MOISÉS: UN SIERVO DE DIOS
Juan Bta. García Serna
Recopilo un artículo que, podrá ser una ayuda a la vida cristiana que, muchas veces carece de una genuina fe, cuando las ´pruebas´ vienen a la la vida cristiana con fuerza ´desoladora´ y, nos hace ´tambalear´ en la fe en el Señor.
Por la fe Moisés
Hebreos 11:24-28
¿Cómo visualizas a un
hombre o una mujer de fe? ¿Qué es lo que hacen que te inspira? En Hebreos 11
encontramos una lista de hombres y mujeres de fe. En ella encontramos nombres
conocidos como la de Abel, Noé, Abraham, Moisés y Rahab. También nombres menos
conocidos, incluso personas cuyos nombres sólo Dios conoce. Cada persona ha
sido colocada por Dios mismo en esta lista de héroes de la fe. La lectura de
este capítulo nos ayudará a ‘recalibrar’ nuestra comprensión de lo que
significa ser hoy un hombre o una mujer de fe. ¡Pruébelo! La palabra ‘creyente’
es bíblica. Pero a menudo la evito. ¿Por qué? Porque todo ser humano es un
‘creyente’ en algo. Lo que distingue a un verdadero cristiano no es que sea
‘creyente’, sino el contenido de su fe. ¿Cómo demostró Moisés su fe?
1. Moisés rehusó. “Por la fe Moisés, hecho ya grande,
rehusó llamarse hijo de la hija de Faraón” (v.24). Parte de seguir al Señor
Jesús es decirle ‘no’ al pecado. Para servir al Señor eficazmente, también
tendremos que aprender a decirle ‘no’ a algunas cosas buenas que absorben
demasiado de nuestro tiempo, energía o recursos, cosas que nos distraen. Ambas
cosas se mencionan en Hebreos 12:1. Para correr bien la carrera que tenemos por
delante, debemos despojarnos “de todo peso y del pecado que nos asedia”.
2. Moisés escogió. “escogiendo antes ser maltratado con
el pueblo de Dios, que gozar de los deleites temporales del pecado” (v.25). La
esencia de la vida cristiana es evitar el pecado. ¡Seguir al Señor Jesús es
algo positivo! También debemos aprender a decirle ‘sí’ a las cosas correctas.
La dirección de nuestra vida la determinan las grandes y sobre todo las
decisiones pequeñas que tomamos todos los días.
3. Moisés fijó su
mirada en el futuro.
“teniendo por mayores riquezas el vituperio de Cristo que los tesoros de los
egipcios; porque tenía puesta la mirada en el galardón” (v.26). Moisés puso su
mirada en algo fututo y lo que veía influía en sus valores y prioridades. ¿Qué
‘galardón’ tenía Moisés en mente? Probablemente la Tierra Prometida. Pero como
David y muchos otros, Moisés también tenía en mente la eternidad, “En tu
presencia hay plenitud de gozo; Delicias a tu diestra para siempre” (Sal
16:11). ¿Vives hoy consciente de la eternidad? ¿Cómo afecta esta mirada tus
decisiones de hoy?
Probablemente sabes que Moisés desobedeció a Dios y por ende
no se le permitió entrar en la Tierra Prometida (Nm 20, 6-13). Con Dios hay
perdón. ¡Esto es una realidad maravillosa! Pero a veces viviremos con una
consecuencia de nuestro pecado durante toda nuestra vida terrenal. Cerca de
1500 años después, encontramos a Moisés, junto con Elías al lado de Jesús en el
monte de la transfiguración: “quienes aparecieron rodeados de gloria, y
hablaban de su partida, que iba Jesús a cumplir en Jerusalén” (Lc.9:30). Dios
mismo introdujo a Moisés en la Tierra Prometida. ¡Qué hermoso recordatorio de
la gracia de Dios!
4. Moisés se sostuvo. “Por la fe dejó a Egipto, no
temiendo la ira del rey; porque se sostuvo como viendo al Invisible” (v.27). La
primera vez que Moisés salió de Egipto tuvo mucho miedo. Acababa de matar a un
egipcio. Cuarenta años después, Moisés salió de Egipto de una manera diferente.
El Señor estaba con él. Era valiente. ¡Ya no tenía miedo! Durante los
siguientes 40 años Moisés lideró a los Israelitas en el desierto. Fueron años
difíciles. A menudo el pueblo se quejaba. Le tocó hacerle frente a ataques
externos e internos. En ninguna parte leo que alguien agradeciera a Moisés por
su gran dedicación. ¿Cómo se sostuvo Moisés? Se nos dice que vio ‘al
Invisible’. Sí, en la zarza ardiente, en la cima del monte Sinaí y en el
tabernáculo de reunión. Pero, por fe, aprendió a vivir y a depender diariamente
de Su presencia. Moisés le ruega a Dios, “Si tu presencia no ha de ir conmigo
no nos saques de aquí” (Ex. 33:15)
Si quieres perseverar en tu matrimonio, en la crianza de tus
hijos, en el servicio a los demás, en tu vocación o ministerio, incluso
perseverar en la adoración, también debes aprender a ‘ver’ al Invisible. Si
hemos de correr bien la carrera que tenemos por delante, debemos poner “los
ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe” (Heb.12:2)
5. Moisés celebró: “Por la fe celebró la pascua y la
aspersión de la sangre, para que el que destruía a los primogénitos no los
tocase a ellos” (v.28). La noche antes de salir de Egipto, cada familia
Israelita debía matar un cordero y aplicar su sangre a los postes de la puerta
de su casa. “Y veré la sangre y pasaré de vosotros” (Ex 12:13). Por la fe,
Moisés y los israelitas obedecieron y se salvaron. Su salvación no dependía de
la intensidad de su fe, sino del poder de la sangre. Ese principio es válido
también para ti y para mí hoy.
A diferencia de las otras fiestas judías, las instrucciones para celebrar la Pascua fueron dadas a Moisés cuando aún estaba en Egipto. En ese momento sólo tenía la promesa de liberación. Por la fe, Moisés y los israelitas celebraron esta primera Pascua. Cuando celebramos la Cena del Señor, ‘por la fe’ miramos hacia atrás y descansamos en una obra completa del Señor Jesús. Y también, ‘por la fe’ miramos hacia adelante y anunciamos Su muerte “hasta que él venga” (1 Cor.11:26)
Por la fe Moisés tomó buenas decisiones, se sostuvo todos los
días e incluso celebró la salvación del pueblo. ¡Que Dios nos ayude a seguir
ese buen ejemplo!
Felipe Nunn – Eindhoven, NL –Agosto 2023
Fuente: https://philipnunn.com/es/ – Escritos>Vitamina
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