UN CRISTIANO SEGÚN LA BIBLIA (II)

Juan Bta. García Serna

Santificación.

"Adorar a Jehová en la hermosura de la santidad" (Sal.96:9)

Una lista de textos bíblicos nos reta a una vida santa, algo que muchas veces escasea, y por ello, hace que nuestra profesión cristiana “tenga mucho que desear”. Si Dios ha de ser adorado, el requisito es que, “sea en la hermosura de la santidad” (Sal.96:9), y ello, entraña, lo que Jesús dijo a la mujer samaritana, que los “verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad” (Jn.4:23) Esta reflexión va dirigida a todos los que nos consideramos cristianos, según la enseñanza de la palabra de Dios. 

Un llamado a ser santos

(1)  Pablo, el apóstol, se dirige a los cristianos de la metrópoli romana, y les  deja claro: “A todos los que estáis en Roma, amados de Dios, llamados a ser santos” (Ro.1:7) (2) Una vida santa no se limita a un aspecto o área de vida santa, sino a todo el conjunto de personalidad:  “Sino como aquel que os llamó es santo, sed también vosotros santos en toda vuestra manera de vivir” (1Ped.1:15) (3) Aunque los cristianos ya habían sido santificados (“posicionalmente”) mediante la conversión, o, justificación mediante la fe en Cristo Jesús (Ro.5:1); ahora son llamados a seguir en el proceso santificador: “A la iglesia de Dios que está en Corinto, a los santificados en Cristo Jesús, llamados a ser santos con todos los que en cualquier lugar invocan el nombre de nuestro Señor Jesucristo” (1Cor.1:2) (4) El hecho de que el cristiano prosiga en el camino de santidad se debe a que imita la identidad de santidad de Dios, “Porque escrito está: Sed santos, porque yo soy santo” (1Ped.1:16) (5) Esta fue una enseñanza que debían practicar el pueblo judío: “Habla a toda la congregación de los hijos de Israel, y diles: Santos seréis, porque santo soy yo Jehová vuestro Dios” (Lev.19:2) (6) En el plan divino de la elección de los salvos, hay una finalidad prioritaria:  “Según nos escogió en Él antes de la fundación del mundo, para que fuésemos santos y sin mancha delante de Él” (Ef.1:4) (7) ¿Cuál es la voluntad de Dios, por excelencia? “Pues la voluntad de Dios es vuestra santificación” (1Ts.4:3)

Un progreso a ser santos

(1) Una vida de santidad siempre será progresiva, así lo enseñan los siguientes textos bíblicos, y que realmente son muy reflexivos: “En quien todo el edificio, bien coordinado, va creciendo para ser un templo santo en el Señor” (Ef.2:21) 2) “A fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo” (Ef.4:12) (3) “Puesto que todas estas cosas han de ser desechas, ¡cómo no debéis vosotros andar en santa y piadosa manera de vivir”! (2Ped.3:11) (4) Dios nos disciplina, “para que participemos de su santidad” (Heb.12:10) (5) ¿Será posible la comunión con Dios sin una vida de santidad?: “Seguid la paz con todos, y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor” (Heb.12:14) (6) ¿Cuál es el verdadero fruto que debe llevar el cristiano?: “Mas ahora que habéis sido libertados del pecado y hechos siervos de Dios, tenéis por vuestro fruto la santificación” (Ro.6:22) (7) ¿Cómo podemos perfeccionar la santidad en la vida cristiana?: “Así que, amados, puesto que tenemos tales promesas, limpiémonos de toda contaminación de carne y de espíritu, perfeccionando la santidad en el temor de Dios” (2Cor.7:1)

(8) ¿Quién ha de ver la santidad en el cristiano?: “Para que sean afirmados vuestros corazones, irreprensibles en santidad delante de Dios” (1Ts.3:13) (9) ¿Qué finalidad tiene el plan de Dios para la vida de un cristiano?: “Pues no nos ha llamado Dios a inmundicia, sino a santificación” (1Ts.4:7) (10) ¿Cómo podemos ser de utilidad para Dios?: “Así que, si alguno se limpia de estas cosas, será instrumento, útil al Señor, y dispuesto para toda buena obra” (2Ts.2:21) (11) ¿Cuál es la voluntad de Dios?: “Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional” ((Ro.12:1).Cualquiera de las actividades en la vida cristiana debe tener como prioridad una vida santificada, si así no fuese, entonces no somos aceptados por Dios. 

¿Quién nos hace santos?

(1)  Una vida santa no es cuestión de mérito propio, ni de ningún concepto atribuido por hombre alguno, sino que procede del trino de Dios: “A los santificados en Cristo Jesús” (1Cor.1:2) (2) “A los llamados, santificados en Dios Padre” (Judas 1) (3) “Elegidos según la presciencia  (“anticipado conocimiento”) de Dios Padre en santificación del Espíritu” (1Ped.1:2) “Porque el que santifica y los que son santificados, de uno son todos” (Heb.2:11) (4) Y Dios utiliza la palabra Dios para llevar a cabo esta santificación: “Santifícalos en tu verdad; tu palabra de es verdad” (Jn.17:17) (5) Y el Espíritu Santo lleva a cabo en nuestro interior el que vivamos una vida santa (“apartados para Dios”) “¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cuál tenéis de Dios, y que no sois vuestros?” (1Cor.6:19) (6) Y, además, de la reflexión bíblica, donde Dios nos habla, tenemos la oración, y ello, contribuye en este proceso santificador de nuestra vida: “Porque por la palabra de Dios y por la oración es santificado” (1Tm.4:5)


 

 

 

 

 

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