LA SOBERANÍA DE DIOS EN LA EXTENSIÓN DEL EVANGELIO (2ª PARTE)
TRES ESFERAS DISTINTAS DE GOBIERNO EN EL MUNDO
La Biblia habla de tres esferas de gobierno que
afectan a nuestro mundo. En primer lugar, hay la que vemos sin necesidad
de la Biblia. Es lo único que ve el mundo y lo único que entiende: la esfera de
los gobiernos humanos. Sabemos quien gobierna este país, y así
sucesivamente con los demás países. Las Escrituras enseñanza que detrás de los gobiernos
humanos hay un gran sistema de potencias malignas que manejan a los
gobiernos humanos, sin que ellos lo sepan y sin que esto anule el libre
albedrío del hombre y su responsabilidad personal delante de Dios. Vamos a ir
al libro de Daniel ya que es uno de los libros claves en cuanto a estas
cuestiones.
Habría que leer todo el capítulo 10, pero especialmente los
versículos 12 al final. Es evidente que el ser que habla aquí con Daniel es un
ser angelical. Pero notad que fue impedido por otro ser durante tres semanas,
respecto del cumplimiento de su misión. Ahora lo importante es observar que
este segundo ser es llamado “el príncipe del reino de Persia” (v.13). ¿Creéis
que Ciro el rey de Persia sería capaz de interferir con los movimientos del
ángel de Dios? ¿Cómo lo haría? ¿Por dónde saldría para interceptar al mensajero
espiritual? Lo que Daniel, y otros pasajes de la Biblia enseñan, es que detrás
del hombre Ciro rey de Persia, había un gran príncipe espiritual. Y es llamado “príncipe”
precisamente porque tenía poder y gobernaba en los asuntos del imperio persa. Y
gobernaba por encima de Ciro, sin que este último lo supiera. El verdadero
poder estaba en sus manos, no en las manos de Ciro. El versículo 20 hace
referencia ora vez al príncipe de Persia y también al de Grecia, que ya iba
apareciendo por el horizonte. Las implicaciones son inconfundibles. Los
movimientos de estos seres en esferas espirituales, decidían la suerte de los
imperios terrenales.
Las verdaderas decisiones “geo-políticas” que afectan nuestro
globo, no son tomadas ni en las Naciones Unidas ni en Pekín, ni en Moscú, ni en
la Casa Blanca. Son tomadas en altas esferas por los príncipes de estas
potencias malignas que controlan los gobiernos de este mundo, cuyo soberano
señor es Satanás. Las implicaciones de todo esto para la extensión del
Evangelio por las naciones, son serias. Ellos saben los altos designios de Dios,
y tienen sobradas razones por tener una implacable hostilidad hacia esos
designios, ya que entienden bien lo que está en juego.
Hay otra porción muy importante en Ezequiel 28. Se habla allí
del príncipe de Tiro y después más adelante del rey de Tiro. El primero está en
el versículo 2 y el segundo en el versículo 12. Ahora en cuanto al príncipe, es
bien evidente que se trata del rey o gobernante humano de Tiro. El mismo texto
lo enfatiza dos veces en los versículos 2 y 9. Con todo es evidente que se
trata de un ser humano de extraordinaria capacidad. El versículo 3 habla de su
tremenda sabiduría que a la vez le dio una capacidad comercial tan fantástica
que pudo acumular fabulosas riquezas y llegar a ser una gran potencia (vs.4 y
5) Esto a su vez le llenó de un orgullo tan espantoso que engrandeció su
corazón contra Dios mismos (vs.2, 5 y 6)
Pero al llegar al versículo 12, la escena cambia. Ya no es el
príncipe de Tiro, sino el rey de Tiro, y enseguida nos damos cuenta que, aunque
hay una relación muy estrecha entre los dos, no son iguales. El primero era
hombre. Pero cuanto más miramos al segundo, más evidente es que no estamos
delante de un ser humano, sino un ser sobrenatural. Leed los versículos que siguen.
¿No será éste el soberano mismo de ese gran sistema de potencias malignas? El
orden del capítulo es interesante. Primero el príncipe de Tiro y detrás de él,
el príncipe de las potestades de las tinieblas. Y (lo que es muy importante),
las características de este último indeleblemente impresas en el primero. Si
preguntamos: ¿De dónde tuvo el príncipe de Tiro una sagacidad política y
comercial tan extraordinaria?, la respuesta es que por encima de este hombre
había un ser más que humano que impartió sus cualidades, dones y recursos al
que estaba abajo, a la vez manejándole para sus fines. Y todo el diabólico
orgullo de el de arriba, encontró fiel reflejo en el en el de abajo.
Alguien dirá que eso es pura imaginación. Vamos entonces al
libro del Apocalipsis. Es muy importante que entendamos estas cosas, porque si
no seremos soldados muy ineficaces de Jesús, no entendiendo ni la batalla ni
las armas de nuestra milicia.
En el capítulo 13/2, leemos de un terrible personaje (llamado
una bestia), que pronto surgirá en el escenario de Europa y controlará las
vidas de millones de seres humanos por medio de un sistema totalitario más
completo y más cruel que todo lo que se ha visto hasta el día de hoy. Pero será
un hombre con una extraordinaria capacidad política. Resolverá los tremendos
problemas económicos y políticos que ha confundido a las naciones por años, y
por lo tanto todo el mundo se maravillará detrás de él. Deslumbrará a las
naciones con sus dotes tan variadas y brillantes y su poder será supremo. También
levantará su corazón contra Dios en un acto de insólito atrevimiento y blasfemia.
Enseguida surge la pregunta: pero, ¿cómo puede tener un ser mortal una
capacidad tan sobrenatural? La respuesta está allí en el versículo 2: “el
dragón le dio su poder y su trono y su gran autoridad”. Detrás de este superhombre
que pronto controlará los destinos de las naciones de Europa, está ese gran ser
diabólico, Satanás mismo y en una escala no vista hasta ahora en la historia
del mundo, su majestad satánica conferirá a este hombre una capacidad
auténticamente sobrenatural, y una autoridad inigualable.
Esto explica también por qué la obra del Evangelio ha sufrido
tanta hostilidad a las manos de tantos gobiernos y autoridades. ¿Por qué,
cuando es una obra inofensiva, benéfica y noble que aporta un bien positivo a
la sociedad? ¿Por qué tantas cortapisas a tanta limitación a nuestra libertad
en el Evangelio? ¿Por qué tantas pegas siempre? ¡Sólo por causas humanas? Creo
que no. El gran ser que está detrás de los gobiernos humanos, sabe que los
propósitos de Dios para el dominio de este mundo también, está íntimamente ligados
a la obra del Evangelio. Es así como Dios establecerá un día el Reino de los Cielos
en la tierra; estableciéndolo primero en los corazones de hombres y mujeres que
abren su personalidad a Él Por eso ataca y atacará siempre. No le tengamos como
cosa extraña ni pensemos que tenemos que esperar a tener más libertad y mejores
días. Tenemos que entablar batalla sean cuales sean las circunstancias. El
Evangelio implica guerra en todos los nieles hasta aquel día que reine el Señor
de verdad.
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