LA VIRGEN MARÍA EN EL NUEVO TESTAMENTO
Juan Bta. García Serna
Recopilo un artículo publicado en la Revista: “RESTARURACÓN,
en octubre del año 1979. Considero el tema como una reflexión a tener en cuenta
para todos aquellos que profesan, con sinceridad, la religión católica,
y que no hayan examinado esta cuestión doctrinal. ¡Ojalá que, sin prejuicio alguno, y de manara exhaustiva, alguien se esmere en una reflexión seria y bíblica, respecto al tema en cuestión!, ya que se trata de lo que enseña la Sagrada Biblia.
En la Historia de la Navidad la Virgen ocupa un importante lugar.
Sin embargo, la leyenda y la verdad han sido de tal forma mezcladas en torno a
la persona y obra de la Virgen, que ya resulta difícil saber dónde termina lo
real y dónde empieza la invención. Entre las oraciones dedicadas a la Virgen en
la liturgia católica, el “AVE MARÍA” ocupa un destacado lugar. La palabra “AVE”,
que es una forma de saludo tomada del Lucas1:28, tiene tres letras. Exactamente
las mismas letras que la palabra “EVA”, sólo que colocadas en un orden distinto.
Esta coincidencia ha llevado a algunos teólogos católicos a la conclusión de
que, así como EVA fue la causa de perdición para el mundo, MARÍA lo fue de
salvación. La comparación tiene algún sentido. Lo que no tiene sentido bíblico
es la afirmación de que María motivó la salvación del mundo. La Biblia, desde
su primera a su última letra, dice que la salvación fue llevada a cabo por
Cristo. Pero este no es el único error en torno a la persona de la
bienaventurada madre de Jesús de Nazaret.
ERRORES EN TORNO A MARÍA
1º. La Biblia no dice que María nació sin mancha de
pecado. Cuando el libro de Dios afirma que
todos los seres humanos somos pecadores y estamos destituidos de Su gloria,
incluye también a María (Romanos 3:23). Fue el Papa Pío IX quien proclamó el
dogma católico de la inmaculada Concepción de María en febrero de 1849.
2º. La Biblia no dice que María es madre de Dios. Entre otras razones, porque Dios y madre de Dios son
términos que se contradicen. María fue madre de la naturaleza humana de Jesús,
pero no de su naturaleza divina. Cristo afirmó ser antes que Abraham (Juan 8:58),
luego fue también antes que María. Cristo existía con el Padre desde el
principio (Juan 1:1), desde la eternidad de los tiempos.
3º. La Biblia no dice que María debe ser adorada. En el monte de la tentación Cristo reafirmó una vez más
que sólo Dios es digno de ser adorado. Al mismo diablo dijo: “Al Señor Dios
adorarás y a él sólo servirás” (Mateo 4:10)
4º. La Biblia no dice que María es mediadora entre
Dios y el hombre. La
afirmación de San Pablo es rotunda: “Hay un solo Dios, y un solo mediador entre
Dios y los hombres, Jesucristo hombre” (2 Timoteo 2:5). Y el mismo Cristo dijo:
“Yo soy el camino, la verdad y la vida; nadie viene al Padre sino por mí” (Juan
14:6)
5º. La Biblia no dice que María salva. Quien salva es Cristo. Sólo Cristo Cuando el ángel se aparece a José y le anuncia el nacimiento del Señor, le dice: “María, tu mujer, dará a luz un hijo, y llamarás su nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo de sus pecados” (Mateo 1:21). Como eco de esta afirmación celestial, el apóstol Pedro declara: ”Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos” (Hechos4:12)
6º. La Biblia no dice que debemos de orar a María”. La oración que Cristo enseñó a sus discípulos, tanto para
ellos como para nosotros, empieza diciendo: “Padre nuestro”. Las oraciones,
pues, deben ser dirigidas al Padre en el nombre de Hijo (Juan 14:13; 15:16;
16:23)
7º. La Biblia no dice que María es nuestra madre. La idea está tomada de Juan 19:25-27.
Antes de morir, estando aún en la Cruz, Cristo encomendó a María al cuidado de
Juan y a Juan al cuidado de María. De aquí se ha deducido que al darla por madre
a Juan la estaba dando a toda la humanidad. Deducción naturalmente errónea.
Además, decir que Dios es el Padre y María la madre nos coloca al nivel de los
paganos, cuyos dioses formaban matrimonio entre sí.
8º. La Biblia no dice que María subió al cielo en
cuerpo y alma. Esta creencia fue hecha dogma el 1
de noviembre de 1850 por el Papa Pío XII. La última vez que la Biblia menciona a
María es en Hechos 1:14. Pero nada dice acerca de su muerte y mucho menos de su
pretendida ascensión corporal a los cielos.
Maria la virgen no compromete a seguirla firmemente como el camino que trazo Cristo en la cruz
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