MATRIMONIO.
Juan Bta. García Serna
CONSEJOS AL
MATRIMONIO
Cuando hablamos de matrimonio, es muy serio, realmente
hay muchas cosas que son necesario valorar, y yo, solamente pongo algunas ideas
bíblicas, y consejos personales, como una reflexión pastoral, cuya finalidad es
edificar algunos hogares. Algo muy relevante es que lo que son el marido y la
mujer, ello repercutirá positiva o negativamente en la descendencia.
Obviamente, no hay matrimonios perfectos, ni hogares que lo sean, pero sí hay
unas pautas que si se siguen reportarán a las familias un estado de solidez
hogareña.
“Si Jehová no edificare la casa,
en vano trabajan los que la edifican” (Salmo 127:1) En este texto
bíblico se habla de un edificio, y quienes trabajan en edificarlo, y lo que
deja claro es que si Dios está ausente “en vano trabajan los que lo edifican”.
Creo que aquí hay un principio aplicable al matrimonio cristiano. Un buen
funcionamiento entre cónyuges es cuando el Señor ocupa un lugar de primacía, y
los que forman el hogar colaboran con el plan divino, por ello, en el
matrimonio no debe faltar la ayuda de Dios.
“Me pusieron a guardar las viñas; y mi
viña, que era mía, no guardé” (Cantares 1:6) Este texto bíblico habla de
descuidar la propia viña, que bien se puede aplicar al hogar. “Porque si alguno
no provee para los suyos, y mayormente para los de su casa, ha negado la fe, y
es peor que un incrédulo” (1ª Timoteo 5:8) En esta provisión ha de prevalecer
la vida espiritual, y luego, todas las demás necesidades, que Dios se encarga
proveer, como bien dice el texto sagrado “Mas buscad primeramente el reino
de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas” (San
Mateo 6:33)
“Esposas: Sed dóciles a los esposos, como
conviene en el Señor. Esposos amad a vuestras esposas y no seáis ásperos con
ellas” (Colosenses 3:18-19) ¿Qué mujer deja de ser ´dócil´ a su
esposo cuando se siente amada? Cada uno de los cónyuges debe ocupar el designio
del plan divino. Y si ello no se cumple vendrán las desavenencias y no
funcionará el matrimonio. Una postura de ´soporte mutuo´ no es igual a un hogar
en armonía, y finalidad en los cónyuges es encontrar y disfrutar de un hogar
feliz.
DIÁLOGO
Los asuntos de desavenencia se resuelven
con la comunicación razonable, y en especial, buscando ambos lo que sería la
voluntad de Dios en éste o aquel asunto. Se debe evitar la prevalencia de la
propia opinión no contrastada, ya que según el contexto familiar que hayamos
recibido éste influenciará mucho en los cónyuges, que deben adaptarse a la
nueva situación. Evita que haya un monólogo en el matrimonio, que no llevará a
ninguna solución planteada, sino una conversación que obtenga un consenso.
VALORACIÓN
Uno de los problemas en el matrimonio es
la escasez de la mutua valoración del cónyuge, e hijos: “Por lo demás,
hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo
puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si
algo digno de alabanza, en esto pensad” (Filipenses 4:8) ¿Sólo
piensas en lo negativo, y no valoras lo bueno de tu esposa/o, e hijos/as?
USO DE FINANZAS
Esta cuestión puede traer problemas en el
matrimonio, cuando los bienes materiales no son usados razonablemente, y en
especial, cuando se escatima la parte que Dios demanda: “¿Robará el hombre a
Dios? Pues vosotros me habéis robado. Y dijisteis: ¿En qué te hemos robado? En
vuestros diezmos y ofrendas” (Malaquías 3:8) Un consejo bíblico expresado por
el Apóstol Pablo fue: “Cada uno dé como propuso en su corazón; no con tristeza,
ni por necesidad, porque Dios ama al dador alegre” (2ª Corintios 9:7) En esto
el matrimonio debe estar unido, priorizando las necesidades, ejercitando la
mayordomía económica.
INTERFERENCIAS
Un problema que suele darse en el
matrimonio son las interferencias negativas que suelen darse, en especial por
los familiares. Cuando los hijos forman su propio hogar, se independizan de sus
padres, para formar una nueva familia, y necesitan su propio especio no
cuestionado por consejos que condicionen sus decisiones, ¡acertadas o
equivocadas! La nueva pareja aprenderá por la propia experiencia.
NUEVA FAMILIA
“Por esto dejará el hombre a su padre y a
su madre, y se unirá a su mujer” (San Marcos 10:7)
Según los valores en el matrimonio, estos
serán inculcados a los hijos, los cuales seguirán, por regularidad, lo que han
oído y visto en su hogar, y esto lo llevarán a cabo, por ello, todo el esmero
que se ponga en la secular educación, ésta debe condicionarse a los valores
éticos, morales, y espirituales, teniendo los hijos como un vivo ejemplo las
sabias decisiones de vida espiritual de sus padres, que aprenderán y seguirán
cuando les toque a ellos formar su propia familia. ¡Si inviertes tiempo con tus
hijos, ello será recompensado! “Instruye al niño en su camino, y cuando fuere
viejo no se apartará de él” (Proverbios 22:6)
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