LIBRO DE JONÁS (Cap.1 al 4)

Juan Bta. García Serna

Jesús dijo: “los hombres de Nínive se levantarán en el juicio contra esta generación y la condenarán, porque ante la predicación de Jonás se arrepintieron, y en este lugar hay alguien que es más que Jonás” (Lc.11:32) ¿Quién es más que Jonás en este lugar? ¡Jesús! En esta alusión que hace Cristo Jesús al libro de Jonás significa su historicidad y no una fábula. Quiero destacar algunas enseñanzas, a modo de síntesis, de aquello que como cristianos podemos aprender, ya que la Biblia, al ser inspirada por Dios, sus enseñanzas tienen, sin lugar a dudas, toda credibilidad y, por lo tanto, gran edificación a la vida espiritual.  

(1)    El profeta Jonás recibió un llamado de Dios (vs.1-2)

Fue un llamamiento claro e inequívoco. Dios le habló de una manera audible. En la Biblia tenemos muchas veces en las que Dios habla de una forma audible. Hoy no es usual que Dios hable audiblemente, pero sí nos habla por lo ya revelado en la Biblia, y ahora nuestro sagrado deber es oír la voz de Dios a través de las Sagradas Escrituras (Jn.5:39) Hay muchas ´voces´, e inclusive la propia, pero lo que es relevante y con toda autenticidad es lo que Dios dice en la Biblia, que es la única e infalible palabra de Dios; “Si alguno habla, hable conforme a las palabras de Dios”, así dijo el apóstol Pedro (1Ped.4:11) A través de todos los tiempos bíblicos Dios ha llamado a muchas personas para llevar a cabo un ministerio, conforme a la voluntad de Dios, el Señor. Y también hoy sigue haciéndolo, ya que la ejecución de sus planes divinos requiere utilizar a cristianos. Hay una cuestión que uno debe resolver, y está es si uno está dispuesto a seguir a Jesús, no en que aquello que a nosotros nos gustaría, sino conforme al plan soberano de Dios, y cuando esto hacemos, entonces ello traerá paz interior de estar haciendo lo correcto, según el mismo Dios nos ha encomendado. Uno debería preguntarse: ¿cuál es el llamado de Dios para mi vida? “Te haré entender, y te enseñaré el camino en que debes andar; sobre ti fijaré mis ojos” (Sal.32:8) ¡Creamos esta promesa divina, y entonces sabremos el camino a seguir! “Encomienda a Jehová tu camino, confía en él; y él hará” (Sal.37:5)

(2)    El profeta Jonás recibió un llamado de Dios para cumplir con una misión concreta (v.2)

Jonás es llamado a ir a Nínive para proclamar el mensaje de Dios (3:2), algo que él no consideraba agradable el llevar el mensaje de Dios a un pueblo gentil y pagano, los cuales, según él no eran merecedores del favor de Dios, el Señor. Jonás todavía no conocía lo que Jesús dijo en Juan 3:16. Hoy los cristianos sabemos que el evangelio de Cristo Jesús tiene carácter de universalidad (Hech.1:8). Dios envía a Jonás fuera de su tierra. La obra misionera en tantos lugares en el mundo ha sido posible gracias a personas que han salido de su país en obediencia al llamamiento de Dios. ¿Sería posible que Dios estuviese llamándote a salir a la obra misionera? Obviamente, hemos de tener en cuenta que el primer testimonio de tu anuncio del evangelio de Cristo Jesús está en ´tú Jerusalén´, antes de iniciar un ministerio al exterior, ya que en nuestros pueblos de alrededor, y en algún otro lugar del país hay mucha necesidad de proclamar el Evangelio del reino de Dios.

(3)    El profeta Jonás rechazó el llamado de Dios (v.3)

Lo hizo de inmediato, no puso ninguna excusa, simplemente se fue en dirección opuesta a la voluntad de Dios. ¿No es esta la actitud que con frecuencia tomamos cuando Dios nos pide algo? ¿No estaba Jonás devaluando su posición como profeta de Dios? ¿No devaluamos nuestra posición como cristianos cuando nos situamos en dirección contraria a lo que Dios pide de nosotros?  ¿Prosperará Dios nuestra vida si vamos en dirección contraria a la demandada que Él nos hace?  He aquí una reflexión a tener en cuenta, pues si hay desobediencia al plan de Dios, sin duda, también se producirán consecuencias, aunque desconozcamos cuáles serán. ¿Qué efecto produjo ante los tripulantes de la nave cuando su propio testimonio era que estaba huyendo de Dios?  (v.10). ¿Qué efecto tendrá nuestro testimonio hacia los demás si estamos “huyendo de Dios”?  Otros profetas han titubeado ante el llamamiento de Dios (Ex.4:10-13; Jer.1:6-10), ¡pero la actitud de Jonás es de total rechazo!

