dios, como lo solía hacer antes” (Dn.6:10) (8) Jonás, el profeta, ante una situación crítica angustiosa, compartió cual fue su actitud: “Y dijo: Invoqué en mi angustia a Jehová, y él me oyó; clamé, y mi voz oíste” (Jonás 2:2) Y también dijo: “Cuando mi alma desfallecía en mí, me acordé de Jehová. Y mi oración llegó hasta ti” (Jonás 2:7) Cuando nos asaltan los temores ¿a quién recurrimos? ¿Qué hizo, David, el profeta? “Busque a Jehová, y él me oyó, y me libró de todos mis temores” (Sal.34:4) Y continúa diciendo: “Este pobre clamó, y le oyó Jehová, y me libró de todas sus angustias” (Sal.34:6) Hay una esperanza de ayuda divina ante la ansiedad: “Echando toda vuestra ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de vosotros” (1Ped.5:7) (9) Santiago, apóstol, hace referencia a la oración del profeta Elías: “Oro fervientemente para que no lloviese, y no llovió” (Stg.5:17) ¿Hay “fervor” cuando oramos?  ¿Hay una actitud recta? ¿Qué dice la divina respuesta? “La oración eficaz del justo puede mucho” (Stg.5:16)

(10) Un ejemplo de oración por sanidad, es el que le sucedió al rey Ezequías: “En aquellos días Ezequías cayó enfermo de muerte. Entonces él volvió su rostro a la pared y oró a Jehová” (2Reyes 20:1) ¿Y cuál fue la respuesta divina? “Yo he oído tu oración, y he visto tus lágrimas; he aquí que yo te sano” (2Reyes 20:5) (11) Otro ejemplo de oración es la que hizo el profeta Eliseo, ante la muerte de un niño: “Y venido Eliseo a la casa, he aquí que el niño estaba muerto tendido sobre su cama. Entrando Eliseo, cerró la puerta tras ambos, y oró a Jehová” (2Reyes 4:32 y 33) “Y el niño estornudó siete veces, y abrió sus ojos” (2Reyes 4:35) (12) ¿Cuál es una de las características que identifica a un convertido a Cristo Jesús? ¡La oración! “Y el Señor le dijo: Levántate, y ve a la calle que se llama Derecha, y busca en casa de Judas a uno llamado Saulo, de Tarso; porque he aquí, él ora” (Hch.9:11)

A nivel eclesial.

(1) El culto de oración, a nivel de congregación, suele ser el menos concurrido, y en cambio, ocupa un lugar relevante en la era apostólica, a mi parecer, es por la falta de vida espiritual, en varias ocasiones. Observamos el primer culto de oración eclesial en Hechos de los Apóstoles (1:14) “Todos éstos perseveraban unánimes en oración y ruego, con las mujeres, y con la madre de Jesús y con sus hermanos”. (2) ¿Dónde estaban los discípulos cuando se produjo el descenso del poder divino? “Cuando llegó el día de Pentecostés, estaban todos unánimes juntos. Y de repente vino del cielo un estruendo como de un viento recio que soplaba, el cual llenó toda la casa donde estaban sentados” (Hch.2:1 y 2) ¿Y cuál fue su experiencia? “Y fueron todos llenos del Espíritu Santo” (Hch.2:4) (3) ¿Cuál fue una de las actitudes cristianas que tomaron aquellos que aceptaron a Jesús como salvador personal? “Y perseveraban en las oraciones” (Hch.2:42)

(4) ¿Qué hicieron los discípulos en situaciones difíciles? ¿Una dependencia de ellos mismos, y salir adelante? “Y ellos, habiéndolo oído, alzaron unánimes la voz a Dios” (Hch.4:24) Y a consecuencia de la oración qué sucedió: “Cuando hubieron orado, el lugar en que estaban congregados templo; y todos fueron llenos del Espíritu Santo, y hablaban con denuedo la palabra de Dios” (Hch.4:31) (5) ¿Quiénes intercedían por el apóstol Pedro cuando este estaba en la cárcel? “Así que Pedro estaba custodiado en la cárcel; pero la iglesia hacía sin cesar oración a Dios por él” (Hch.12:5) ¿Está la iglesia reunida en plegarias a Dios?

(6) ¿Qué pidió el apóstol Santiago a la iglesia? “Está alguno enfermo entre vosotros? Llame a los ancianos de la iglesia, y oren por él” (Stg.5:14) ¿Y qué dice a toda la congregación? “Orad unos por otros para que seáis sanados” (Stg.5:16) ¿Qué dijo Jesús en cuanto a su presencia en la reunión eclesial?  “Porque donde están dos o tres congregados en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos” (Mt.18:20) La oración a nivel eclesial, cobrará mucho ánimo al saber que él está ahí, en medio de la congregación, y que oirá y responderá conforme Él vea (1Jn.5:14 y 16) Creo que nos estamos perdiendo muchas de las bendiciones del Señor en razón de la falta de vida de oración individual y eclesial.

Una vida cristiana en la lectura bíblica.

