PROFECÍA BÍBLICA (III)
WILLEM KRAAK
CAPÍTULO III
Dos épocas en la
estrategia del divino Rey
La persona encargada de llevar la paz al mundo había de
efectuarlo en dos diferentes épocas. Una de amor y gracia y otra de justicia.
Esto es exactamente lo que la Biblia nos dice acerca de Jesucristo y sus dos
oficios de Redentor y Juez de los hombres. Tal como había sido predicho muchos
siglos antes de su primera venida en Belén.
Había sido predicho todo lo que atañe a su Persona, su vida y
su obra en numerosos textos; su muerte y enterramiento con todos los detalles;
su resurrección y ascensión.
Casi era imposible que se cumpliesen tantos detalles en una
sola persona. No obstante, todos han sido cumplidos en Jesucristo. Por tanto,
en la Persona de Jesucristo tenemos la afirmación divina de la veracidad del
contenido de las Sagradas Escrituras, la Biblia. El mismo lo ha dicho: “Son las
Escrituras las que hablan de mí” (Juan 5:39) De esto resulta razonablemente la
seguridad que tenemos con respecto a su obra redentora para el mundo, y de que
Él vendrá por segunda vez.
Por haber cumplido en su humanidad la primera parte de su
cargo como Cordero de Dios que quita el pecado del mundo, el Señor Jesucristo
tiene el derecho de llevar a efecto la segunda parte como Juez divino, que
borrará toda iniquidad del mundo, antes de instalar su reinado de paz en
nuestra tierra. Este es el pensamiento predominante a través de toda la Biblia
(Ef.1:20-22)
Cristo resolverá la situación mundial cuando todos los
esfuerzos de los hombres habrán fracasado y habrán sido quebrantados.
Cuantiosos pasajes prometen la segunda venida de Cristo a fin de cumplir su
doble cargo de Redentor y Juez del mundo. Él mismo lo afirmó en el
interrogatorio ante el senado supremo de los judíos, ante su sentencia de pena
capital. A la decisiva del presidente, el sumo sacerdote: “En el nombre de Dios
viviente, te exijo que digas la verdad. Dinos si tú eres el Cristo, el Hijo de
Dios”, Jesús le respondió: “Si, lo soy, como tú dices. Y también os digo que
vais a ver al Hijo del Hombre sentado a la derecha del Dios poderoso, y
viniendo en las nubes del cielo” (Mt.26:63,64) Con estas palabras Jesús se
proclamó el verdadero Rey mundial que se había manifestado en una visión a
Daniel (Daniel 7:13,14)
Examinemos de nuevo ese libro de Daniel. En el capítulo 7 el
profeta da la descripción de otra visión en la cual él vio un mar muy turbulento,
del cual subían sucesivamente cuatro grandes bestias semejantes a un león, un
oso, un tigre, y la cuarta bestia era espantosa y terrible y tenía diez cuernos
((Dn.7:2-7) Mediante esta visión Dios reveló a sus siervo el carácter y modo de
ser de los imperios que ya habían sido simbolizados por la imponente estatua en
el sueño de Nabucodonosor, es decir; Babilonia, Medo - Persia, Grecia, Roma, y
el último prolongado por diez reinos que son simbolizados por diez cuernos, los cuales les corresponden a
los diez dedos de los pies de la estatua
Un ángel reveló a Daniel el significado: “Estas cuatro bestias son
cuatro reyes que se levantarán en la tierra” (Dn.7:17) Y los diez cuernos
significan que de aquel cuarto reino se levantarán diez reyes; y tras ellos se
levantará oro, el cual será diferente de
los primeros y a tres reyes derribará y dominará. Luego, que este cuerno tenía
ojos como de hombre y una boca que hablaba con gran arrogancia (Dn.7:24,25)
Estas características nos hace conjeturar que se trata de la autoexaltación de
un Superhombre ateo, apoyándose en los grandes adelantos de la ciencia.
Tal será la situación en la tierra en el tiempo hacia la
segunda venida de Cristo, según la visión de Daniel, porque en seguida vio al
Hijo del Hombre viniendo sobre las nubes del cielo. Ahora bien. ¿En qué estado
nos hallamos decididamente en nuestra época? Para distinguirlo debemos
considerar las condiciones de los pueblos que forma en nuestro tiempo el resto
del antiguo Imperio Romano, esto es. La Europa occidental. La profecía sugiere
que un poco de tiempo antes de la segunda venida de Cristo a la tierra los diez
reinos tomarán la modalidad de una combinación. A medida que se suceden los
acontecimientos políticos en el mundo, vemos la probabilidad de que se forme
pronto una gran Confederación de Naciones Europeas. De este modo las profecías
bíblicas van quedando enteramente cumplidas en nuestros días con toda precisión
y detalle. Por consecuencia hemos de concluir que la venida de Cristo se
aproxima.
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