DOCTRINA SOBRE SATANÁS (I)
Samuel Pérez Millos
Será bueno sintetizar aquí algunos aspectos de la
doctrina sobre Satanás. La Escritura afirma continuamente su existencia; así
ocurre en el Antiguo Testamento (1Crón.21:1; Job 1:6,7, 12; 2:1, 3, 4, 6; Sal.109:6;
Zac.3:1-2): el Señor afirmó su existencia y lo mencionó en varias ocasiones
(Mt.4:10; 12:26; 13:39; 16:23; Lc.10:18)
El Nuevo Testamento menciona a Satanás en varios
lugares y los apóstoles establecieron las bases de un amplio cuerpo de doctrina
sobre él y su actuación (Lc.22:3, 31; Jn.13:27; Hch.5:3; 26:18; Ro.16:20; 1
Cor.5:5; 7:5; 2Cor.11:14; 12:7; 1Ts.2:18; 2Ts.2:9; 1Tm.1:20; 5:15; Ap.2:9, 13,
24; 12:9; 20:2, 7)
Como todos los ángeles fue creado por Dios (Col.1:16)
y, como todos ellos, fue creado antes que el hombre (Ez.28:13; Job 38:6-7). La
Biblia hace referencia al momento de su creación (Ez.28:28:13, 15). Satanás
pertenece al orden angélico de los querubines (Ez.28:14). Fue el ser más
perfecto salido de la mano de Dios (Ez.28:14); el más hermoso creado por Él
(Ez.28:14). Fue dotado de una vestidura espléndida como corresponde a su ser de
su condición y al ministerio que ejercía, que el profeta compara con un vestido
de piedras preciosas (Ez.28:13)
Como todas las criaturas creadas por Dios recibió un
nombre (Is.14:12). En la creación Satanás fue un querubín santo (Ez.28:15),
dispuesto para un ministerio de excepcional relevancia en las esferas
celestiales, que le permitía el acceso al lugar donde Dios manifestaba su
presencia por medio de su gloria (Ez.28:14. Era, según la enseñanza bíblica, el
querubín más grande.
La Biblia enseña también sobre el pecado y la caída de Satanás, haciendo afirmación de la existencia de su pecado, pero no da las razones de ese fracaso espiritual. Debe recordarse siempre que la Biblia no está escrita para satisfacer la curiosidad del hombre, sino para revelar a Dios. Según la enseñanza de la Escritura, Satanás fue perfecto hasta un momento en su existencia en que pecó (Ez.28:15)
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