JESÚS SANA A UN PARALÍCO
Juan Bta. García Serna
Pongo textualmente lo que dice el texto bíblico, y añado un escueto comentario personal. Y cada uno de mis lectores saque su enseñanza aplicativa, eso sí. según la porción de las Sagradas Escrituras.
EL PARALÍCO
DE BETZATA
(Jn.5:1 al 18)el texto
“Después de esto, hubo una fiesta de los judíos, y Jesús subió a Jerusalén. Y en Jerusalén, junto a la puerta de las ovejas, hay un estanque llamado en hebreo Betzata, que tiene cinco pórticos. En estos yacía una multitud de enfermos, ciegos, cojos e impedidos. Y estaba allí cierto hombre que llevaba treinta y ocho años en su enfermedad. Cuando Jesús lo vio tendido, y conociendo que llevaba ya mucho tiempo así, le dice: ¿Quieres ser sano? (Lit. ¿Quieres ser hecho sano?). Señor, le respondió, el enfermo, no tengo un hombre que me meta en el estanque cuando es agitada el agua, y mientras yo voy, otro baja antes de mí.
Jesús le dice: ¡Levántate, alza tu
catre y anda! E inmediatamente el hombre quedó sano, y alzó su catre y echó a
andar. Y era sábado aquel día. Entonces los judíos decían al que había sido
sanado: Es sábado; no te es lícito cargar el catre. Pero él les respondió: El
mismo que me sanó, me dijo: Alza tu catre y anda. Le preguntaron: ¿Quién es el
hombre; el que te dijo alza y anda? Pero el que había sido sanado no sabía quién
era, porque Jesús se había retirado, por el gentío que había en el lugar.
Después de esto, lo halló Jesús en el
Templo y le dijo: Mira, has sido sanado; no peques más, no sea que te suceda algo
peor. El hombre fue y dijo a los judíos que Jesús era el que lo había sanado. Y
por esto los judíos perseguían a Jesús, pues hacía estas cosas en sábado. Pero
Él les decía: Mi Padre hasta ahora trabaja y Yo trabajo. Y por esto más
procuraban los judíos matarlo, porque no sólo quebrantaba el sábado, sino
también decía que Dios era su propio Padre, haciéndose igual a Dios”.
BIBLIA
TEXTUAL
Observamos en esta porción bíblica la fata de compasión en los líderes religiosos judíos, en cambio, ahí está la misericordia de Jesús sanando al paralítico. Ellos ignoraban la escala de valores: ¿sábado o sanidad? Cada uno tenemos preferencias, y claro, hay que elegir; no obstante, el cristiano debe tener cierta su elección, según la palabra de Dios. La palabra de autoridad de Jesús no les sorprende en absoluto, sino que Jesús se hiciese igual a Dios: “Haciéndose igual a Dios”. Hay una advertencia en las palabras de Jesús al hombre sanado: “Mira, has sido sanado; no peques más, no sea que te suceda algo peor”.
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