VOLUNTAD DE DIOS
OLIVER R. BARCLAY
(Hago una síntesis de su libro, que en su primera edición apareció bajo el título "Entended la Voluntad de Dios", y después fue traducido por: "Principios Bíblicos sobre: Dirección Divina". Fue escrito en el año 1959 - Esfuerzo Literario Evangélico. Impreso en la Argentina)
Hay muchos creyentes, que, aunque no
tienen dudas acerca del hecho de que Dios puede guiarles, quedan paralizados
cuando se encaran con una decisión difícil, porque no tienen una idea cabal de
la forma en que Dios guía. Algunos señalan algún tipo de dirección
sobrenatural. Un ángel del Señor habló a Felipe el evangelista diciéndole que
se dirigiera al desierto donde se encontró con el eunuco Etíope (Hch.8:26 -27) Pedro
tuvo la visión que le guio a aceptar la invitación de Cornelio (Hch.10:1.23) El
Espíritu Santo habló a la iglesia en Antioquía para que enviase a Pablo y
Bernabé al primer viaje misionero (Hch.13:1.3) Pablo cruzó la frontera para
entrar en Europa después de haber tenido una nueva visión (Hch.16:6-10) Un
estudio más amplio de los Hechos de los Apóstoles y de las epístolas, nos
muestran en forma clara normalmente los apóstoles fueron guiados en las
decisiones que debían enfrentar por hechos rutinarios (Hch.15:36 y 18:23) Es
claro que los cristianos de la época del Nuevo Testamento esperaban ser guiados
por “sabiduría”, o sea, por un sano juicio basado en una verdadera apreciación
de valores cristianos.
LA BIBLIA
“Jehová es mi pastor; nada me faltará. En lugares de delicados pastos me hará descansar; junto a aguas de reposo me pastoreará. Confortará mi alma; me guiará por sendas de justicia por amor de su nombre” (Sal,23:1-3) “Me guiará por sendas de justicia”. Ninguna dirección que no sea en el sendero de Dios de justicia puede ser de Dios. Haya un incidente en la vida de David que ilustra lo expuesto de forma notable (1Sam.24) En 2Tm.3:16-17, se obvia a menudo las palabras: “para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra”. Es evidente que al leer la Biblia debemos buscar constantemente instrucción ética y práctica. En la dirección divina no hallaremos versículos para cada decisión; ni que una frase notable en la Biblia decida el asunto de dirección. El diablo citó las Escrituras a Jesús en su tentación y puede también hacerlo con nosotros, aunque la idea es pervertir su sentido de la enseñanza de las Sagradas Escrituras. “Me guiará por sendas de justicia por amor a su nombre”; debemos aprender a discernir en cada ocasión qué es lo que redundará en la mayor gloria al nombre de Dios. Una vida en obediencia a Dios, y en una relación íntima con Él.
