EL PERDÓN BÍBLICO

 Juan Bta. García Serna

UNA REFLEXIÓN

¿HASTA SETENTA VECES SIETE?

 Jesús compartiendo con sus discípulos cómo orar,

les mencionó estas palabras:

"Perdónanos nuestras deudas

como también nosotros perdonamos

a nuestros deudores"

 (Evangelio según Mateo 6:12)

 En este texto se demanda el perdón de

Dios en razón de que uno también

perdone, de no ser así

no existe coherencia cristiana.

 El perdón es un deber que debe

fluir de un corazón regenerado.

Es posible no estar ejerciendo el perdón tal y

como lo dijo Jesús "de todo corazón",

y no sólo un deseo sin

contenido reparador.

 Me hace pensar en las palabras de Jesús,

cuando dijo: "Más ni no perdonáis, tampoco

vuestro Padre os perdonará"

 (Evangelio según Mateo 6:15)

 Quiere decir que el perdón de Dios está

acondicionado a nuestro perdón hacia otros.

 ¿Cómo hemos de perdonar?

 "Si alguno tuviera queja contra otro,

de la manera que Cristo os perdonó,

así también hacedlo vosotros"

 (Epístola a los Colosenses 3:13)

 No es una cuestión fácil, más bien difícil,

según sea el caso, pero Jesús dice que

nuestro perdón a los demás debe ser

"setenta veces siete".

Creo que Jesús se refiere a un perdón sin límite

de cuántas veces.

 Será reparador reflexionar sobre

el perdón de Esaú a Jacob, y también del perdón

de José hacia sus hermanos.

 Para terminar esta corta reflexión,

os dejo unas palabras en verso:


Si el perdón no das,

de Dios no lo recibirás,

ya que el perdón de Dios

acondicionado está

a tu perdón a los demás.

 ¡Extiende tu perdón,

y Dios te perdonará!

¡Alma mía, ayúdame a perdonar,

como hizo Cristo conmigo,

y lo hace sin cesar;

no acumules rencor alguno

que me prive de adorar,

cuando ofrezco mi ofrenda

ante tu altar!

¡Victoria hay en Cristo!

¿Por qué me he de apenar?

El que venció en la Cruz

auxilio me dará,

para extender el perdón

como algo natural.

 

Comentarios

Entradas populares de este blog

SANIDAD SEGÚN LA BIBLIA

ACERCA DE LOS "DONES ESPIRITUALES"

DIFERENCIAS DOCTRINALES ENTRE PROTESTANTES Y CATÓLICOS