Juan Bta. García Serna
INRODUCCIÓN.
Dos cuestiones que quiero responder de acuerdo a lo que enseñan las
Sagradas Escrituras. Hay una diferencia abismal entre lo que es ´espiritualización´
y lo que significa vida espiritual; el primero, “que tendrán apariencia de piedad,
pero negarán la eficacia de ella; a éstos evita” (2Tm.3:5), y el segundo, “confiamos
en que tenemos buena conciencia, deseando conducirnos bien en todo” (Heb.13:18)
Pablo, el Apóstol, define bien a estas dos clases de personas: “Pero el hombre
natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son locura,
y no las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente” (1Cor.2:14)
Lo que significa que hay un hombre “natural” que es incapaz de discernir las
cosas que son de Dios, y que hay otro que sí puede discernirlas en razón de su vida
espiritual, es decir, de su auténtica comunión con Dios. Al entrar en una
comprensión de la vida espiritual, según la Biblia, tocamos un aspecto de la cercanía
de Dios en nuestra vida, la cual nos lleva a ser partícipes de Jesús en su
gloria y padecimiento: “A fin de conocerle, y el poder de su resurrección, y la
participación de sus padecimientos, llegando a ser semejantes a él en su muerte”
(Fil.3:10) "Porque Dio, que mandó que de las tinieblas resplandeciese la luz, es el que resplandeció en nuestros corazones, para iluminación del conocimiento de la gloria de Dios en la faz de Jesucristo" (2Cor.4:6)
¿CÓMO SE OBTIENE?
Si uno quiere obtener vida espiritual, ésta emana de un saber y
experimentar la palabra de Dios: ¿Cuál fue la oración intercesora de Jesús al Padre?
“Santifícalos en tu verdad; tu palabra es verdad” (Jn.17:17) Si no hay una vida
santificada, tampoco hay vida espiritual. ¿Cuál es la voluntad de Dios? “Pues
la voluntad de Dios es vuestra santificación” (1Ts.4:3) ¿Será posible tener
comunión con Dios sin experimentar santidad? “Seguid la paz con todos, y la
santidad, sin la cual nadie vera al Señor” (Heb.12:14) ¿Quién nos santifica? “Y
el mismo Dios de paz os santifique por completo; y todo vuestro ser, espíritu,
alma y cuerpo, sea guardado irreprensible para la venida de nuestro Señor Jesucristo”
(1Ts.5:23) Así que, cuál ha de ser nuestro fruto ante Dios- “Mas ahora que
habéis sido liberados del pecado y hechos siervos de Dios, tenéis por vuestro
fruto la santificación, y como fin, la vida eterna” (Ro.6:22) ¿En qué consiste
el llamado de Dios? “Pues no nos ha llamado Dios a inmundicia, sino a santificación”
(1Ts.4:7) ¿Cómo hemos de ser santos? “Sino como aquel que os llamó es santo,
sed también vosotros santos en toda vuestra manera de vivir” (1Ped.1:15) ¿Con
qué finalidad nos escogió Dios? “Según nos escogió en él antes de la fundación del
mundo, para que fuésemos santos y sin mancha delante de él” (Ef.1:4) Una vida
de santificación entra dentro de un proceso: “Así que, amados, puesto que
tenemos tales promesas, limpiémonos de toda contaminación de carne y de
espíritu, perfeccionando la santidad en el temor de Dios” (2Cor.7:1)
Hay unas reflexiones que uno debe puntualizar y las cuales nos
llevan a una vida espiritual, y por consiguiente, a la santidad demandada por
Dios: ¿Cuáles son? UNA VIDA DE ORACIÓN. ¿Qué dijo Jesús? “Vino luego y
los halló durmiendo; y dijo a Pedro: Simón, ¿duermes? ¿No has podido velar una
hora? Velad y orad, para que no entréis en tentación; el espíritu a la verdad
está dispuesto, pero la carne es débil” (Mr.14:37 y 38) Jesús enseñó una parábola
sobre “la necesidad de orar siempre y no desmayar” (Lc.18:1) ¿Cuál fue el
ejemplo de Jesús? “Levantándose muy se mañana, siendo aún muy oscuro salió y se
fue a un lugar desierto, y allí oraba” (Mr.1:35) ¿Qué dijo Jesús respecto a la
oración? “Mas tú, cuando ores, entra en tu aposento, y cerrada la puerta, ora a
tu Padre que está en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará” (Mt.6:6)
¿Cuál era la práctica de los primeros discípulos de Jesús? “Todos éstos perseveraban
unánimes en oración y ruego, con las mujeres, y con María la madre de Jesús, y
con sus hermanos· (Hch.1:14) ¡Una vida espiritual no puede prescindir de
constancia en la oración! Una verdad insoslayable es el contexto ajetreado en
el que vivimos, pero el cristiano, si lo es, tiene el deber para su crecimiento
espiritual, sacar tiempo para dedicarlo a la oración, y si no fuese así, el
crecimiento espiritual estará estancado, y de poco, o nada, podrá servir a la
causa de Cristo Jesús, si falta este elemento imprescindible ORAR.
