SEGUIR A JESÚS
Juan Bta. García Serna
SEGUIR A JESÚS
“Jesús dijo a sus discípulos:
Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo,
y tome su cruz, y sígame”.
(Evangelio San Mateo 16:24)
Haré un comentario sobre este texto bíblico, y recurriré a otros pasajes de las Sagradas Escrituras.
1. Jesús dijo a sus discípulos”.
Un discípulo es un aprendiz, y en este caso se trata de aprender de la enseñanza de Jesús, y de toda la Biblia, será un aprendizaje permanente, y no de algún tiempo determinado. Un cristiano aprenderá de las enseñanzas de la Biblia para fortalecer su vida espiritual, y también enseñar a otros.
“Escudriñad las Escrituras; porque a vosotros os parece que en ellas tenéis la vida eterna y ellas son las que dan testimonio de mí” (Evangelio San Juan 5:39), ya que la única verdad de inspiración divina está en la Biblia:
"Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia” (2ªTimoteo.3:16). “Porque ninguna profecía fue traída por voluntad humana, sino que los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo” (2ª Pedro 1:21)
Por ello, el discípulo debe aprender la palabra de Dios, de manera que no tuerza las enseñanzas de la Biblia: “Procura con diligencia presentarte a Dios aprobado como obrero que no tiene de qué avergonzarse, que usa (´traza´) bien la palabra de verdad” (2ª Timoteo.2:15) .”Si alguno habla, hablé conforme a las palabras de Dios” (1ª Pedro 4:11)
A las Escrituras no se debe añadir ni quitar, como hacían los religiosos en el tiempo de Jesús: “Invalidando la palabra de Dios con vuestra tradición que habéis transmitidos” (Evangelio San Marcos 7:13).“Casi en todas sus epístolas, hablando de estas cosas, entre las cuales hay algunas difíciles de entender, la cuales los indoctos e inconstantes tuercen, como también las otras Escrituras, para su propia perdición” (2ª Pedro.3:16). “Yo testifico a todo aquel que oye las palabras de la profecía de este libro: Si alguno añadiera a estas cosas, Dios traerá sobre él las plagas que están escritas en este libro. Y si alguno quitare de las palabras del libro de esta profecía, Dios quitará su parte del libro de la vida” (Apocalipsis.22:18-19)
Un discípulo es santificado por la palabra de Dios, así lo expresó Jesús en su oración de intercesión ante el Padre: “Santifícalos en tu verdad: Tu palabra es verdad” (Evangelio San Juan 17:17): Pablo, el Apóstol, señala la autoridad de la palabra de Dios para salvación: “Porque no me avergüenzo del evangelio, porque es poder de Dios para salvación a todo aquel que en él cree; al judío primeramente, y también al griego” (Epístola a los Romanos 1:16). Y dentro de la armadura espiritual que el creyente debe tomar se nos dice: "Tomad la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios” (Epístola a los Efesios 6:17) Y también el Apóstol Pablo dice: “La palabra de Cristo more en abundancia en vosotros” (Epístola a los Colosenses 3:16)
2. “Si alguno quiere venir en pos de mí”
Jesús habla de voluntariedad, de una decisión personal, pero aun así, el Espíritu Santo interviene: “Y cuando él venga, convencerá al mundo de pecado, de justicia y de juicio” (Evangelio San Juan 16:8). Y el Apóstol Pedro lleno del Espíritu Santo fue utilizado para la conversión de muchas personas (Hecho de los Apósotoles 2:37, 41-42)
3. “Niéguese a sí mismo”.
Esta es una parte difícil en la vida cristiana, ya que creer en Jesús es vivir un cambio de vida. “De modo que si alguno está en Cristo nueva criatura es; las cosas viejas pasaron ; he aquí todas son hechas nuevas” (2ª Corintios 5:17). Así lo expresó el Apóstol Pablo: “Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí” (Epístola a los Gálatas l2:20)
4. “Y tome su cruz”.
La cruz habla de padecimiento, aflicción, dificultades, y todas ellas apuntan a padecer por la causa del Señor. Apunto algunos textos muy aclaratorios, que aconsejo su lectura, respecto a esta cuestión de seguir a Jesús: Mateo 5:11; Filipenses 1:29; 1ªPedro 3:17; 1ªPedro 4:16; Romanos 3:17.
5. “Y sígame”.
Seguir a Jesús no es seguir una religión, ni a personas, ni a uno mismo, sino el ejemplo y la enseñanza de Jesús: “Hablé acerca de todas las cosas que Jesús comenzó a hacer y a enseñas” (Hecho de los Apóstoles 1.1). Y Seguir a Jesús es estar donde Él está: “Si alguno me sirve, sígame; y donde yo estuviere, allí también estará mi servidor. Si alguno me sirviere, mi Padre le honrará” (Evangelio San Juan 12:26)
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