DIOS ES INMUTABLE

Dámaris Gracía de la Piedra

Licnciada en Teología 

La Inmutabilidad de Dios 

Introducción 

En un mundo que cambia constantemente, donde las circunstancias, las emociones y las personas varían, encontramos descanso en una verdad eterna: Dios no cambia. Todo lo que Él es, siempre lo ha sido, y todo lo que ha sido y es, siempre lo será. Su carácter, su palabra y sus promesas permanecen firmes para siempre. Dios no se altera con el empo, no evoluciona ni se debilita. Él es perfecto e inmutable, y en esa estabilidad divina encontramos seguridad y esperanza.

Lectura Bíblica: Números 23:19; Salmo 102:25-27; Hebreos 13:8 

A lo largo de la Escritura, Dios se revela así mismo como Dios fiel y constante. En Números 23:19 se nos recuerda que Él no es hombre para men r ni para cambiar de parecer, su palabra es segura. El salmista declara que, aunque la creación envejece y pasa, Dios permanece siendo el mismo y sus años no se acabarán (Salmo 102:25-27). Y en el Nuevo Testamento, se nos afirma que Jesucristo es el mismo ayer, hoy y por los siglos (Hebreos 13:8), revelando que la naturaleza divina de Dios no cambia, y su fidelidad se man ene a lo largo de todas las generaciones. 

¿Qué significa que Dios sea inmutable? 

Significa que Dios no cambia en su ser, en su carácter ni en sus propósitos. No hay variación ni sombra de cambio en Él. Sus promesas son firmes y su amor no se agota. Cuando todo a nuestro alrededor es incierto, podemos confiar en que su palabra sigue siendo verdadera y su naturaleza permanece igual.

 ¿Cómo nos consuela la inmutabilidad de Dios? 

Nos da paz y seguridad. Saber que Dios no cambia nos permite descansar en su fidelidad. El mismo Dios que sostuvo a su pueblo en el pasado es el que nos sos ene hoy. Él no se olvida, no se contradice ni se cansa. Su amor, su jus cia y su misericordia son eternas. Podemos confiar en que su trato con nosotros siempre será bueno y justo, porque su carácter es perfecto.

¿Cómo podemos responder a esta verdad en nuestra vida diaria? 

Podemos vivir con confianza y estabilidad espiritual. Mientras el mundo cambia, permanecemos firmes al anclar nuestra fe en el Dios inmutable. Debemos aferrarnos a su palabra, porque lo que Él prome ó, lo cumplirá. Nuestra adoración, obediencia y fe se fortalecen al recordar que el Dios que fue fiel ayer, será fiel también mañana.

Motivos de oración 

 • Agradezcamos a Dios porque Él no cambia y su fidelidad permanece para siempre. • Oremos para confiar plenamente en sus promesas, sabiendo que su palabra es firme. • Pidamos que nuestra fe no dependa de las circunstancias, sino del Dios que es eterno e inmutable. • Que nuestras vidas reflejen la seguridad y la paz que provienen de conocer al Dios que permanece el mismo por los siglos de los siglos.

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