LA VIRGEN MARÍA.

Juan Bta. García Serna

Introducción.

Uno debe recurrir a lo que las Sagradas Escrituras enseñan respecto a la virgen María, ya que no se trata de lo que cualquiera denominación religiosa crea al respecto. Hay que consultar la Biblia, pues de lo contario nos perderemos en opiniones que suelen ser tradiciones, y las tales no tienen ningún apoyo en la palabra de Dios, la cuál debería ser nuestra guía en todo lo que atañe a la fe y a la conducta. ¿Será insuficiente lo que Dios ha revelado en cuanto a la virgen María? ¿Por qué añadir o quitar a lo que está escrito de manera inspirada e infalible? ¿Qué dirá nuestro Señor cuando invalidamos lo que está escrito en aras de tradiciones humanas? Jesús tuvo que reprender a los religiosos judíos que habían añadido, y mal interpretado las Sagradas Escrituras del Antiguo Testamento. Cuando nos acercamos a la palabra de Dios hemos de hacerlo con ´temor y temblor, ya que se debe escuchar toda la enseñanza que Dios quiso que quedase escrita para la posteridad, y así también todo lo que está escrito en el Nuevo Testamento. En lo que respecta a la virgen María unos la han elevado excesivamente, en cambio, otros no se han preocupado de hablar de lo que las Sagradas Escrituras enseñan respeto a la virgen María.

1º. Fue una mujer escogida por Dios, según el profeta Isaías, ¡y esto dice mucho!  “Por tanto, el Señor mismo os dará señal: He aquí que la virgen concebirá, y dará a luz un hijo, y llamará su nombre Emanuel” (Is.7:14, véase Mt.1:13) ¡Dios habló y se cumplió! 2º. Fue una mujer cuya fe se apoyó en Dios su Salvador: “Y mi espíritu se regocija en Dios mi Salvador” (Lc.1:47) Al igual que todo ser humano la virgen María tuvo necesidad de un Salvador, así es como ella lo expresó en este texto bíblico. 3º. Fue una mujer cuya humildad es evidente: “Porque ha mirado la bajeza de su sierva; pues he aquí, desde ahora me dirán bienaventurada todas las generaciones” (Lc.1:48) Esta actitud humilde de la virgen María debería sensibilizar, y sacudir todo egocentrismo, y como dijo Jesús: “Aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón y hallaréis descanso para vuestras almas” (Mt.11:29)

4º. Fue una mujer reflexiva respecto a la vida espiritual: “Pero María guardaba todas estas cosas, meditándolas en su corazón” (Lc.2:10) Una reflexión meditativa no es igual que una lectura informativa, la cual que penetrará en el corazón, como lo hará una seria meditación de lo que enseñan las Sagradas Escrituras. 5º. Fue una mujer cuya obediencia a la voluntad de Dios fue manifiesta: “Entonces María dijo: “He aquí la sierva del Señor; hágase conmigo conforme a tu palabra” (Lc.1:38) ¡Cuál difícil sería para ella, en aquel tiempo, estar embarazada sin haberse casado! Sin embargo, aunque no fuese comprendida, ella estaba dispuesta a que la voluntad de Dios ocupase la prioridad en su vida cristiana. 6º. Fue una mujer bendecida por Dios, según el testimonio angelical: “Y entrando el ángel en donde ella estaba, dijo: ¡Salve, muy favorecida! El Señor es contigo; bendita tú entre las mujeres” (Lc.1:28) ¡Qué salutación de tanto calado de espiritualidad! ¿Quién no quisiera escuchar estas palabras que proceden de Dios?

7º Fue una mujer que, a los que servían en las mesas, en una boda, y había faltado el vino, les dijo a los sirvientes: "Haced todo lo que os dijere" (Jn..2:5, véase el contexto anterior y posterior a este texto bíblico Juan 2: 1 al 12) Y es de interés el saber que la madre de Jesús, hizo lo correcto, lo mismo que cada cristiano debe hacer, o sea, decir a la gente que recurra a lo que Cristo Jesús diga, y también a su enseñanza.  8º. Fue una mujer de oración, que juntamente con los discípulos y otras mujeres estaba reunida en el aposento alto, dedicado en ese momento, para orar como congregación: “Todos éstos perseveraban unánimes en oración y ruego, con las mujeres, y con María la madre de Jesús” (Hch.1:14) La oración no debe constituir un ´rezo´, sino un diálogo con Dios. ¡Ésta fue la última alusión a la virgen María que consta en el Nuevo Testamento, así que cualquiera otra enseñanza no sería Biblia, sino Tradición!