(1) Ignorar las enseñanzas de las Sagradas Escrituras nos inutiliza para hacer frente a la tentación diabólica. ¿Qué hizo Jesús cuando fue tentado por el diablo? Por tres veces consecutivas utiliza la expresión de: “escrito está” (Mt.4:4, 7, 10) Y así dio una acertada respuesta. (2) El salmista dijo en lo que respecta a la ley de Dios: “Sino que en lay de Jehová está su delicia, y en su ley medita de día y de noche” (Sal.1:2) ¿Y cuál será el resultado? “Será como árbol plantado junto a corrientes de aguas, que da su fruto en su tiempo, y su hoja no cae; y todo lo que hace prosperará” (Sal.1:3) ¿Podrá haber “fruto” y “prosperidad”, si uno no medita, o reflexiona, en la ley de Dios?  (3) ¿Y qué dijo Dios a su siervo Josué? “Nunca se apartará de tu boca este libro de lay, sino que de día y de noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino y todo te saldrá bien” (Josué 1:8) La promesa de bendición divina está anclada en el conocimiento y en la práctica de la divina ley del Señor. ¿Sería correcto esperar que Dios bendiga cuando no estudiamos las Sagradas Escrituras?

(4) ¿Qué dijo el apóstol Pablo al joven Timoteo? “Y que desde la niñez has sabido las Sagradas Escrituras” (1Tm.3:15) (5) La exhortación paulina a los cristianos filipenses fue: “Asidos de la palabra de vida” (Fil.2:16) ¿Somos “asiduos” a la lectura de la Biblia, o damos prioridad a literatura bíblica, y nos conformamos con lo que otros digan con acierto o sin él? “Y estos eran más nobles que los que estaban en Tesalónica, pues recibieron la palabra con toda solicitud, escudriñando cada de las Escrituras para ver si estas cosas eran así” (Hch.17:11) ¡Esta postura ha de ser en nosotros cuando leemos literatura cristiana, y también cuando escuchamos predicaciones de la Biblia!, ya que es fácil ser engañados. (6) ¿Qué dijo el apóstol Pablo a los cristianos Colosenses? “La palabra de Cristo more en abundancia en vuestros corazones” (Col.3:16) ¿En qué lugar está morando la palabra de Dios, solamente en nuestras mentes, o también en nuestro corazón? (7) En la Epístola a Tito, leemos: “Retenedor de la palabra fiel tal como ha sido enseñada”. A la iglesia de Filadelfia se le dice: “Porque, aunque tienes poca fuerza, has guardado mi palabra” (Ap.3:8) ¿Y qué dice el apóstol Pedro? “Si alguno habla, hable conforme a las palabras de Dios” (1Ped.4:11)  

Una vida cristiana en un testimonio hablado.

(1) ¿Qué le dijo Jesús al hombre endemoniado que él sano? “Vete a tu casa, a los tuyos, y cuéntales cuán grandes cosas el Señor ha hecho contigo, y cómo ha tenido misericordia de ti. Y se fue, y comenzó a publicar en Decápolis cuán grades cosas había hecho Jesús con él; y todos se maravillaban (Mr.5:19 y 20) Cuando se produce un cambio, a raíz de que Jesús irrumpe en nuestra vida, uno no se callará de ese encuentro con Cristo Jesús, y lo compartirá con la familia, y amistades, y otras personas. (2) ¿Qué ejemplo nos ha dejado el mismo Jesús? “Recorría Jesús todas las ciudades y aldeas, enseñando en las sinagogas de ellos, y predicando el evangelio del reino” (Mt.9:35) ¿Habrá conversiones sin que haya cristianos que hablen de Cristo Jesús? Pablo, el apóstol, con su argumento no deja lugar a dudas: “¿Cómo, pues, invocaran a aquel en el cual no ha creído? ¿Y cómo creerán de quien no han oído? ¿Y cómo oirán sin haber quien les predique?” (Rom.10:14) (3) ¿Qué el mismo apóstol Pablo? “De manera que, desde Jerusalén, y por los alrededores hasta Ilírico, todo lo he llenado del evangelio de Cristo” (Rom.15:19) ¿Cuál es tú recorrido en la extensión del Evangelio?

(4)  Hay una alusión profética que conlleva responsabilidad en hablar a la gente de su condición impía: “Cuando yo dijere al impío: De cierto morirás; y tú no le amonestares ni le hablares, para que el impío se apercibido de su mal camino a fin de que viva, el impío morirá su maldad, pero su sangre demandaré de tu mano. Pero si tú amonestares al impío, y él no se convirtiere de su impiedad y de su mal camino, él morirá por su maldad, pero tú habrás librado tu alma” (Ezq.3:18 y 19) ¡Esta enseñanza debería movilizar nuestra vida a ser portadores de la enseñanza de la palabra de Dios! (5) ¿Cuál fue la respuesta del profeta Isaías al llamado de Dios? “Después oí la voz del Señor, que decía: ¿A quién enviaré, y quien irá por nosotros? Entonces respondí yo: Heme aquí, envíame a mí” (Is.6:8) ¿Hay en ti y en mí esta disponibilidad? (6) ¿Cuál fue el mandato de Jesús a sus discípulos? “Y es dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio9 a toda criatura” (Mt.16:15) ¿Obedeceremos a este mandato divino?

(7) ¿Qué hicieron los primeros cristianos? “Pero los que fueron esparcidos iban por todas partes anunciando el evangelio” (Hch.8:4) ¿Y qué hicieron los cristianos Tesalonicenses? “Porque partiendo de vosotros ha sido divulgada la palabra del Señor, no sólo en Macedonia y Acaya, sino que también en todo lugar vuestra fe en Dios se ha extendido” (1Ts.1:8) Pablo, el apóstol, dijo al joven Timoteo: “Que prediques la palabra; que instes a tiempo y fuera de tiempo; redarguye, reprende, exhorta con toda paciencia y doctrina” (2Tm.4:2) (8) Jesús encomienda a los primeros discípulos una misión de extender el evangelio “hasta la último de la tierra” (Hch.1:8)

 

 

 

 

 

 

 










 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 














 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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