EL ESPÍRITU SANTO (Parte 5ª)

PERSONALIDAD. 

Juan Bta. García Serna

Al hablar de la personalidad del Espíritu Santo, no recurro a pensamiento humano alguno, sino a la clara enseñanza de las Sagradas Escrituras, para que nuestra fe esté anclada de manera exclusiva en la Biblia. Jesús hace alusión a la personalidad del Espíritu Santo ante el sector de religión judaica reunida en el templo: “Porque el mismo David dijo por el Espíritu Santo” (´inspirado´) (Mr.12:36) En otra ocasión Jesús habla a sus discípulos que, cuando estuvieran en difícil situación , “no os preocupéis por lo que habéis de hablar, sino lo que os fuera dado en aquella hora, eso hablad; porque no sois vosotros los que habláis, sino el Espíritu Santo” (Mr.13:11) Una cuestión inequívoca de estos dos textos bíblicos es observar el ministerio el Espíritu Santo, en lo que respecta  la inspiración del profeta David hablando del Hijo Dios, y ayudando a los discípulos en momentos de dificultad a que diesen testimonio de Jesucristo. ¿Cómo podría ser esto así, si el Espíritu Santo no fuese una persona dentro de la divinidad? Una aplicación al cristiano es que, al igual que los profetas del Antiguo Testamento se dejaron guiar por el Espíritu Santo, y así servir de profetas a la causa de Dios, así los creyentes de hoy hemos de ´despojarnos´ de nuestra autosuficiencia, y depender de la ayuda del Espíritu Santo, y así dar testimonio de nuestro Señor Jesucristo, sean momentos fáciles o difíciles. ¿Quién convence al mundo de pecado? “Y cuando él venga (el Espíritu Santo), convencerá al mundo de pecado, de justicia y de juicio” (Jn.16:8) Una labor exclusiva del Espíritu Santo, llevando a la persona a la convicción de pecado, y a la salvación en Cristo Jesús por medio de su crucifixión en el Gólgota. 

Jesús dijo: “Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo” (Mt.28:19) Observamos, de manera clara, que el Espíritu Santol forma parte de la Deidad, al igual que el Padre y también el Hijo. El Espíritu Santo no es una ´fuerza impersonal´, sino una personalidad con características al igual que el Dios Padre, y Dios el Hijo, así también el Dios Espíritu Santo. A través del conocimiento de las Sagradas Escrituras entendemos que así es, aunque supere nuestro raciocinio. ¡Hay tantas cosas que están fuera de nuestro intelecto natural que constituyen una maravilla, y que sólo la fe puede dar toda credibilidad a las maravillas de Dios!  Se nos dice respecto al nacimiento de Jesús, que la virgen María: “Se halló que había concebido del Espíritu Santo” (Mt.1:18) ¡No es increíble tal afirmación bíblica! Dios a través de la historia bíblica, tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento, ha hecho prodigiosas señales, las cuales el intelecto humano no las puede percibir por vía de razón, pero sí por la fe en la Omnipotencia del Dios absolutamente Soberano.

Antes de la Ascensión de Jesús a los cielos, se nos dice que había “dado mandamientos por el Espíritu Santo a los apóstoles que había escogido” (Hch.1:2) El Padre, y el Hijo, y el Espíritu Santo, cada uno de Ellos ha llevado a cabo, y lleva, y llevará un ministerio especial en el Plan Divino. Así consta en la Biblia, la cual es la única autoridad en materia de fe y conducta. Toda creencia religiosa que no se halle en las Escrituras se debe considerar como ´filosofía religiosa´, y no como palabra de Dios revelada por el Espíritu Santo (véase 1Tm.3:16; 1Ped.3:11; 2Ped.1:21) “Y dijo Pedro: Ananías, ¿por qué llenó Satanás tu corazón para que mintieses al Espíritu Santo? No has mentido a los hombres sino a Dios” (Hch.5:3 y 4) Aquí se muestra la personalidad del Espíritu Santo, y también el ser igual a Dios. Y al tratarse de llevar a cabo un ministerio misionero interviene un llamado del Espíritu Santo: “Ministrando éstos al Señor, y ayunando, dijo el Espíritu Santo: Apartadme a Bernabé y a Saulo para la obra a que los he llamado” (Hch.13:2) Y también el Espíritu Santo indica cuál es la dirección que uno ha de tomar: “Y atravesando Frigia y la provincia de Galacia, les fue prohibido por el Espíritu Santo hablar la palabra en Asia” (Hch.16:6)

¿Se puede entristecer a alguien que carezca de personalidad? ¡Claro que no! En cambio, cuando uno no anda conforme a lo demando por Dios, entonces uno contrista al Espíritu de Dios: “Y no contristéis al Espíritu Santo de Dios, con el cual fuisteis sellados para el día de la redención” (Ef.4:30) ¿Qué dijo Jesús haciendo alusión al Espíritu Santo? “ Mas el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que yo os he dicho” (Jn.14:26)  La conversón a Cristo, no se lleva a cabo por ningún otro medio que no sea por la obra del Espíritu Santo: “Nos salvó, no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino por su misericordia, por el lavamiento de la regeneración y por la renovación en el Espíritu Santo” (Tito 3:5) Y aún nuestro gozo salvífico está en el Espíritu Santo: “Recibiendo la palabra en medio de gran tribulación, con gozo del Espíritu Santo” (1Ts.1:6) Y cuando se trata de orar a Dios: “Pero vosotros, amados, edificándoos sobre vuestra santísima fe, orando en el Espíritu Santo” (Judas 20) ¿Y por medio de quién hablaron los que predicaron el evangelio? “A éstos se les reveló que no para sí mismos, sino para nosotros, administraban las cosas que ahora os son anunciadas por los que os han predicado el evangelio por el Espíritu Santo enviado del cielo” (1Ped.1:12)