DIRECCIÓN DIVINA

Juan Bta. García Serna

DIRECCIÓN DE DIOS

Una dirección de Dios indiscutible es llevar a cabo esta oración en el interior del corazón: Ordena mi pasos con tu palabra, Y ninguna iniquidad se enseñoree de mí” (Salmo 119:133)

Una realidad bíblica es que, a cada creyente Dios le muestra el camino a seguir, sea éste en algunas de las áreas de servicio espiritual, dentro o fuera de la iglesia, e inclusive en otras esferas de estudio y posterior trabajo laboral a desarrollar en el futuro. Dios, no siempre actuará en su dirección divina de la misma manera a todos por igual.

He seleccionado textos bíblicos que hablan de la dirección de Dios, según circunstancias, en los personajes de la Biblia, y ellos, serán una referencia de cómo Dios envía su dirección divina; y fuera de las Sagradas Escrituras, quizás estaríamos fuera del plan divino. Soy consciente de que muchos creyentes no saben cuál es el plan de Dios.

En varias ocasiones en plan divino se muestra a personajes bíblicos de manera muy especial, y en otras circunstancias de manera normal, y así sucede también en la vida de los creyentes, ya que Dios tiene muchas maneras de mostrar cuál es su voluntad divina. Algo obvio es que, el cristiano esté plenamente dispuesto a conocer y llevar a cabo el plan divino.

1. En la promesa de Dios, en previa condición, Él nos mostrará el camino a escoger.

Te haré entender, y te enseñaré el camino en que debes andar, sobre tu fijaré mis ojos” (Salmo 32:8). “¡Quién es el hombre que teme a Jehová? Él le enseñará el camino que ha de escoger” (Salmo 25:12). “Encomienda a Jehová tu camino, Y confía en Él; y Él hará” (Salmo 37:5). “Fíate de Jehová de todo tu corazón, y no te apoyes en tu propia prudencia. Reconócelo en todos tus caminos, y Él enderezará tus veredas” (Proverbios 3:5-6)

2. Dios, utilizó a un ángel celestial para guiar a Felipe hacia una persona religiosa.

Un ángel del Señor habló a Felipe, diciendo:Levántate y ve hacia el sur, por el camino que desciende de Jerusalén a Gaza el cual es desierto” (Hechos de los Apóstoles 8:26) ¿Y cuál fue el resultado de esta dirección de Dios? Felipe habló al eunuco “el “evangelio de Jesús”, y él recibió el bautismo por inmersión (Hechos de los Apóstoles 8:35 al 38)

3. Una circunstancia que no conlleve dirección de Dios, debe evitarse, como hizo David.

Entonces los hombres de David le dijeron: He aquí el día en que te dijo Jehová: He aquí que entrego a tu enemigo en tu mano, y harás con él como te pareciere. Y se levantó David, y calladamente cortó la orilla del mando de Saúl. Y dijo a sus hombres: Jehová me guarde de hacer tal cosa contra mi señor, el ungido de Jehová, que yo extienda mi mano contra él; porque es el ungido de Jehová”1ª Samuel 24:4, y 6)

Y aún hubo otra ocasión: “Entonces dijo Abisai a David: Hoy ha entregado Dios a tu enemigo en tu mano; ahora, pues, déjame que le hiera con la lanza, y lo enclavaré en la tierra de un golpe, y no le daré segundo golpe. Y David respondió a Abisai: No le mates; porque ¿quién extenderá su mano contra el unido de Jehová, y será inocente?” (1ª Samuel 26:8-9)

4. Si hay un llamado de Dios, entonces participa el Espíritu Santo, con la iglesia local.

Ministrando éstos al Señor, y ayunando, dijo el Espíritu Santo: Apartadme a Bernabé y a Saulo para la obra a que los he llamado. Entonces, habiendo ayunado y orado, les impusieron las manos y los despidieron” (Hechos de los Apóstoles 13:2-3)

