LA IRA DE DIOS (I)
R.V.G. TASKER
PREFACIO
En este trabajo me he propuesto presentar algunas de las
evidencias bíblicas, tanto del Antiguo Testamento como del Nuevo Testamento,
que revelan a Dios como Dios de ira tanto como Dios de amor. Es un axioma de la
Biblia que no hay incompatibilidad entre estos dos atributos de la naturaleza
divina; y los más teólogos y predicadores cristianos del pasado, en su mayoría,
han procurado ser leales a ambos aspectos de la revelación de Dios.
En años más recientes, sin embargo, ha habido un descuido
general, y aun negación abierta en algunos casos, de la doctrina de la ira
divina; se he hecho énfasis casi exclusivamente en el amor de Dios revelado en
Jesucristo. Como resultado, se ha perdido de vista la severidad del cristianismo
bíblico, lo que ha llevado a consecuencias muy vastas y desastrosas en muchas
esferas de la vida.
La llamada objeción “moral” a la doctrina de la ira divina
carece de valor, pues, como registro de una revelación de Dios al hombre, la
Biblia tiene que usar el lenguaje de las emociones humanas al hablar de Dios.
Pero, porque Dios es Dios y no hombre, el amor divino trasciende al amor humano
y la ira divina trasciende a la ira humana. En el amor de Dios no hay ninguna
de las volubilidades, vacilaciones y debilidades del amor humano, y de la misma
manera, tales características se hallan igualmente ausentes de la ira divina.
Pero, así como el amor humano es deficiente si no contiene
cierto elemento de indignación, enfado e ira al ser contrariado o burlado, así
también el enfado y la cólera son elementos esenciales del amor divino. El amor
de Dios va inseparablemente unido a su santidad y su justicia. Debe, Por consiguiente,
manifestar indignación ante el hecho del pecado y la maldad.
La doctrina de la ira de Dios salvaguarda la distinción
esencial entre el Creador y la criatura, que el pecado siempre busca minimizar
o borrar. Si no nos damos cuenta de esta ira, es muy dudoso que lleguemos a
tener ese temor de Dios que es el principio de la sabiduría (Proverbios 1:7).
Con la conciencia de esta verdad y con el deseo ser fiel a la revelación
bíblica en su totalidad, ofrezco este estudio como una contribución a la serie
de conferencias Tyndale (*)
(*) Las Conferencia Tyndale son organizadas anualmente en
Cambridge por la “Asociación Tyndale para la investigación bíblica”.
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