ORACIÓN A DIOS (1)
Una interesante breflexión actual respecto a la oración, y creo qué será de mucha ayuda para los lectores de este blog, que, se consideren cristianos, según la clara enseñanza de las Sagradas Escrituras.
Dámaris García
Licenciada
en Teología
¿Por qué oramos?
Jesús nos enseña que
orar no es cumplir un rito vacío, ni mostrar algo hacia los demás. La oración
es el espacio donde abrimos el corazón a Dios con sinceridad. Vamos a
descubrir, en las palabras de Jesús, por qué oramos (Mateo 6:5-8)
Este texto es parte del Sermón del Monte, donde Jesús enseña
a sus discípulos la verdadera vida del Reino. Él contrasta dos formas
equivocadas de orar: los hipócritas que oran para ser vistos, y los gentiles
que repiten palabras vacías. Frente a esto, nos invita a orar en lo secreto,
confiados en que nuestro Padre ya sabe lo que necesitamos.
¿Qué significa la oración
en nuestra vida cotidiana?
Según las palabras de Jesús, orar no significa hacer un
espectáculo delante de otros. La oración verdadera sucede en lo secreto, en la
intimidad, porque allí nuestro Padre nos ve. Entonces, orar en la vida cotidiana
significa tener un encuentro personal con Dios, que nos escucha aun cuando
nadie más lo hace. La oración es relación con nuestro Padre, no apariencia.
¿Qué obstáculos solemos
tener para orar con sinceridad?
Jesús nos muestra dos obstáculos claros. El primero es buscar
la aprobación de la gente: orar 'para ser vistos'. Esto nos distrae del
verdadero propósito. El segundo obstáculo es creer que Dios se convence con
palabras repe das o fórmulas largas. Jesús dice que no se trata de muchas
palabras, sino de un corazón sincero. Estos dos peligros —la apariencia y la rutina
vacía— son los que debemos cuidar en nuestra oración.
¿Cómo nos ayuda Jesús a entender
que la oración no es
apariencia?
Jesús nos da una certeza preciosa: el Padre nos ve en lo
secreto, y Él ya conoce nuestras necesidades antes de que las pidamos. Eso
significa que no tenemos que impresionar a nadie, ni tampoco preocuparnos por
cómo decir las cosas. Nuestro Dios nos invita a hablarle con sencillez, con
confianza, con la seguridad de que Él ya nos conoce y nos ama.
Motivos de oración
• Gracias al Señor porque ve nuestro corazón y nos escucha en
lo secreto.
• Que él nos ayude a orar sin buscar apariencia, sin palabras
vacías, sino con un espíritu sincero delante de Él.
• Que nos enseñe a confiar en que Él ya sabe lo que
necesitamos.
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