SENTIDO COMÚN
“Si alguno de vosotros tiene falta de
sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y
le será dada. Pero pida con fe, no dudando nada” (Stg.1:5-6) ¿En qué consiste
exactamente esta “sabiduría”? ´Sentido común santificado´ (Stg.3:13-18) Aquí se
nos señala la facultad que nos permite conducirnos a través de una vida en una
forma acorde con el carácter cristiano. Por lo tanto, lo que se nos promete, es
la gracia para ver las sosas desde un punto de vista cristiano, o sea, “sabiduría
de lo alto”. En el capítulo seis del libro de los Apóstoles hay un ejemplo
instructivo. La iglesia se enfrentaba con ciertas dificultades administrativas
y el problema se resolvió seleccionando a siete hermanos y encargándoles la
tarea. La base de la solución fue la siguiente: “No es justo que nosotros
dejemos la palabra de Dios, p ara servir a las mesas. Agradó la propuesta a
toda la multitud”. Las cualidades de esos hombres debían ser tres: “Varones de
buen testimonio, llenos del Espíritu Santo y de sabiduría” (Hch.6:3)
JUICIO
"Encaminará a los humildes por el juicio, y enseñará a los mansos su carrera. ¿Quién es el hombre que teme a Jehová? Él le enseñará el camino que ha de escoger. Mis ojos están siempre hacia Jehová. Porque él sacará mis pies de la red" (Sal.25:9, 12, 15) La promesa de Dios es que Él nos guiará en nuestras decisiones si halla que de nuestra parte estamos dispuestos a obedecer su dirección y control. Cuando hemos procurado con mucha oración juzgar el asunto a la luz de la sabiduría celestial, escudriñando a la vez las Escrituras, para hallar los principios que se relacionan con el mismo, y nos hemos asegurado ya a ciencia cierta que no estamos dominados por motivos falsos, entones debemos tomar la decisión y aferrarnos a ella. En verdad, la dirección habitual en el Nuevo Testamento, para reducir a claras decisiones, basadas sobre evidencias (Hech.6:2-5; 1:14-22,25; 16:3; 20:3, 16; 1Cor.16:8,9)
CONSEJO
"El camino del necio es derecho en su opinión; mas el que obedece el consejo es sabio. Escucha el consejo, y recibe la corrección, para que seas sabio en tu vejez. Como aguas profundas es el consejo en el corazón del hombre; mas el hombre entendido lo alcanzará" (Prov.12:15; 19:20; 20:5)Lejos está del propósito de la Biblia el desechar la sabiduría que proviene de la experiencia de la vida y del trato de Dios con los hombres. Al respecto, debe señalarse con énfasis la necesidad de ser lo suficientemente humildes para consultar a otros y en especial a aquellos de mayor experiencia. (véase 1Reyes12 y 13) Hay factores implicados que solamente personas mayores sabrán valorar plenamente, especialmente un buen equipo de asesores aunque no siempre puedan ser la voz de Dios.
SEÑALES
"Y Gedeón dijo a Dios: Si has de salvar a Israel por mi mano, como has dicho, he aquí que yo pondré un vellón de lana en la era; y si el rocío estuviere en el Vellón solamente, quedando seca la otra tierra, entonces entenderé que salvarás a Israel por mi mano, como lo has dicho" (Jueces 6:36,37) El vellón de Gedeón y una serie de señales similares en el Antiguo Testamento, junto con las pocas visiones y casos de dirección sobrenatural mencionados en el Nuevo Testamento, han hecho pensar a algunos que tienen el derecho de pedir una señal a Dios, o esperar alguna revelación personal extraordinaria, antes de tomar una decisión importante. En ninguna parte de las Sagradas Escrituras no se exhorta a imitar a Gedeón. En el Nuevo Testamento no se registran señales tales como las dadas en algunas partes del Antiguo Testamento. A través de la historia de la iglesia ha habido personas que justificaron hechos y doctrinas absurdas basadas en alguna señal o visión especial. Esto no significa que en atención a nuestra falta de entendimiento y de capacidad para discernir la voluntad de Dios, Él, a veces, en su gracia nos da tales señales, pero en ningún lugar de la Biblia se nos alienta a pedir señal. El diablo también puede dar señales.
