EL ESPÍRITU SANTO
Juan Bta. García Serna
EL ESPÍRITU SANTO EN LA
EXTENSIÓN DEL EVANGELIO
Un tema, a mi entender, imprescindible abordar en las
congregaciones evangélicas, ya que los textos bíblicos abundan sobre el
ministerio del Espíritu Santo en la iglesia primitiva. Señalaré algunas de las funciones
que lleva a cabo el Espíritu Santo en la vida de los creyentes, y para ello, lo
corroboró con la enseñanza clara de las Sagradas Escrituras. Serán unas
puntuaciones, y no un estudio exhaustivo lo que expondré, pero sí una
reflexión. Al ser una variedad la labor del Espíritu Santo me limitaré a una
escueta explicación. Algo que dejo claro es que, todo converso ha sido sellado
por el Espíritu Santo como garantía de su salvación: “En él vosotros, habiendo
oído la palabra de verdad, el evangelio de vuestra salvación, y habiendo creído
en él, fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la promesa, que es las arras de nuestra herencia hasta la redención de la posesión adquirida, para alabanza de su gloria" (Ef.1:13-14) Así que, ahora el
Espíritu Santo ha hecho morada en nuestro cuerpo: “¿0 ignoráis que vuestro
cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis
de Dios, y que no sois vuestros?” (1Cor.6:19)
El poder del Espíritu Santo en la extensión del
Evangelio, así lo expresó Jesús a sus discípulos en los Hechos de los Apóstoles
1:8: Pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu
Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo
último de la tierra”. “Si el poder es algo que se recibe, entonces se
descarta que emane de uno mismo, dejando claro Jesús que tal poder proviene del
Espíritu Santo, por ello: “Porque ¿quién te distingue? ¿o que tienes que no
hayas recibido? Y si lo recibiste, ¿por qué te glorías como si no lo hubieras
recibido?” (1Cor.4:7). Apuntaré algunos textos bíblicos que son muy claros
respecto al poder del Espíritu Santo en la exposición de la palabra de Dios, y
que sin esa autoridad del Espíritu Santo no estaríamos llevando fruto de
conversiones, consagraciones, ni veríamos sanidades. Pero recibiréis poder,
cuando hay
“Pero recibiréis poder, cuando haya venido
sobre vosotros el Espíritu Santo”. Y Jesús manifestó ese poder del Espíritu Santo: “Y se
asombraban de su doctrina, porque les enseñaba como quien tiene autoridad, y no
como los escribas” (Mr.1:22) ¿Cuál era la procedencia de esta autoridad de
Jesús? Jesús lleno del Espíritu Santo. Volvió del Jordán, y fue llevado por el
Espíritu Santo al desierto” (Lc.4:1). Y el apóstol Pedro dice: “Cómo Dios ungió
con el Espíritu Santo y con poder a Jesús de Nazaret, y cómo éste anduvo
haciendo bienes y sanando a todos los oprimidos por diablo, porque Dios estaba
con él” (Hech.10:38) Jesús dijo a sus discípulos: “Pero cuando os trajeren para
entregaros, no os preocupéis por lo que habéis de decir, ni lo penséis, sino lo
que os fuera dado en aquella hora, eso hablad; porque no sois vosotros los que
habláis, sino el Espíritu Santo” (Mr.13:11)
“Cuando vieron orado, el lugar en que
estaban congregados tembló; y todos fueron llenos del Espíritu Santo, y
hablaban con denuedo la palabra de Dios” (Hech.4:31) “Y con gran poder los
apóstoles daban testimonio de la resurrección del Señor Jesús, y abundancia
gracia era sobre todos ellos” (Hech.4:33) Y el apóstol Pablo dijo a los
cristianos de Corintio: “Y ni mi palabra ni mi predicación fue con palabras
persuasivas de humana sabiduría, sino con demostración del Espíritu y de poder,
para que vuestra fe no esté fundada en la sabiduría de los hombres, sino en el
poder de Dios” (1Cor.2:4 y 5) “Si alguno habla, hable conforme a las palabras
de Dios; y si alguno ministra, ministre conforme al poder que Dios da, para que
en todo sea Dios glorificado por Jesucristo, a quinen pertenecen la gloria y el
imperio por los siglos de los siglos. Amén” (1Ped.4:11)
“Y me seréis testigos”. Un testigo debe ser alguien de su
propia experiencia con el Señor, con el apoyo de las Sagradas Escrituras, y si
así no fuese sería una incoherente teoría. Jesús dijo: “Si sabéis estas cosas,
bienaventurados seréis si las hicieses” (Jn.13:17) “Pero sed hacedores de la
palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos a vosotros mismos” (Stg.1:22)
Un efecto real en las personas no es en exclusiva el conocimiento bíblico, sino
la praxis. El evangelista Lucas lo destaca refiriéndose a Jesús: “En el primer
tratado, oh Teófilo, hablé acerca de todas las cosas que Jesús comenzó a hacer
y a enseñar” (Hech.1:1)
“En Jerusalén, en toda Judea, en
Samaria”. Quizás hoy
escasea ese testimonio personal de un evangelismo cercano, digamos que no es lo
mismo el contacto personal, que el impersonal. Jesús estaba rodeado de muchas
personas, y los discípulos siguieron su ejemplo. Un testimonio personalizado
tiene más efecto que cualquier otra manera de compartir la palabra de Dios:
“Recorría Jesús todas las ciudades y aldeas, enseñando en las sinagogas de
ellos, y predicando el evangelio del reino, y sanando toda enfermedad y
dolencia en el pueblo” (Mt.9:35) “Pero los que fueron esparcidos iban por todas
partes anunciado el evangelio” (Hech.8:4) “Con potencia de señales y prodigios,
en el poder del Espíritu de Dios; de manera que desde Jerusalén, y por los
alrededores hasta Ilírico, todo lo he llenado el evangelio de Cristo”
(Rom.15:19) “Porque partiendo de vosotros ha sido divulgada la palabra del
Señor, no sólo en Macedonia y Acaya, sino que también en todo lugar vuestra fe
en Dios se ha extendido, de modo que nosotros no tenemos necesidad de hablar
nada” (1Ts.1:8)
“Y hasta la último de la tierra”. Jesús encomienda a sus discípulos la
evangelización del mundo: “Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el
evangelio a toda criatura. El que creyere y fuere bautizado, será salvo; más el
que no creyere será condenado” (Mr.16:15 y 16) E inclusive, la segunda venida
de Jesús está relacionada con la masiva extensión del evangelio: “Y será
predicado este evangelio del reino en todo el mundo, para testimonio a todas
las naciones; y entonces vendrá el fin” (Mt.24:14) Hay un argumento paulino muy
reflexivo: “¿Cómo, pues, invocaran a aquel en el cual no han creído? ¿Y cómo
creerán en aquel de quien no han oído? ¿Y cómo oirán sin haber quien les
predique?” (Rom.10:14) ¿Cómo evangelizar el mundo? Orando y apoyando la obra
misionera que se lleva a cabo en todas las naciones.
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