ORACIÓN A DIOS (3ª)
Dámaris García
Licenciada en Teología
El modelo del Padre Nuestro
Un pasaje central de la enseñanza de Jesús sobre la oración:
el Padre Nuestro. Jesús no solo nos dice que oremos, sino que nos da un modelo
sencillo y profundo a la vez, que sigue guiando nuestra vida de fe hasta hoy (Mateo
6:9-13) Después de enseñar que la oración no debe ser apariencia ni repetición
vacía, Jesús ofrece un modelo de oración. No es una fórmula para recitar de
memoria sin pensar, sino una guía que equilibra alabanza, petición y confesión,
mostrando cómo relacionarnos con nuestro Padre celestial.
¿Qué parte nos resulta más desafiante?
Cada parte de esta oración toca un aspecto profundo de
nuestra vida. Tal vez lo más desafiante, es decir: 'Hágase tu voluntad'. Porque
muchas veces queremos imponer la nuestra, y Jesús nos enseña a rendirnos al
plan perfecto del Padre. También desafiante es pedir: 'Perdona nuestras
ofensas, así como nosotros perdonamos'. Aquí no solamente recibimos perdón,
sino que se nos llama a perdonar a otros.
¿Cómo equilibra esta oración
alabanza, petición y confesión?
Al comenzar con “Padre nuestro que estás en los cielos, san
ficado sea tu nombre”, Jesús nos enseña a empezar con alabanza y adoración.
Luego vienen las peticiones: “Danos hoy el pan de cada día”, mostrando nuestra
dependencia diaria. Después está la confesión y el perdón: “Perdona nuestras
ofensas”. Finalmente, pedimos protección: “Líbranos del mal”. En pocas
palabras, esta oración equilibra nuestra relación con Dios, nuestras
necesidades y nuestra vida espiritual.
¿Qué podemos aprender
de su sencillez y profundidad?
El Padre Nuestro es breve, claro y sencillo. No ene adornos
innecesarios ni palabras complicadas. Pero al mismo tiempo es profundo, porque
toca todo lo esencial de la vida de fe: la gloria de Dios, la provisión diaria,
el perdón, la protección y la esperanza del Reino. Aprendemos que orar no es
cuestión de muchas palabras, sino de un corazón que se abre sinceramente a
Dios.
Motivo de oración
• Que podamos aprender a orar así “Padre nuestro que estás en
los cielos, gracias porque nos has dado en Jesús un modelo perfecto de oración.
Ayúdanos a buscar siempre tu voluntad, a confiar en tu provisión diaria, a
vivir en tu perdón y a perdonar a los demás, y a caminar bajo tu protección.
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