"PAZ", SEGÚN LA BIBLIA.

Juan Bta. García Serna

Introducción.

Consideraré este tema de la “paz, según la Biblia”, en tres aspectos. Observó lo que dice la Biblia, y en razón de ello, reflexiono sobre el tema en cuestión. Una necesidad intrínseca hay en cada persona de obtener “paz interior”, frente a las vicisitudes que la vida aporta a nuestra experiencia. Hay una equivocación notoria cuando pensamos que será “nuestro esfuerzo” el que nos sacará del “hoyo” de una vida vacía de “paz”. Jesús dijo: “La paz os dejo, mi paz os doy, yo no os la doy como el mundo la da” (Jn.14:27); según este texto bíblico está muy claro que hay una diferencia al concepto de “paz” que existe en el mundo, y en las personas, al que señala Cristo Jesús. ¡Sólo hay una “fuente” de donde emana la paz, así que desconocerla equivaldrá a no experimentar la auténtica paz ofrecida por Jesucristo!

“Paz para con Dios”.

“Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo” (Rom.5:1) Una primera condición en el disfrute de la paz, es que la tal se inicie en la reconciliación con Dios: “quien nos reconcilió consigo mismo por Cristo” (2Cor.5:18) “Os rogamos en nombre de Cristo: Reconciliaos con Dios” (2Cor.5:20) ¿Puede haber paz sin previa reconciliación “para con Dios”? La fuente u origen de una auténtica paz emanará de una relación con Dios, la cual se produce en la “justificación” hecha por Dios, “por medio de nuestro Señor Jesucristo”., por ello, queda excluido el “esfuerzo humano”, y solamente queda el haber experimentado la “justificación, por la fe”.

Paz para con otros.

En razón de haber sido “reconciliados” con Dios, precio arrepentimiento y fe en Cristo Jesús, será posible obtener paz con las personas, así consta en la Biblia: “Si es posible, en cuanto dependa de vosotros, estad en paz con todos los hombres” (Rom.12:18). “Así que, sigamos lo que contribuye a la paz” (Rom.14:19). “Tened paz entre vosotros” (1Ts.5:13) “Seguid la paz con todos” (Heb.12:14). “Busque la paz, y sígala” (1Ped.3:11). “Y tened paz los unos con los otros” (Mr.9:50). Jesús dijo: “Bienaventurados los pacificadores” (Mt.5:9). Una ardua tarea que, la naturaleza adámica quiere entorpecer, pero que, según estos textos bíblicos, Dios demanda a todo aquel que, prioritariamente, tiene “paz para con Dios” y, por consiguiente, Dios requiere hacer extensiva esa paz con los demás. Si eres cristiano/a que vives la espiritualidad, entonces esa paz con los demás fluirá con toda naturalidad.

Paz para con uno mismo.

Hay “luchas internas” que procuran obstaculizar la paz para con uno mismo, pero esto es algo diabólico (Ap.12:10), pero la Biblia es enfática al respecto: “Y el mismo Señor de paz os dé siempre paz en toda manera” (2Ts.3:16). “Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús” (Fil.4:7). “Y la paz de Dios gobierne en vuestros corazones” (Col.3:15) ¡Unas promesas divinas que deberían deleitar a todo creyente sincero en su vida de compromiso con Dios!

¿De dónde procede la paz?

Sin lugar a dudas, la paz tiene su origen divino, según consta en la Biblia. (a) Procede de Jesús: “La paz os dejo, mi paz os doy” (Jn.14:27). “Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz” (Jn.16:33) (b) Procede de Dios el Padre: “Y el Dios de esperanza os llene de todo gozo y paz en el creer” (Rom.15:13; véase Fil.4:7) (c) Procede del Espíritu Santo: “Más el fruto del Espíritu es paz” (Gál.5:22). “Porque el reino de Dios es paz y gozo en el Espíritu Santo” (Rom.14:17) ¡Sería un error buscar sucedáneos a la paz divina!

¿Quiénes obtienen la paz?

La Biblia habla al respecto: (a) los que aman la ley de Dios: “Mucha paz tienen los que aman tu ley” (Sal.119:165) (b) los que confían en Dios: “Tú guardarás en completa paz aquel cuyo pensamiento en ti persevera; porque en ti ha confiado” (Is.26:3) (c) los que están en Jesucristo: “Paz sea con todos vosotros los que estáis en Jesucristo” (1Ped.5:14) ¡Quedan excluidos todos, sin excepción, los que no reúnen estas condiciones apuntadas bíblicamente!

¿Quiénes carecen de paz?

La Biblia habla enfáticamente: (a) los malos e impíos: “No hay paz para los malos, dijo Jehová” (Is.48:22). “No hay paz, dijo mi Dios, para los impíos” (Is.57:21) (b) para los que sus veredas son torcidas: “No conocieron camino de paz, ni hay justicia en sus caminos; sus veredas son torcidas; cualquiera que por ellas fuere, no conocerá paz(Is.59:8) (c) para los que no tienen temor de Dios: “No conocieron camino de paz. No hay temor de Dios delante de sus ojos” (Rom.3:17 y 18) ¡Si ésta es tu postura no esperes obtener paz!

Conclusión.

Quizás esta reflexión sea leída por alguien que no crea en la inspiración de la Biblia, por ello, te invito a que “pruebes” la credibilidad de la enseñanza bíblica. Y si eres religioso, piensa que la religión estructurada no traerá paz a tu vida. Y si eres un cristiano no consagrado a Dios, carecerás de la paz ofrecida por Él. ¡Sólo las Sagradas Escrituras marcan la “pautas” a seguir, y salirse de ellas, equivale a que uno ande en su propio esfuerzo, y no en la dependencia Dios!

 

 

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