EL PECADO.

Juan Bta. García Serna

Introducción.

Al hablar en cuanto a este vocablo estoy expuesto, por la sociedad ´progresiva´, a ser considerado como alguien anticuado y con absoluta rareza.  ¿Hay tal expresión en los medios de comunión social? ¿Se predica en el sector religioso? ¿Y en las iglesias evangélica hay prédicas con regularidad sobre esta cuestión? Quiero hablar sobre el pecado, aunque sea de manera concisa, pero con toda claridad de enseñanza bíblica teológica. Animo a que sea haga una reflexión seria sobre este tema del pecado generalizado, el cual está afectando a todos los humanos de una manera u otra. 

¿Qué es el pecado? 

De una forma verbal significa: “no dar en el blanco”, o sea, “impiedad, perversión, depravación, transgresión, rebelión, concupiscencia, ilegalidad, vanidad, y mentira”. En sentido bíblico el pecado es la antítesis de hacer lo bueno, según el apóstol Santiago: “El que sabe hacer lo bueno y no lo hace, comete pecado” (Stg.4:17) ¡Cuántas veces se nos ha presentado este dilema al igual que al apóstol Pablo?: “Y yo sé que, en mí, esto es, en mi naturaleza carnal, no habita el bien, porque yo tengo el deseo de hacer el bien, pero no lo logro. Porque no hago el bien que quiero, sino el mal que no quiero, eso hago. Y si hago lo que no quiero, ya no lo hago yo, sino el pecado que está en mí” (Ro.7:18-20) Sí, el pecado, mora en la vida de cada persona desde la caída adámica: “Por tanto, del mismo modo en que el pecado entro en el mundo por un hombre y por el pecado la muerte, así la muerte pasó a toda la humanidad, por cuanto todos pecaron” (Ro.5:12) El pecado sea universalizado: “Tango judíos como griegos, están bajo pecado: No hay justo, ni aun uno; no hay quien busque a Dios. Todos se han desviado, a una se hicieron inútiles; no hay quien haga lo bueno, no hay ni siquiera uno” (Ro.3:9 al 12)

¿Cuáles son sus consecuencias? 

Sería enumerar muchas, pero deseo concretarme en algunas de ellas: a) el pecado obstaculiza la comunión con Dios: “Pero vuestras iniquidades han hecho división entre vosotros y vuestro Dios, y vuestros pecados han hecho que oculte de vosotros su rostro para no oíros” (Is.59:2) ¿Puede el hombre ocultar sus pecados ante Dios? “Dios tú conoces mi insensatez, y mis pecados no te son ocultos” (Sal.69:5) Si hay temor a Dios es porque huimos del pecado, y cuando esto es así: “La comunión íntima del Señor es con los que le temen” (Sal.23:14) Hay una promesa de mucho aliento para el  cristiano que vive en limpieza, desechando toda impureza de pecado: “Bienaventurados los de limpio corazón, porque ellos verán a Dios” (Mt.5:8)  “Porque el Señor le repugnan los perversos; pero brinda su confianza a los honrados” (Prov.3:32) “Fiel es Dios, quien os ha llamado a la comunión con su Hijo Jesucristo, Señor nuestro” (1Cor.1:9) En su doxología el apóstol Pablo dijo: “Que la gracia del Señor Jesucristo, el amor de Dios, y la comunión del Espíritu Santo sean con todos vosotros” (2Cor.13:14) ¿Qué queda en el cristiano si en él no hay una sincera comunión con el Señor, por motivo de su pecado? Si así es, ¡de nada valen todas sus obras de cierta ´piedad´!  b) el pecado rompe las relaciones en el matrimonio y entre las familias: “Que todos respeten el matrimonio y mantengan la fidelidad conyugal; pero a los fornicarios y adúlteros los juzgará Dios” (Heb.13:4) Pablo, el apóstol, habla de un verdadero modelo familiar: “Casadas, estad sujetas a vuestros maridos, como conviene en el Señor. Maridos, amad a vuestras mujeres y no seáis duros con ellas. Hijos, obedeced a vuestros padres en todo, porque esto agrada al Señor. Padres, no exasperéis a vuestros hijos, para que no se desalienten” (Col.3:18 al 21) c) el pecado impide las relaciones interpersonales, sean éstas entre cristianos o incrédulos. Cuando Jesús habló de la oración de los discípulos al Padre dijo cómo debían orar: “Perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a nuestros deudores” (Mt.6:12) ¿Y si los discípulos no perdón? Jesús lo dejó muy claro: “Por tanto, si perdonáis a los demás sus ofensas, os perdonará también a vosotros vuestro Padre celestial; pero si no perdonáis a los demás sus ofensas, tampoco vuestro Padre os las perdonará a vosotros” (Mt.6:14 y 15) ¿Cuál fue la exhortación del apóstol Pedro a los cristianos? “Y ante todo, tened entre vosotros ferviente amor, porque el amor, porque el amor cubrirá multitud de pecados” (1Ped.4:8) El amor no es una opción, sino un mandamiento de Dios: “Y nosotros tenemos este mandamiento de él: “El que ama a Dios, ame también a su hermano” (1Jn.4:21) “Si alguno dice: Yo amo a Dios, pero odia a su hermano, es mentiroso, pues el que no ama a su hermano a quien ha visto, ¿cómo puede amar a Dios a quien no ha vista?” (1Jn.4:20) ¿Y cual ha de ser el testimonio de los cristianos ante los incrédulos, sólo la predica? ¡Esta no tendrá existo sin no va acompañada de testimonio de una vida cambiada que produce obras!  Y esto es lo que dijo Jesús: “Así alumbre vuestra luz delante de los demás, para que vean vuestras buenas obras y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos” (Mt.5:16)

