CRISTIANOS SEGÚN LA BIBLIA

Juan Bta. García Serna

¿CÓMO SER CRISTIANO?

Una persona es cristiano/a si atiende a lo que Jesús enseñó, y a todo lo que compartieron los Apóstoles. Comienzo con las palabras que dijo Jesús: “arrepentíos (cambio de vida), y creed en el evangelio” (Evangelio San Marcos 1:15). "Y que se predicase en su nombre el perdón de pecados en todas las naciones” (Evangelio San Lucas 24:47) He aquí tres elementos de necesidad absoluta para ser cristiano/a: arrepentimiento, creed, y perdón (1ª Juan 1:9)

Evangelio San Juan 1:12: “Más a todos los que le recibieron, a los que creen en su no  mbre les dio potestad de ser hechos hijos de Dios”. Según este texto para llegar a ser hijos de Dios hay que recibir a Cristo, una decisión personal, y creer, poner fe  en Cristo Jesús. Así que uno descarta la idea generalizada de que todos los humanos somos "hijos de Dios",  una idea errónea al confundir el ser "criaturas" de Dios, en razón de creación, a ser “hijos de Dios”, por cuestión de nacimiento espiritual, llamado “nacer de nuevo”: “De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no puede entrar en el reino de Dios” (Evangelio San Juan 3:3) ¡Un texto sagrado que lo deja muy claro!

Otra aclaración la encontramos en el texto bíblico del Evangelio San Juan 1:13: “Los cuales no son engendrados de sangre, ni de voluntad de carne, ni de voluntad de varón, sino de Dios”. Lo que significa que no por nacimiento natural que somos “hijos/as de Dios”, sino por nacimiento espiritual “engendrados de Dios”, según el texto sagrado.

Epístola a los Efesios 1:13 al 14

“En él también vosotros, habiendo oído la palabra de verdad, el evangelio de vuestra salvación, y habiendo creído en él, fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la promesa hasta la redención de la posesión adquirida para alabanza de su gloria”. Aquí destaco alguna reflexión.

1.“En él también vosotros. habiendo oído la palabra de verdad, el evangelio de vuestra salvación (v.13)

Se destaca el escuchar la enseñanza del evangelio, ¡no otra enseñanza que no sea la palabra de Dios! Así que queda descartada toda enseñanza religiosa que no se apoye en la Biblia.

2. “Y habiendo creído en él” (v.13)

Creer en Cristo Jesús es aceptar toda la enseñanza que Jesús predicó, y después sus Apóstoles. Todas las creencias han de ser examinadas a la luz del evangelio, o sea, la palabra de Dios: “Si alguno habla, hablé conforme a las palabras de Dios” (1ª Pedro 4:11)

3. “Fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la promesa” (v.13)

Cuando una persona cree en el evangelio de Cristo Jesús es “sellado con el Espíritu Santo”, como garantía de pertenencia a Dios, y en consecuencia la seguridad de la vida eterna: “el Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu, de que somos hijos de Dios” (Epístola a los Romanos 8:16). Y enfatiza el Apóstol Pablo que, “si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, no es de Él” (Epístola a los Romanos 8:9)

4. “Que es las arras de nuestra herencia” (v.14)

Se trata de la seguridad de la herencia con Cristo Jesús en el reino de los cielos: “Y este es el testimonio: que Dios nos ha dado vida eterna, y esta vida está en su Hijo. El que tiene al Hijo tiene la vida; el que no tiene al Hijo de Dios no tiene la vida” (1ª Juan 5:11-12) . Cuando somos hijos/as de Dios el Espíritu Santo hace su morada en nuestro cuerpo: “¿No sabéis que sois templo de Dios, y que el Espíritu de Dios mora en vosotros” (1ª Corintios 3:16)

5. “Hasta la redención de la posesión adquirida” v.14)

Ahora somos “hijos/as de Dios”, pero todavía no hemos entrado a poseer de manera plena la: "redención de la posesión adquirida”, pero llegará ese momento que Jesús anunció: “No se turbe vuestro corazón; creéis en Dios, creed también e mí. En la casa de mi Padre muchas moradas hay; voy, pues, a preparar lugar para vosotros,para que donde yo estoy, vosotros también también estéis” (Evangelio San Juan 14:1-3)

6. “Para alabanza de su gloria” (v.14)

Habla de la alabanza de la gloria de Dios en el cielo: “Y a todo lo creado que está en el cielo, y sobre la tierra, y debajo de la tierra, y en el mar, y a todas las cosas que en ellos hay, oí decir: Al que está sentado en el trono, y al Cordero, se la alabanza , la honra, la gloria y el poder, por los siglos de los siglos” (Apocalipsis 5:13) “Y salió del trono una voz que decía: Alabad a nuestro Dios todos sus siervos, y los que que teméis, así pequeños como grandes. Y oí como la voz de una gran multitud, como el estruendo de muchas aguas, y como la voz de grandes truenos, que decían: ¡Aleluya, porque el Señor nuestro Dios Todopoderoso reina!” (Apocalipsis 19:5-6)

¿Cómo se adquiere esta salvación?

Epístola a los Efesios 2:8-9: “Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe”. ¿Cuál  lugar ocupan las obras? Son una consecuencia de la salvación, y no la causa de la misma: “Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas” (Epístola a los Efesios 2:10)  ¿Eres salvo en Cristo Jesús, o practicas una religión?