LA MANSEDUMBRE.

Juan Bta. García Serna

Introducción.

Consulto unos diccionarios de teología: “La mansedumbre se relaciona estrechamente con la gentileza, la moderación”.  “En el Antiguo Testamento la mansedumbre se destaca como virtud de quienes sufren opresión, estrechez, acusación o privación. Llegó a significar la actitud de sumisión a Dios del hombre o del pueblo que está en tales circunstancias” (véase Núm.12-1 al 3; Sal.34:2). “Característica de la persona que es suave, dulce y humilde; lo opuesto al orgullo. “Una serenidad de espíritu pacífica y humilde, en virtud de la cual el hombre no se deja arrebatar fácilmente de la cólera con motivo de las faltas o de los demás" (Prov.16:32). Una virtud de gran relevancia que si se ignora toda pretensión de cristianismo sería una falacia; esta virtud requiere un análisis serio que afecte a la vida espiritual de cada uno de los que nos consideramos cristianos a través de la gracia de Dios, y por medio de la fe en Cristo Jesús (Ef.2:8 y 9)

“Si el espíritu del príncipe se exaltase contra ti, no dejes tu lugar; porque la mansedumbre hará cesar grandes ofensas” (Ecl.10:4) Si hay un espíritu de ira contra ti, “no dejes tu lugar”. ¿Y cuál es éste?, “la blanda respuesta quita la ira; más la palabra áspera hace subir el furor” (Prov.15:1) ¡Cuántas discusiones que conllevan “ofensas” dejarían de existir, si hubiese un espíritu de pacifismo!: “¿De dónde vienen las guerras y los pleitos entre vosotros? ¿No es de vuestras pasiones, las cuales combaten en vuestros miembros?” (Stg.4:1) En la vida cristiana se quiere un auto control, y no dar lugar a ´enzarzarse´. “Porque la ira del hombre no obra la justicia de Dios” (Stg.1:20) Una reflexión sobre este planteamiento bíblico tiene más relevancia que todo conocimiento cultural e inclusive teológico. ¿De qué vale una religión que practique el espíritu de la ´letra´, y no del ´espíritu´? “porque la letra mata, más el espíritu vivifica” (2Cor.3:6)

“Buscad a Jehová todos los humildes de la tierra. los que pusisteis por obra su juicio; buscad justicia, buscad mansedumbre; quizá, seréis guardados en el día del enojo de Jehová” (Sof.3:3) Sofonías, por inspiración divina, está pensando en el día del juicio final, en el cual los humildes y mansos serán liberados de la ira de Dios. ¿Pero, qué pasará con los que no creen? “El que cree, no es condenado; pero el que no cree, ya ha sido condenado; porque no ha creído en el nombre del unigénito Hijo de Dios” (Jn.3:18) La humildad y la mansedumbre suele estar ausente de las personas que rechazan a Cristo Jesús, e inclusive es una reflexión para todos los que creemos en Cristo Jesús como nuestro Salvador, por la fe en Él. Y nos damos cuenta que esta virtud de ser ´mansos´, no es siempre una praxis. Cuando el apóstol Pablo habla a los cristianos de corintio, les dice: “¿Qué queréis? ¿Iré a vosotros con vara, o con amor y espíritu de mansedumbre?” (1Cor.4:21)

Si hay que corregir en algo, qué utilizamos la “vara” o, “espíritu de mansedumbre”. La respuesta la da el apóstol Pablo: “Hermanos, si alguno fuere sorprendido en alguna falta, vosotros que sois espirituales, restaurarle con espíritu de mansedumbre, considerándote a ti mismo, no sea que tú también seas tentado” (Gál.6:1 comp.2Tm.2:25y 26)  ¡Un espíritu de mansedumbre es lo que uno necesita para exhortar a los demás, y una vida espiritual que sea ejemplo y que el otro pueda imitar, “sobrellevad los unos las cargas de los otros, y cumplid así la ley de Cristo” (Gál.6:2 comp.Ef.4:2) Dentro de las cualidades de un cristiano está la “mansedumbre”  (Col.3:12 comp.1Tm.6:11) ¿Cuál es la exhortación apostólica al cristiano? “Que a nadie difamen, que no sean pendencie ros, sino amables, mostrando toda mansedumbre para con todos los hombres” (Tito 3:2) ¿Qué actitud uno debe de tomar al recibir la palabra de Dios? “Recibid con mansedumbre la palabra implantada, la cual puede salvar vuestras almas” (Stg.1:21) ¿Cómo muestra uno la sabiduría? “¿Quién es sabio y entendido entre vosotros? Muestre por la buena conducta sus obras en sabia mansedumbre” (Stg.3:13) ¿Cómo hemos de defender la palabra de Dios ante los que no creen en el evangelio de Cristo Jesús?: Con santidad y mansedumbre: “Sino santificad a Dios el Señor en vuestros corazones, y estad siempre preparados para presentar defensa con mansedumbre y reverencia ante todo el que os demande razón de la esperanza que hay en vosotros” (1Ped.3:15)

¿A quiénes considera Dios “bienaventurados”, felices o dichosos?: “Bienaventurados los mansos, porque ellos recibirán la tierra por heredad” (Mt.5:5 comp.Sal.37:11) ¿A quiénes salvará Dios?: “Cuando te levantes, oh Dios, para juzgar, para salvar a todos los mansos de la tierra “(Sal.76:9: véase Isaías 11:4) Un texto que señala cuando la ira de Dios se manifieste contra los impíos. Jesús es el ejemplo de manso por excelencia: “Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas” (Mt.11:29 comp.Mt.21:5) ¡Un verdadero descanso para nuestra alma, es el ser humilde y manso! ¿Puede esta virtud de mansedumbre ser generado por uno mismo? ¡Con rotundidad esta mansedumbre es producida por la obra del Espíritu de Dio, como las demás virtudes son “fruto del Espíritu” (Gál.5:22 y 23)
























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