(4)    Dios no queda pasivo ante la negativa de Jonás (v.4)

Dios le seguirá hablando a Jonás de varias maneras: En primer lugar, el plan suyo de huir a Tarsis como alternativa a la obediencia a Dios no llegó a cumplirse, ya que Dios obstaculizó su plan. ¿Se puede huir de la presencia de Dios? (Sal.139:7-12) En segundo lugar, Jonás se siente culpable de que las personas de la tripulación de la nave padezcan por su causa (v.12) Y esto es así, que siempre habrá personas que padezcan por nuestra casusa de no cumplir el plan divino. En tercer lugar, el profeta Jonás entró en una crisis de angustia interior (2:1,7) Sin lugar a dudas, se pueden producir sensación de desasosiego cuando incumplimos el plan de Dios. ¿Por qué hemos de esperar a tener el ´agua al cuello´ para invocar a Dios?  (vs. 5-6) Si él desde un principio hubiese obedecido el mandato de Dios, el Señor, nada de lo que le sucedió le hubiese sucedido. Hay muchas consecuencias que pueden ser evitadas si andamos correctamente en los caminos de Dios, el Señor.

(5)    El profeta Jonás recibe un segundo llamado de Dios (3:1-2)  

Dios le da a Jonás una segunda oportunidad, después de haberle hablado de distintas maneras para que obedeciese. ¿Cuántas oportunidades tiene Dios que darnos para que escuchemos su voz y le obedezcamos como cristianos? Por fin, ahora, Jonás había aprendido la lección y, por lo tanto, estuvo dispuesto a obedecer a Dios (3:3). ¿Y nosotros?  ¿Hay necesidad de pasar por experiencias amargas antes de tomar la decisión de seguir la dirección de Dios? Si Dios reitera un llamado es posible que no continúe insistiendo al ver un corazón endurecido, por ello, lo aconsejable es la obediencia; Jesús hizo un llamado a los que iban a ser sus primeros discípulos, y ellos: “y dejando luego sus redes, le siguieron” (Mr.1:16 al 20) ¡Este es el gran ejemplo que cada cristiano debe llevar a cabo! ¿Cuáles son las razones que nos llevan a ir en dirección contraria a lo demando de Dios? Sin duda, puede que haya muchas razones, pero ciertamente, ninguna de ellas será válida ante Dios, el Señor.

(6)    El profeta Jonás por fin obedece a Dios (3:1-3)

Pero parece que no lo hace con agrado, ya que ante el arrepentimiento de los ninivitas y consiguientemente la misericordia de Dios en perdonarles, “Jonás se disgustó en extremo” (3:10 4:1-3) Aquí hay especialmente dos detalles: obediencia ausente de ánimo, y carencia de compasión hacia los perdidos. ¿Cuál es nuestra situación? Es muy necesario que las cosas que hagamos pongamos en ellas todo el ánimo posible, y también ha de haber en nosotros la compasión por las almas perdidas, algo que observamos en Jesús, y también en los primeros cristianos de la era apostólica que estaban llenos de motivación. Una de las cosas que hará que seamos cristianos sirviendo al Señor será por el ánimo y la pasión por la conversión de los perdidos, a los que Dios ama (Jn.3:16) El mensaje dirigido a la iglesia de Éfeso fue: “Pero tengo contra ti, que has dejado tu primer amor” (Ap.2:4)

(7)    El profeta recibe una gran lección de parte de Dios (4:10-11)

No debía Jonás ser egocéntrico, pensar en sí mismo, sino mirar a la bendición de Dios sobre otros. Los humanos estamos propensos a mirar demasiado nuestra situación sin pensar en la de otros. Una vida unida a Jesús desarraigara de nosotros esta vieja naturaleza adámica y egoísta. Jonás se había alegrado por la bendición de Dios (4:6), pero cayó en un gran desánimo cuando Dios le quitó lo que tenía (4:8)) Job dijo unas palabras muy acertadas: “¿Recibiremos de Dios el bien, y el mal no lo recibiremos?” (Job,2:10) ¿Qué dice Dios en la Biblia? “Porque el Señor al que ama, disciplina. Y azota a todo el que recibe por hijo” (Heb.12:6) ¿Cuál es la finalidad de la disciplina de Dios a los cristianos?: “para lo que nos es provechoso, para que participemos de su santidad” (Heb.12:10) Uno llega a la madurez espiritual por el aprendizaje de la corrección de parte de Dios, así como una persona no creyente llega también al aprendizaje por los golpes que la vida le da  La gran diferencia entre unos y otros es que Dios lo hace porque nos ama, y busca nuestra restauración, en cambio, las personas no creyentes no tienen esta fe en  Cristo Jesús, así que cargan con los problemas de sus males decisiones, provocadas en la en la mayoría de las veces, no solo por decisiones no acertadas, sino porque se desea vivir en el pecado dando la ´espalda´ a Dios.

 

 

 

 

 

 











 

 

 

 

 

 

 










 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Comentarios

  1. Descubrí este enlace después de meses..gracias Padre. Ya lo miraré

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  2. Independientemente de nuestras circunstancias, JESÚS está con nosotros , SEÑOR, ,se mi luz con tu amor radiante y renueva Tu mi esperanza , mi confianza está puesta en ti SEÑOR JESÚS
    .

    Me gusta seguirás con Jonás?

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