¿Cómo podemos ser perdonados? 

De manera exclusiva señalo las Sagradas Escrituras. “¿Qué Dios hay como tú, que perdona la maldad y olvida el pecado” (Miq.7:18) Cuando Jesús perdona los pecados a un paralítico, los escribas religiosos dijeron: “¿Por qué habla de este modo? ¿Quién pude perdonar pecados, sino solo uno, Dios?” (Mr.2:7) “Ates sed bondadosos unos con otros, misericordiosos, y perdonándoos unos a otros, como Dios también os perdonó en Cristo” (Ef.4:32) “Antes vosotros estabais muertos en pecados y aún no habíais sido despojados de vuestra naturaleza humana, pero ahora Dios os ha dado vida juntamente con Cristo, y os ha perdonado todos los pecados” (Col.2:13) “Soportaos unos a otros y perdonaos unos a otros, si alguno tiene queja contra otro. Del mismo modo que Cristo os perdonó, así también hacedlo vosotros” (Col.3:13) “Si confesamos nuestros pecados, Dios es fiel y justo para perdonar nuestros pecados y limpiarnos de toda maldad” (1Jn.1:9) “Hijitos, os escribo a vosotros porque vuestros pecados os han sido perdonados por su nombre” (1Jn.2:12) “Sabed, pues, esto, hermanos: que por medio de él se os anuncia perdón de pecados” (Hch.13:38) 2Pero si andamos en luz, como él está en luz, tenemos comunión unos con otros y la sangre de Jesucristo, su Hijo, nos limpia de todo pecados” (1Jn.1:7) “Y de Jesucristo, el testigo fiel, primogénito de los muertos y príncipe de los reyes de la tierra. Al que nos ama, nos ha lavado de nuestros pecados con su sangre” (Ap.1:5) "Él mismo llevó nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero"(1Ped.2:24) Y Dios haciendo alusión a Judá e Israel: "Los limpiaré de toda la maldad con que pecaron contra mí, y perdonaré todas sus iniquidades con las que contra mí pecaron y contra mí se revelaron" (Jer.33:8)

Conclusión. 

Según estos textos bíblicos el perdón de pecados corresponde solo a Dios, por medio de Jesucristo. En ninguna parte neotestamentaria se habla que uno pueda ser perdonado de otra forma que no sea por Cristo Jesús, en confesión exclusiva a Él. ¿Quién conoce el verdadero arrepentimiento de la persona, sino solo Dios? ¡Cuidemos de permitir que sea la Biblia la que habla respecto a este tema u otros! Es fácil incluir en las iglesias cuestiones que no están apoyadas en la Biblia, hagamos caso de la exhortación apostólica: “Si alguno habla, hable conforme a las palabras de Dios” (1Ped.4:11)

 

 

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