PROFECÍA BÍBLICA (X)
WILLEM KRAAK
CAPÍTULO X
El supremo gobernante ateo
Apocalipsis 13:1,2.
En esta alborotada
situación mundial san Juan ve simbólicamente la totalidad de la población de la
tierra como un mar muy turbulento. El sigue: “Vi subir del mar un monstruo que
tenía siete cabezas y diez cuernos. En cada cuerno tenía una corona. Este monstruo
parecía un tigre, y tenía patas como de oso y boca como de león”.
Daniel 7:7, 8, 24,25.
En esta aparición reconocemos la figura que fue presentada al
profeta Daniel siete siglos atrás, cual representaba los cuatro Imperios
mundiales. En esta presentación vemos unidos los caracteres de los cuatro
Imperios: Los diez cuernos indican la división temporal del último Imperio
europeo. Lo que finalmente ha acabado en una unificación: Una poderosa entidad.
Además, san Juan recibió datos más concretos concernientes a
la lucha en la tierra en los postreros años antes del regreso de Cristo. Es de
remarcar que la verdadera lucha ocurre entre Cristo y el diablo, en la cual los
hombres hacen el papel de peones. Sin embargo, hay alguna diferencia en la
presentación.
Daniel vio una bestia con diez cuernos; luego, subió otro
pequeño cuerpo, y tres cuernos de los primeros fueron arrancados delante de él,
“y he aquí que tenía este cuerno ojos como ojos de hombre y una boca que
hablaba cosas espantosas” (Daniel 7:8) Lo que sugiere la autoexaltación de un
Superhombre ateo.
A san Juan se reveló que toda la autoridad del Superhombre le
sería dada por el gran adversario de Cristo. Aquí hay la prueba: “El dragón le
dio su poder y su trono, y mucha autoridad durante cuarenta y dos meses sobre
toda raza, pueblo, idioma y nación” (Ap.13:2-8) Todo esto acabó en adoración de
la persona del Superhombre. Todo el mundo decía: “¿Quién hay cono éste y quién
puede luchar con él?”.
Después aparece otro personaje que muestra su autoridad espiritual
en presencia del Superhombre haciendo grandes señales milagrosas, hasta la de
hacer caer fuego del cielo a la tierra a la vista de la gente. En la figura
simbólica se le ve subir de la tierra, pues no es del cielo. Este falso profeta
practica la ciencia del ocultismo y colabora con el Superhombre.
Sigue san Juan: “Por medio de sus grandes milagros engañó a
los hombres y les mandó que hicieran una imagen de aquel gobernante, y a esa
imagen él dio vida, para que esa imagen hablara y hiciera matar a todos los que
no la adorarán”.
Esto quiere decir: Que se implantará, exclusivamente, el
culto al Hombre, basado en la ciencia que el hombre ha conquistado, y se hará
obligatoria la adoración de la imagen del Superhombre. Para asegurar la
referida adoración se inventa una marca, haciendo que, a todos, pequeños y
grandes, ricos y pobres, les sea impuesta esa marca en la mano derecha o en la
frente: “Y nadie podía comprar ni vender, continúa el texto sagrado, si no
tenía la marca” (Ap.13:11-17) Así comenzará una persecución contra los que
pertenecen a Dios, y a fin de exterminar toda creencia en el Creador.
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