LIBRO DE JOB (Cap.25)
Juan Bta. García Serna
El amigo de Job, al expresar la
grandiosidad de Dios, habla de su ´señorío´, de su ´paz en sus alturas´, y que
´sus ejércitos no tienen número´, y que de él irradia a los demás ´su luz´
(vs.1 al 3) ¡Una gran descripción en lo que respecta a Dios! Muchas veces
hacemos a Dios pequeño, limitándolo a nuestro contexto en el cual somos y nos
movemos, pero Dios es infinito, y aunque así se nos dice en la Biblia, no
obstante, no creemos lo que no vemos, y claro, esto contrasta con lo que leemos
de que, ´la fe ´es certeza y convicción de aquello que no vemos´ (Heb.11:1) Así
que la incredulidad en la vida cristiana es un impedimento. Existe mucha gran
elocuencia de lo que de Dios en teoría creemos y que en la práctica no tenemos.
¿Y de qué servirá esto, si no hay praxis en lo que decimos creer y en la
experiencia no creemos? Posiblemente el amigo de Job en su concepto teológico
estaba siendo sincero, pero esto no vasta si queremos ser consecuentes con lo
que creemos, entonces ello requiere lo que hacemos.
Hay una pregunta de interés en la
intervención del amigo de Job, y es que, “¿cómo se justificará el hombre para
con Dios?” (v.4) ¿Te has preguntado esto? Quizás no tengas dudas de esto por
cuestión de tu religión, ¿pero estas cierto de lo que has aprendido acerca de
Dios ha sido una experiencia de cambio interior? ¡Asegúrate que lo
que estás creyendo procede realmente de la palabra de Dios, y no de enseñanza
humana que margine lo revelado por Dios! Si haces esta pregunta tu tampoco
tienes una contestación, será porque no has leído lo que el apóstol Pablo
expresó: “Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios”, ¿y por
cuál medio se obtiene?, “por medio de Jesucristo nuestro Señor” (Ro.5:1) Y que
“ahora, pues, ninguna condenación hay para que los están en Cristo Jesús”
(Ro.8:1)
Y otra cuestión que plantea el amigo de Job: ¿Y cómo será limpio el que nace de mujer?” (v.4) La respuesta que encontramos en lo revelado por Dios, es que, “el pecado entró en el mundo por un hombre, y por el pecado la muerte, así la muerte pasó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron” (Ro.5:12) ¿Qué quiere esto decir? Que en Adán y Eva somos todos pecadores por naturaleza. Y que la única manera de ser limpiados de pecado, es de manera exclusiva, mediante la sangre derramada por Cristo Jesús en el Calvario, “y la sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado” (1Jn.1:7) ¿Y qué hemos de hacer para ser limpiados? “Si confesamos nuestros pecados, él es fiel justo para perdonar nuestros pecados, y de toda maldad limpiarnos” (1Jn.1:9) Hay un pensamiento reflexivo que expresa el amigo de Job, y es que, “el hombre, que es un gusano, y el hijo del hombre, gusano también” (v.6) Entonces uno piensa, ¡dónde queda la jactancia y también la altivez, si ante Dios el hombre ´gusano´ es!
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