UNA VIDA DE LECTURA BÍBLICA. ¿Qué dijo Jesús? Escudriñad las Escrituras; porque a vosotros os
parece que en ellas tenéis la vida eterna; y ellas son las que dan testimonio
de mí” (Jn.5:39) ¿Qué dijo el Apóstol Pablo al joven Timoteo? “Y que desde la
niñez has sabido las Sagradas Escrituras, las cuales te pueden hacer sabio para
la salvación por la fe que es en Cristo Jesús” (2Tm.3:15) ¿Qué dijo Dios a
Josué? “Nunca de apartará de boca este libro de la ley, sino que de día y de
noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él
está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien”
(Josué 1:8) ¿Y qué dice el salmista? “Sino que en la ley de Jehová está su
delicia, y en su ley medita de día y de noche. Será como árbol plantado junto a
corrientes de aguas, que da su fruto en su tiempo, y su hoja no cae; y todo lo
que hace, prosperará” (Sal.1:2 y 3) ¿Qué es lo que realmente nos lleva a
conocer la verdad de Dios? “Y éstos eran más nobles que los que estaban en
Tesalónica, pues recibieron la palabra con toda solicitud, escudriñando cada
día las Escrituras para ver si estas cosas eran así” (Hch.17:11) Jesús utilizó
las Escrituras del Antiguo Testamento ante unos discípulos que iban camino de
Emaús: “Y decían el uno al otro: ¿No ardía nuestro corazón en nosotros,
mientras nos hablaba en el camino, y cuando nos abría las Escrituras?” (Lc.24:32)
¿Cuál fue la enseñanza de Jesús? “Y comenzó desde Moisés, y siguiendo por todos
los profetas, les declaraba en todas las Escrituras lo que de él decía” (Lc.24:27)
Jesús dijo a los religiosos: “Así habéis invalidado el mandamiento de Dios por vuestra
tradición” (Mt.15:6) “Entonces respondiendo Jesús, les dijo: Erráis, ignorando
las Escrituras y el poder de Dios” (Mt.22:29) ¡Cuidado con tradiciones que anulan las Sagradas Escrituras! Pedro, el Apóstol, fue enfático al respecto: "Si alguno habla, hable conforme a las palabras de Dios" (1Ped.4:11)
Gracias Juan, por este artículo tan precioso y hermenéuticamente perfecto. Siempre he dicho que Dios no es religión, sino relación y ésta se deriva de una comunión a solas con el Señor, pues somos habitados por Él, como dijo el Apóstol Pablo en Hechos 17.28:"En él somos, nos movemos y existimos". El dedo que apunta a la Luna, no es la Luna, igualmente la religión es el dedo que apunta a Dios, pero la religión no es Dios, por tanto no hemos de quedarnos en el rito, en la ceremonia, en lo parafernalia , en lo ostentoso..., etc., porque a Dios no hay que buscarlo fuera de nosotros, porque somos su verdadero Sagrario, por tanto Él nos habita; Él es la vida que experimentamos en nosotros; Él es nuestro respirar; Él es la vida, la raíz que nos sustenta, que nos vivifica, por tanto, apartados de Él, solo tenemos una vida aparente, pero nuestro fin es muerte fuera de Él, como una rosa que se acaba de cortar del rosal, en ese mismo momento aunque se exhiba bella, lozana, con fragancia...etc., comienza a morir, porque separada de su raíz no puede subsistir; en Juan 15.5, nos dice el Señor "Yo soy la vid, vosotros los sarmientos; el que permanece en mí y yo en él, ese da mucho fruto, porque separados de mí nada podéis hacer" y nosotros igualmente tenemos nuestras raíces en Dios y si somos cortados de Él, comenzamos a morir, porque sin Dios nada podemos hacer.
ResponderEliminarUn día una persona me dijo que sabía que tenía un alma, a lo que le contesté que no era así, porque nosotros no somos el cuerpo, somos el alma, y tenemos un cuerpo, y además un espíritu
con el que a través del alma nos podemos conexionar con Dios. Hay muchísimas personas que están esclavizadas en la religiosidad propiamente dicha y se pierden la comunión con el Señor.
Sí efectivamente, como nos dice nuestro Señor: “Mas tú, cuando ores, entra en tu aposento, y cerrada la puerta, ora a tu Padre que está en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público” (Mt.6:6).
Dios te bendiga.
Blas Molina Cantero
Buenos días, Blas Molina, aunque con retraso, quiero expresarte mi gratitud por tus comentarios a algunas de mis reflexiones bíblicas. Te animo a seguir haciéndolo.
ResponderEliminarUn abrazo,
JB
MIIIL GRACIAS AMADO HERMANITO, LE SALUDO CALIDAMENTE EN EL AMOR DE JESUS DESDE CUBA, DIOS LE USE AUN MAS CON PODER PARA QUE SIGA ESPANDIENDO SU MINISTERIO, GRACIAS GRACIAS POR COMPARTIR SU ESCRITO, MINISTRO A MI VIDA PODEROSAMENTE. POR FAVOR NO DEJE DE COMAPRTIRLO Y MUCHO CON LOS JOVENES!!! MI CANAL DE YOU TUBE PARA QUE ME APOYE SE LLAMA: EXPRESIÓN JUVENIL CON RONNY PUENTES.. GRACIAAAS
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