LIBRO DE JOB (Cap.22)

Juan Bta. García Serna

Job es acusado abiertamente de que “por cierto tu malicia es grande, Y tus maldades no tienen fin” (v.5) Y aunque, el amigo de Job esgrime sus argumentos para justificar su acusación, los cuales no responden con exactitud al referirse a Job. Una acusación malsana no edifica, sino que empeora la situación por la que estaba pasando el patriarca Job. Así sucede cuando se actúa sin ninguna empatía ni conmiseración hacia el que tiene su dolor. ¿Por qué somos tan propensos a dar a cada situación una solución sin razón? El amigo de Job estaba muy perdido en lo que respecta a tener el don de consolador. Un consejo quiero expresar: Si consuelo no puedes dar, entonces no te entrometas en los problemas de los demás, y si lo haces sin duda, más que ayudar, perjudicarás. ¿Quieres dañar o ayudar?

El amigo de Job cree que éste había perdido la comunión con Dios, y por ello, también su paz, así que le dice: “Vuelve ahora en amistad con él, y tendrás paz” (v.21) Una verdad, que no correspondía al caso de Job, pero sí la a todos aquellos que en sus vidas han ausentado al Dios de cual proviene la paz. Jesús dijo: “La paz os dejo, mi paz os doy” (Jn.14:27), y ésta es el resultado de la amistad con Dios, que se trasluce en una auténtica vida de comunión con Dios. ¡Volvámonos a Dios, es Él y no ninguna ora circunstancia la que nos proporciona la paz con Dios! ¿Sientes la paz de Dios en tú interior, porqué estás buscándola en la comunión con Dios? Te aseguro que el ser religioso, donde esté ausente la palabra de Dios, no pienses que tal o cual creencia te llevará a experimentar la verdadera paz con Dios, ya qué se consigue de manera exclusiva orando y leyendo las enseñanzas que están reveladas en la Palabra de Dios: “Toma ahora la ley (la de Dios) de su boca, Y pon sus palabras en tu corazón” (v.22) 

Una enseñanza de gran valor en lo que afecta a la edificación es: “Si te volvieres al Omnipotente, serás edificado; Alejarás de tu tienda la aflicción” (v.23) Y sin duda, aunque ella venga, de seguro que tendrás de Dios la auténtica consolación, porque Dios nunca abandona a los que en Él se apoyan, sea cual sea la situación por la cual estés pasando, y siempre tendrás a tu lado al Señor. Quien dijo: “oraras a Él, y Él te oirá” (v.27) ¡Una de las experiencias más gloriosas es que Dios escuchará tú oración, y Él te responderá! Y en aquellos momentos cuando en tu camino haya oscuridad, entonces la luz de Dios “sobre tus caminos resplandecerá” (v.28) Hay una condición que no debes olvidar que, “al humilde de ojos Dios salvará” (v.29) los de ojos altivos, lo dice claramente las Sagradas Escrituras, Él rechazará, en cambio, a los humildes de corazón, Dios siempre a su lado los tendrá, y escuchará sus plegarias y en su momento sus oraciones contestadas serán; siempre que cuentes con su perfecta y divina voluntad. ¡Lee con reflexión la palabra de Dios, y verás que así será! Hay muchas de sus bendiciones que nos perdemos ¿y cuál la razón será?  porque obviamos la escala de valores espirituales que Él demandó que en nosotros deberían estar. ¡Y si así no fuese, entonces no esperemos una paz que nunca llegará, aunque la busquemos en todo lo que el mundo generosamente te ofrecerá, y te aminara a tomar, pero ello será tu infelicidad! (1Jn.2:15 al 17)

 

 



 

Comentarios

  1. SEÑOR , ayúdame a pensar siempre antes de hablar


    Gracias Juan Bautista

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    Respuestas
    1. Gracias a usted. Su petición al Señor será contestada: "Y antes que clamen, responderé yo; mientras aún hablan, yo habré oído" (Is.65:24)

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