¿CÓMO EDUCAR AL NIÑO PARA DIOS?
Juan Bta. García Serna
EDUCANDO AL NIÑO PARA DIOS
Ojeando la revista: Edificación Cristiana", leí un artículo que, me pareció de interés para los padres que todavía tenéis niños pequeños, y que ésta es una etapa importante en la educación del niño, así que no he dudado en su publicación.
Quizás sea de gran ayuda, éste es mi deseo y oración por nuestros niños de
la iglesia. Hay cosas que han sido escritas en otro tiempo que merecen ser
sacadas a la luz de nuevo, ya que tienen gran enseñanza que no caduca con el
paso de los años, sino que nos mueve a la reflexión.
Se exponen en este artículo algunas reglas de oro que se han de aplicar en la educación del niño para Dios.
1.- Orar por tu niño aún antes de que nazca. Eres responsable de prepararle para esta vida y la próxima.
2.- Asegúrate que sepa exactamente lo que esperas de él. La mayor parte dl
libro de Proverbios son consejos específicos de un padre a su hijo.
3.- No tengas miedo de decir "no", y mantenerte firme en tu decisión. Ayúdale a ser responsable, adminístrale disciplina justa, inmediata y de forma consistente. Haz que él sepa que lo aceptas y que es importante para ti.
4.- Intenta llevarlo a un conocimiento personal de la obra salvífica de Cristo. Consigue comunicar con él para que puedas ganarle para Dios.
5.- Trátale como una persona que está creciendo y madurando. El trabajo de educar a los niños es un proceso que lleva años en completarse.
6.- Mantén la práctica de leer juntos la Biblia y orar (no abandones esta
práctica, este paréntesis es mío), pero practica lo que profesas. Tus hijos
aprenderán más observando tu ejemplo, que escuchando tus palabras.
7.- Cuando tengas problema o sea un problema, no reacciones bruscamente ni pierdas el control. No le grites ni levantes la voz.
8.- Preocúpate más de las actitudes y el carácter cristiano que de sus progresos deportivos, su ropa, belleza física o su inteligencia.
9.- Dale la oportunidad de tomar decisiones cuando se plantea asuntos importantes. Tu meta ha de ser llevar a tu hijo a la madurez en Cristo y no a la dependencia de ti.
10.- Celebra conferencias (mejor traducir: charlas o coloquio) en familia donde podáis discutir cuestiones como vacaciones, los colegios, los trabajos caseros, los tiempos devocionales y otros proyectos en familia.
11.- Comunícale optimismo y esperanza. Nunca sugieras que le has dejado por imposible, y que estás resignado a que sea un fracaso.
12.- Busca ocasiones para alabarle. Exprésale tu aprecio frecuentemente con
palabras y hechos. Un cuidado amoroso y atento. Expresa espontáneamente lo que
sientes por él.
13.- Nuca debes reñirle delante de los demás. No le amenaces ni asegures nada que no tengas intención de cumplir.
14.- Cuando te equivoques con él, admítelo y pídele perdón.
15.- Pregúntale su parecer, conócelo siempre en todos los aspectos y discusiones familiares.
16.- Haz que le sea fácil acudir a ti con sus problemas y preocupaciones. Aprende a escucharle. Cuando te necesite, préstale toda tu atención. No olvides lo que va a decir ni te precipites a interrumpirle con críticas ni consejos.
17.- Enséñale en el camino donde debe andar, y cuando sea viejo no se apartará de él.
(Adaptado de "Cómo educar un niño para Dios", de Wayne Marck, Reformation. Today, nª29, enero 1976 y publicado en Evangelical Times, marzo 1987. Reproducido por "Edificación Cristiana" noviembre -diciembre 1987)
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