5. San Pablo recibe una dirección de Dios para que extienda el evangelio a los gentiles.

Y me aconteció, vuelto a Jerusalén, que orando en el templo me sobrevino un éxtasis. Y le ví que me decía: Date prisa, y sal prontamente de Jerusalén; porque no recibieran tu testimonio acerca de mí. Yo dij: Señor, ellos saben que yo encarcelaba y azotaba en todas las sinagogas a los que creían en ti; y cuando se derramaba la sangre de Esteban tu testigo, yo mismo también estaba presente, y consentía en su muerte, y guardaba las ropas de los que le mataban. Pero me dijo: Ve, porque yo te enviaré lejos a los gentiles” (Hechos de los Apóstoles 22:17-21)

6. Moisés, creía que Dios le llamaba a liberar al pueblo de Israel, pero no era el momento.

Y fue enseñado Moisés en toda la sabiduría de los egipcios; y era poderoso en sus palabras y obras. Cuando hubo cumplido la edad de cuarenta años, le vino al corazón el visitar a sus hermanos, los hijos de Israel. Y al ver a uno que era maltratado, lo defendió, e hiriendo al egipcio, vengó al oprimido. Pero él pensaba que sus hermanos comprendían que Dios les daría libertad por mano suya; mas ellos no lo habían entendido así” (Hechos de los Apóstoles 7:22-25)

7. Moisés, después de un largo tiempo, recibe la dirección de Dios, para liberar a Israel.

Ya Moisés estaba instalado con su vida normal, y quizás ya no pensaba en su vida anterior en Egipto, y en la esclavitud que padecían sus hermanos de raza, a manos de los egipcios, pero Dios tenía un llamado para Moisés. Leer con atención el pasaje de Éxodo 3:1 al 10.

8. Abraham, como fiel israelita, busca esposa para su hijo Isaac, dentro de su parentela.

Así que envía a su siervo, según leemos en Éxodo 24:1 al 7. Y destaca la oración hecha a Dios (Éxodo 24:11-15) Y el resultado fue que Isaac amó a Rebeca ( Éxodo 24:67) La enseñanza bíblica es muy clara: “No os unáis en yugo desigual con los incrédulos; porque ¿qué compañerismo tiene la justicia con la injusticia? ¿Y qué comunión la luz con las tinieblas” (2ª Corintios 6:14) Y 1ª Corintios 7:39: “Cásese con quien quiera, con tal que sea en el Señor”. Según la Escritura el matrimonio es sagrado e instituido por Dios, y así los que sirven en el liderazgo de la iglesia deben ser casados (salvo excepción de poseer el “don de continencia” - 1ª Corintios 7:9)

9. En la dirección de Dios se requiere sabiduría, y ésta ha de ser la que procede “de lo alto”.

Y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada” (Epístola de Santiago 1:5). “Pero la sabiduría que es de lo alto es primeramente pura, después pacífica, amable, benigna, llena de misericordia y de buenos frutos, sin incertidumbre ni hipocresía” (Epístola de Santiago 3:17)

Conclusión.

Si pedimos que Dios nos guíe en cualquier asunto, cuando sabemos que de manera implícita o explicita está prohibido en las Sagradas Escriaturas, entonces lo que necesitamos no es dirección de Dios, sino obediencia a lo que "escrito está". Habrá ciertos temas que la Biblia no nos dice nada al respecto, y en este caso, de seguro que nos guiará, teniendo en cuenta la variedad de principios bíblicos que tenemos en la Biblia. Lo que vale ante el Señor es, ¡querer hacer la voluntad de Dios!





Comentarios

  1. Gracias por tu publicación estimado amigo y hermano. Efectivamente, hemos de pedir conforme a la Voluntad de Dios, no para nuestros deleites, placeres de los ánimos, o sensuales...etc., y en el nombre de Jesucristo, como único mediador entre Dios y los hombres (1ª Timoteo 2.5), pues nadie va al Padre sino por el Hijo (Juan 14.6) y nadie puede ir al Hijo si el Padre no le llevare (Juan 6.44). Gracias por todas tu ricas publicaciones que tanto nos ilustran en la Santa Palabra de Dios.

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