ESPIRITUALIDAD

Juan Bta. García Serna

INTRODUCCIÓN

En todos los tiempos de la historia del pueblo evangélico la vivencia espiritual fue necesaria, ya que, las palabras no tienen todo el poder persuasivo que tiene el testimonio de una vida cambiada por el poder del evangelio: “Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos” (Mateo 5:16)

ESPIRITUALIDAD

La expresión "espiritual" es un concepto opuesto a lo "carnal", de aquí que el apóstol Pablo diga a los cristianos de Corinto: "De manera que yo, hermanos, no pude hablaros como a espirituales, sino como a carnales, como a niños en Cristo" (1ª de Corintios 3:1); lo cual expresa una vida pobre en espiritualidad, en razón de carnalidad y niñez, indicando que los "celos, contiendas y disensiones" son causa de una vida carnal (v.3)

Cada cristiano se halla envuelto en una constante lucha, añorando una vida espiritual aflora una vida carnal: "Porque no hago el bien que quiero, sino el mal que no quiero, eso hago" (Romanos 7:19)

Hay unos principios bíblicos que, de seguirlos, nos ayudan a vivir una vida espiritual; y el principal de ellos es, dejar a Dios que aconseje a nuestra conciencia: "Bendeciré a Jehová que me aconseja; Aun en las noches me enseña mi conciencia" (Salmo 16:7)

¿QUÉ ES LA CONCIENCIA?

Es como un termómetro que indica nuestro estado espiritual: "Mostrando la obra de la ley escrita en sus corazones, danto testimonio su conciencia, y acusándoles o defendiéndoles sus razonamientos"  (Romanos 2:15). Y para que la conciencia funcione es necesario que sea guiada por el Espíritu: "Verdad digo en Crtisto, no mien to, y mi conciencia me da testimonio en el Espíritu Santo" (Romanos 9:1). La voz de la conciencia hay que escucharla: "Porque nuestra gloria es esta: el testimonio de nuestra conciencia" (2ª Corintios 1:12). Uno naufraga si no hace caso a la conciencia: "Manteniendo la fe y buena conciencia, desechando la cual naufragaron en cuanto a la fe algunos" (1Timoteo 1:19)

¿QUIÉN ES UN CRISTIANO ESPIRITUAL?

Hay una variedad de condiciones, pero destacaré solamente algunas:

1º Un cristiano espiritual es aquel que no se adapta a la manera de vivir conforme al mundo que le rodea: "No améis al mundo, ni las cosas que están en el mundo, porque todo lo que hay en el mundo, los deseos de la carne, los deseos de los ojos y la vanagloria de la vida, no proviene del Padre, sino del mundo" (1ª Juan 2:15-16) O sea, que existe una filosofía de "corriente de este mundo" a la cual el cristiano debe rechazar enérgicamente.

2º Un cristiano espiritual es aquel que refleja al exterior lo que emana de espiritualidad interior: "Pues no es judío el que lo es exteriormente, sino que es judío el que lo es interiormente" (Romanos 2:28 y 29). Una vida espiritual emana de una estrecha relación con Dios: "Porque según el hombre interior, me deleito en la ley de Dios" (Romanos 7:22)

3º Un cristiano espiritual es aquel que es capaz de perdonar, entendiendo que su perdón le condiciona al perdón de Dios: "Y cuando estéis orando, perdonad, si tenéis algo contra alguno, para que también vuestro Padre que está en los cielos os perdone a vosotros vuestras ofensas. Porque si vosotros no perdonáis, tampoco vuestro Padre que está en los cielos os perdonará vuestras ofensas" (Marcos 11:25-26)

4º Un cristiano espiritual es aquel que no está conforme con una vida espiritual raquítica: "Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, y renueva un espíritu recto dentro de mí" (Salmo 51:10) Este tipo de renovación se efectúa en el interior del creyente, y es algo constante: "Por tanto, no desmayamos; antes, aunque este nuestro hombre exterior se va desgastando, el interior no obstante se renueva de día en día" (2ª Corintios 4:16)

5º Un cristiano espiritual es aquel que sigue a Cristo a pesar del precio a pagar: "Y decía todos: "Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día y sígame" (Lucas 9:23)

6º Un cristiano espiritual es aquel que evangeliza, aceptando la gran comisión de Jesús a los discípulos: "Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura" (Marcos 16:15). "Y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria y hasta lo último de la tierra" (Hechos 1:8) "Pero los que fueron esparcidos iban por todas partes anunciando el evangelio" (Hechos 8:4)