PROFECÍA BÍBLICA (I)
Juan Bta. Gracía Serna
Recopilo todo un librito de XV capítulos que trata acerca de las señales que se darán antes de la Segunda Venida de Cristo Jesús. Al tratar el tema de escatología, en verdad, hay ciertas profecías a tener en cuenta, pero hemos de ser muy cautos en la interpretación, ya que no entendemos todo desde nuestra perspectiva interpretativa, por ello, es aconsejable tener a mano la variedad de comentarios con diferentes tendencias, y valorar cual se ajusta más al texto bíblico. Así que, dejo al lector del Blog con esta reflexión.
WILLEM KRAAK
Nota importante
Para el estudio a que invitamos al lector en este librito
usamos la versión de la Biblia traducida al español del hebreo y griego por
Eloíno Nácar Fuster, canónigo lectoral de I.J. de Salamanca, y Alberto Colunga,
profesor de Sagrada Escritura en el convento de San Esteban, que tiene fama de
ser muy fiel al texto original.
Las citas del Nuevo Testamento las copiamos de la Versión
Popular titulada Dios llega al hombre, editada por las Sociedades Bíblicas
Unidas.
INTRODUCCIÓN
No cesa de anunciarse que el fin de la era en que vivimos se
acaba. Científicos de diferentes categorías nos advierten el peligro del
progreso. El hombre ha descubierto las fuerzas que están escondidas en los
elementos de la materia, las cuales constituyen el mayor factor en la
complicada estructura del universo. De esta manera el mundo ha quedado como un
juego en manos de los científicos y los grandes estadistas. El peligro radica
en el carácter del hombre; es decir, en su deseo de dominar a cualquier precio.
Otros escriben sobre la agonía del gran planeta Tierra,
teniendo en cuenta la dificultad para resolver los grandes problemas de la
sociedad humana: la superpoblación que se prevé dentro de pocos años y la
contaminación del medio ambiente. Un escritor católico pronosticó el fin del
mundo aproximadamente en el año 2000, basándose en el cumplimiento de la
“Profecía de los Papas”, un documento del siglo XII.
Por esto, la juventud pensadora que mira hacia el futuro pregunta: ¿Quién podrá traer la paz y la armonía al mundo? ¿Hay alguien capaz de instalar una sociedad nueva y mejor? Sí, existe. La Biblia nos da un informe exacto de ello. La Biblia es el libro más vendido, entre los que predicen el futuro. Y con razón. Desde la antigüedad sus profecías se han visto cumplidas sucesivamente en la marca de la Historia. Esto evidencia la existencia de un Dios viviente que efectúa su propósito a través del acaecer mundial. Encontramos frecuentemente en la Biblia tales indicaciones. Atendamos, pues, a la voz de la profecía bíblica.
CAPÍTULO I
El sueño profético de Nabucodonosor
Veamos, en primer lugar, el libro del gran profeta Daniel, que era un erudito judío y fue deportado con su pueblo a Babilonia. Allí se le nombró miembro del conjunto de sabios que formaban el Consejo del Emperador. (Daniel 2:16-23)
Daniel escribió su libro por allá el siglo VI antes de
Cristo, cuando Babilonia era el Imperio dominante. El nos informa cómo el
Espíritu de Dios se ponía en relación con sui siervo. “Porque no hace nada el Señor,
Yavé, sin revelar su designio a sus siervos los profetas”, escribió otro
profeta (Amós 3:7)
Ahora bien. Mediante un inquietante sueño del rey
Nabucodonosor, el profeta Daniel recibió la revelación acerca del curso del
gobierno mundial a través de los siglos. Desde entonces hasta el fin catastrófico
del mismo. Dios mismo había previsto este fracaso para establecer su propio
gobierno en la tierra.
El rey Nabucodonosor vio en su sueño una terrible y
gigantesca estatua de un varo. Tenía la cabeza de oro, el pecho y los brazos de
plata, vientre y caderas de bronce, piernas de hierro y pies de hierro y barro.
El sabio Daniel explicó que estos cuatro mentales
representaban cuatro imperios. Babilonia fue el primero, y los imperios
siguientes, como la Historia los ha identificado, fueron Medo- Persia, Grecia y
Roma. Del cuarto reino se decía: “Será fuerte como el hierro; y como hierro
desmenuza y rompe todas las cosas. Y por ser los pies con los dedos de una
mezcla de hierro y con barro, habrá últimamente un dominio dividido en parte
fuerte y en parte frágil. Luego, una piedra fue cortada, no con manos, e hirió
a la estatua en sus pies y los desmenuzó. Entonces la estatua cayó y fue
desmenuzada como tamo. Mas la piedra fue hecha un gran monte que llenó la
tierra”.
Esto significa que al final de los tiempos Dios levantará un
Reino mejor que abarcará el mundo entero y no será jamás destruido. Hasta aquí
el sentido del sueño. En recompensa a la sabiduría mostrada por Daniel el rey
le engrandeció y la constituyó gobernador de la provincia de Babilonia y le hizo
jefe supremo de los sabios.
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