SENTIR
"Así que, al proponerme esto, ¿usé quizá de ligereza? ¿O lo que pienso hacer, lo pienso según la carne, para que haya en mí Sí y No?" (2Cor.1:17) A pesar de todo lo que se ha dicho, es posible que alguien argumente que seguramente el Señor dará un sentir interior de que estamos haciendo lo correcto, y que si tenemos tal sentir, no debe ser necesario preocuparnos acerca de otros medios de dirección. La primera respuesta es que aunque el Señor a menudo da tal especie de sentir, en ningún lugar de la Biblia lo promete, y muchas veces pide a sus hijos que actúen, aun en asuntos importantes, sin este factor. En segundo lugar, este sentir de seguridad interior puede descarriarnos en forma notable, especialmente cuando el problema involucra algo muy deseado por nosotros. En tercer lugar, aun cuando un sentir nos guía en una dirección correcta, éste es generalmente variable. Los apóstoles manifestaron tener esta independencia de los sentimientos, haciendo planes siempre de antemano. Se "propusieron" hacer algo y se pusieron a hacerlo, reconociendo al mismo tiempo que Dios podría ordenar las cosas de tal modo que sus propósitos no se cumplieran (1Cor.16:8,9; 2Cor.1:15-24; Hech.15:36; 16:6-10) Esto no significa que el sentir debe ser completamente descartado. Cuando sentimos inquietud acerca de alguna acción, eso nos debe llevar a pensar y a meditar nuevamente para asegurarnos de que no estamos haciendo incorrecto. Los sentimientos casi siempre entran en juego cuando se trata de lo bueno o lo malo. Cuando sabemos con certeza que un camino es correcto y el otro no, la paz y el gozo que sentimos cuando nos decidimos por lo correcto, obran con frecuencia a modo de confirmación de lo decidido. Reconocemos que a veces Dios da seguridad interior; pero generalmente está relacionada no tanto con el sentir interior, sino con una progresiva comprobación de que la línea de conducta propuesta está de acuerdo con la verdadera sabiduría (véase Is.30:20,21, y 2Crón.6:8,9)
CIRCUNSTANCIAS
Con frecuencia se dice que la dirección puede provenir como resultado de las circunstancias, y esto es muy cierto, porque Dios es quien crea y controla las circunstancias. Pero tal dirección no es nada fácil de discernir. Se le permite al diablo no sólo preparar señales, sino también tramar coincidencias para tentarnos a hacer lo malo. No por ello dejan de ser importantes las circunstancias. La apelación de Pablo a César (Hech.25:11) En circunstancias de persecución, los discípulos no pidieron que cesase la tal, sino que pidieron ayuda de Dios (Hech.4:29,30) Las circunstancias pueden ser o no la dirección de Dios, el Señor.
CONDICIONES DE DIRECCIÓN
"Encaminará a los humildes por el juicio, los que guardan su pacto y sus testimonios, el hombre que teme a Jehová" (Sal.25:9, 10,12) Las promesas de dirección son dadas en base a ciertas condiciones. Esto parece ser evidente, pero no siempre se lo tiene en cuenta, y aquellos no no prestan atención a estas condiciones, son los que precisamente quedan más confundidos en lo que atañe a la dirección. En primer lugar, estas promesas de dirección se hacen sólo a verdaderos creyentes: "aquellos que aman a Dios" que todas las cosas obran a bien. La dirección divina puede ser dada en algunas ocasiones, a otro también, a fin de guiarlos al arrepentimiento y la fe. En segundo lugar, debemos decir que la sincera obediencia a Dios es una de las condiciones de la dirección. "Si en mi corazón hubiese yo hubiese mirado a a iniquidad, el Señor no me habría escuchado" (Sal.66:18), y si hay deliberada desobediencia en nuestra vida o en nuestras actitudes, no podemos esperar dirección: "pedís y no recibís, porque pedís mal, para gastar en vuestros deleites". En tercer lugar, podemos decir que la oración es una condición para la dirección. "Si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios". En muchas ocasiones después de encomendar el problema a Dios en oración, conviene que confiemos y hagamos lo necesario para arribar a una solución.
Recopilado.
Juan Bta. García Serna
Me gusta mucho lo que nos compartes .
ResponderEliminarPero si te digo que tienes muchas citas para buscar y se te hace demasiado largo ....para ti que eres pastor y todas las citas te sabes , pero para mí hoy creo que tenía que todo ello es para tenerlo y volver a releer por tres días.
Que El SEÑOR me confirme su presencia en mis tiempos de oración y me de luz .
Gracias Juan Bautista
Que DIOS te bendiga y te use.