LIBRO DE JOB (Cap.23)
Juan Bta. García Serna
Era tal la amargura del patriarca Job que,
que no podía visualizar con acierto el por qué de su situación; al igual que
puede pasarnos a nosotros cuando surge, de alguna forma el dolor. Y cuando ese
momento llega, qué actitud tomamos, nos resignamos y aceptamos como algo
permitido por Dios, o nos ausentamos de Él dejando a un lado la comunión con
Dios. “¿Quién me diera el saber dónde hallar a Dios?” (v.3) Éste fue un anhelo
que surge en su corazón, pues no desecha el designio de Dios, sino simplemente
quiere hablar y oír a Dios. Creo que es una postura correcta la que tuvo Job,
que al no entender su crítica situación quiere exponérsela a Dios, aunque se
equivocó al decir el cómo hallar a Dios; hemos de entender que Job no tenía
toda la revelación de Dios, que hoy nosotros tenemos de “todo el consejo de
Dios” (Hch.20:27) Job quería exponer su “causa delante de Dios” (v.4) Un gran
ejemplo para el cristiano que, ante Dios debe exponer, abriendo su corazón, y
decirle todo lo que hay en él, pues Dios escucha y responde cuando buscamos la
comunión con Él (Heb.4:16) “Yo sabría lo que él me respondiese, Y entendería lo
que me dijese” (v.5) Cuántas veces Dios, por su palabra nos habla, y en cambio,
la desoímos porque en nuestro ego “sentir” no encaja, ¡demasiada enfática
exhortativa apelando a nuestra cristiana vida!
Hay palabras de Job que son toda una lección:
“Mis pies han seguido sus pisadas, y no me aparte, y su camino guardé” (v.11)
¿Es así en nuestra vida cristiana en la que sus caminos guardamos y de ellos no
nos apartamos? Y si así no lo hiciésemos ¿qué, solución obtendremos cuando nos
asalten situaciones que controlar no podemos? ¡Dejemos a un lado nuestra
apreciada egocéntrica opinión y resolvamos con Dios a nuestro lado toda
conflictiva situación! ¿Y cuál sería la razón?: “Él, pues, acabará lo que ha
determinado en mí”, o sea, en Job (v.14) ¡En la vida de un cristiano no existen
las ´casualidades´, sino los sabios designios del Dios! Una gran fortaleza
esperanzadora que aún nos acerca más a Dios, sabiendo que todo lo que en
nuestra vida suceda está controlado por Dios. ¿Así lo crees? ¡Entonces glorifica
a Dios, y espera que Él intervenga sea cual sea tu situación! Y como dijo el
patriarca Job, que fue “turbado por el (Dios) Omnipotente” (v.16)
No obstante, Job, aun sabiendo esto, no
entro en un abandono de Dios, sino que se mantuvo firme en su aflicción, y en
Dios encomendaba su dolor y crítica situación. ¿Hay alguien que quiera pasar por la situación de Job? ¡Creo que
no! No obstante, también hay otras circunstancias que por el hecho
de ser cristianos de ellas exentos no estamos. ¡No culpabilicemos a Job, como
hicieron sus ´supuestos´ amigos, que fueron incapaces de otorgar consolación,
aunque se consideraban ´sabios´, expertos en los designios de Dios, eran
realmente ignorantes en aplicar el método de empatía hacia el sufrimiento de
Job. ¡Una aplicación teológica que no conlleve compasión, no es teología, sino
mala interpretación! La auténtica enseñanza bíblica siempre acarreará bendición
cuando se obedece a Dios de todo corazón, y si hay desobediencia a la palabra
de Dios, entonces no esperes lo mejor. Una de las cualidades inherentes en Dios
es su AMOR, pero éste no está exento de castigo al no ARREPENTIDO pecador, así
que lo que le espera es el JUSTO juicio de Dios.
Que consolador es saber que, como hijos de DIOS podemos descansar en su cuidado ,en JESÚS , nos aguarda un amanecer nuevo y brillante.
ResponderEliminarA. su nombre GLORIA.