¿CÓMO SER SALVOS?
Juan Bta. García Serna
¿Qué dice la Biblia?
Dijo el apóstol Pedro, en su primedr discurso: "Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos seer salvos" (Hechos de los Apóstoles 4:12)
Hay tres preguntas que quiero responder, de manera concisa, respecto a uno de los temas más relevantes, como es la salvación eterna de las personas. Y para ello, es preciso ir a la Biblia, y dejar las diversas tradiciones religiosas, a las cuales hay muchas personas que siguen como si fuesen única autoridad, y claro, es un total engaño, ya que la suprema e infalible autoridad está en los escritos sagrados, y no en las creencias teológicas dadas por el hombre, que al fin, y al cabo, es falible.
¿Por qué? ¿Cómo?
¿Cuándo?
De manera concisa, pero objetiva, daré respuesta a estas tres
preguntas en lo que atañe al tema. Y como dijo Jesús: “¿Y qué aprovechará al
hombre ganar todo el mundo y perder su alma? ¿Pues qué dará el hombre a cambio
de su alma?” (Evangelio San Marcos 8:36 y 37) Sin lugar a dudas, hay
prejuicios ´preconcebidos´, no obstante, me atengo en exclusiva al mensaje
bíblico, que constituye autoridad infalible en materia de fe y conducta. Así lo
expresó Jesús: “Escudriñad las Escrituras, ya que en ellas creéis tener la
vida eterna, pues ellas dan testimonio de mí” (Evangelio San Juan 5:39) Y
el Apóstol Pablo añade: “Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil
para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin
de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena
obra” (2Tm.3:16) ¡sería equívoco excluir el texto bíblico!
¿Por qué?
La razón la expresa el Apóstol Pablo: “No hay justo, ni
siquiera uno”. Y continúa diciendo: “Pues todos pecaron y todos estás
privados de la gloria de Dios” (Epístola a los Romanos 3:10 y 23). ´El
hombre no es tan solo pecador porque peca, sino que peca porque es pecador´. Se
trata de una naturaleza caída y heredada a partir de Adán y Eva. Por ello, en
este estado de perdición el ser humano necesita el perdón y la salvación que
ofrece Jesucristo a todo aquel que cree: “Porque tanto amó Dios al mundo, que
le dio su unigénito Hijo, para que todo el que crea en Él no perezca, sino que
tenga vida eterna” (Evangelio San Juan 3:16)
¿Cómo?
La salvación se obtiene sin obras meritorias. Esta afirmación
contrasta con la creencia religiosa generalizada de que las obras buenas son
parte de la salvación, pero el texto sagrado bíblico deja muy claro que la
salvación es, exclusivamente, es por GRACIA DIVINA, recibida ésta por medio de
la fe, y no por obra alguna meritoria. Así lo afirma el Apóstol San Pablo: “Pues
de gracia habéis sido salvados por la fe, y esto no os viene de vosotros, es
don de Dios; no viene de las obras, para que nadie se gloríe” (Epístola a
los Efesios 2:8-9)
Y continúa: “Y ahora son justificados gratuitamente por su
gracia, por la redención en Cristo Jesús” (Epístola a los Romanos 3:24)
¿Qué lugar ocupan las obras? No son el medio para la salvación, puesto que es
gratuita, sino que son el resultado de ser salvo: “Que hechura suya somos,
creados en Cristo Jesús, para hacer buenas obras, que Dios de antemano preparó,
para que en ellas anduviésemos” (Epístola a los Efesios 2:10).
Si la salvación fuese por medio de obras, entonces no sería
por gracia absoluta. Así razona el Apóstol Pablo: “Pero si por gracia, ya no
es por obras, que entonces la gracia ya no sería gracia” (Epístola a los
Romanos 11:6) Y el Apóstol San Pablo expresa su conclusión en lo referente a la
salvación, señalando exclusivamente la justificación por la fe sin obras
meritorias: “Pues sostenemos que el hombre es justificado por la fe sin
obras de la Ley” (Epístola a los Romanos 3:28) Una reflexión imparcial dará
razón a la Escritura.
¿Cuándo?
Uno mismo debe ver esta necesidad: “Al oírle, se sintieron
compungidos de corazón y dijeron a Pedro y a los demás apóstoles: ¿Qué hemos de
hacer, hermanos?” (Hechos de los Apóstoles 2:37). Si tienes esta actitud de
querer ser salvo, entonces escucha con atención la respuesta apostólica: “Arrepentíos”
Y “ellos (Apóstoles) le dijeron: Cree en el Señor Jesús y
serás salvo tú y tu casa” (Hechos de los Apóstoles 2:38; 16:31).
Arrepentimiento y fe son condición imprescindible para recibir la salvación.
Así lo proclamó el mismo Jesucristo: “Cumplido es el tiempo, y el reino de
Dios está cercano; arrepentíos (´cambiar de manera de pensar´) y
creed en el Evangelio” (Evangelio San Marcos 1:15). San Juan en Apocalipsis
(22:17) “Y el que tenga sed, venga, y el que quiera tome gratis el agua de
la vida “.
Y Juan señala que no
somos hijos de Dios por cuestión creativa, sino por aceptar a Cristo por la fe:
“Mas a todos los que le recibieron, a los creen en su nombre, les dio
potestad (´autoridad´) de ser hechos hijos de Dios”
(Jn.1:12). Tales personas tienen seguridad y no incertidumbre: “En verdad,
en verdad os digo (rotundidad) que el que escucha mi palabra y
cree en el que me envío, tiene vida eterna y no es juzgado, porque pasó de la
muerte a la vida” (Evangelio San Juan 5:24)
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