LIBRO DE JOB (Cap.16)
Juan Bta. García Serna
Job responde a la represión de que sus
amigos “consolares molestos sois”, y que sus “palabras vacías”, que no aportan
consuelo alguno a Job (vs.2 y 3) Job les dice que él también podría hablar como
ellos si estuviesen en su condición, “yo podría hilvanar contra vosotros
palabras”, peo sin “alentar, ni apaciguar vuestro dolor” (vs.4 y 5) Si de
verdad quieres aconsejar adentrarte, en lo posible, en el dolor y en la
aflicción de los demás. ¡Huye de salir ´airoso´ pensando que tus palabras
´huecas y vacías´ llevarán consuelo y ánimo al que afligido está! Tú éxito no
estará en lo que dices, sino en tu empatía de acercamiento, oír con atención, y
reflexionar en cuanto a las palabras que debes expresar ante los que están
pasando por circunstancias difíciles y darles palabras de efectiva consolación.
“Si hablo, mi dolor no cesa; y si dejo de
hablar, el dolor no se aparta de mí” (v.6), y es cuando ´azota´ el dolor muy
pocos son los verdaderos con soladores que aciertan a mitigar la aflicción, y
la cuestión es que por uno mismo es incapaz de salir de su situación. Al que en
Dios creyó, como fue en el caso del patriarca Job, los avatares del sufrimiento
podrán venir, pero al igual que el patriarca Job, se apoyará firmemente en la
confianza en su Dios. Ciertamente, es cuando el dolor nos toma y nos llena de
aflicción, que mostramos hasta que, punto nuestra fe en Dios, no es vacía de
contenido, sino fortaleza en el Señor. Cuando todo va bien, qué fácil es la
vida cristiana, la cual no aporta ningún tipo grave de aflicción, pero si las
cosas son adversas, dónde está tu confianza sincera en Dios.
Job habla de un antes y un después en su
aflicción: “Próspero estaba, y me desmenuzó, me arrebató y me despedazó” (v.12)
Job se estaba refiriendo a la prueba que Dios al diablo permitió que se le
hiciese a Job. Y nos preguntamos ¿Por qué, siendo Job un “hombre justo y
temerosos de Dios”, tuvo que padecer tanta aflicción? Si todo lo
entendiésemos entonces seríamos iguala a Dios, pero nuestros
pensamientos no son los de Dios; leamos lo que el profeta Isaías dijo
atendiendo a esta razón:
“Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo Dios” (Is.55:8) Por tanto, en todo padecimiento hemos de creer con plena certeza que en todo ello hay un plan perfecto y divino de parte de Dios, y que éste es sabio y nos guía a la santificación, a una vida de auténtico compromiso con el Señor, ¡claro si aceptamos su corrección y sabia dirección!
¿Entendía Job el por qué su sufrimiento,
¡creo que no! “Mi rostro está inflamado con el lloro, y mis párpados
entenebrecidos, a pesar de no haber iniquidad en mis manos, y de haber sido
pura mi oración” (v.s.16 y 17) ¡Este fue su clamor!, pero al mismo tiempo sabe
que en “los cielos está su testigo observador, y su testimonio en las alturas”,
donde está morando Dios (v.19) Una altura de miras caracterizaba a Job, ya que
su situación no estaba solamente con él, sino también en los cielos, y
observada por el omnisciente Dios, donde está ubicada la morada y el trono del
Señor.
¡Oh alma mía, sea cualquiera la situación
por la que haya de pasar yo, pueda pensar como Job, que en las alturas de
los cielos está mi Salvador y que está conmigo en la aflicción! “Disputadores
son mis amigos; Más ante Dios derramaré mis lágrimas” de aflicción (v.20) “Mis
años contados están y no volveré” (v.22) Así será todo ser humano que dejará
esta tierra para no volver, ya que en la eternidad habrá cielos nuevos y tierra
nueva y ésta de aquí y ahora dejará de ser (Ap.21:1) ¿Dónde irás tú cuando este
mundo dejes y en la eternidad te adentres, sepas que solamente hay cielo e
infierno, según señalan las Sagradas Escrituras, y a uno u otro de estos
lugares irán todos los humanos cuando salgamos de este mundo, habiendo dejado
de ser, ya que la muerte nos separa para siempre de él, pero si somos
cristianos, la esperanza de estar con Cristo en los cielos una realidad
es. ¿En qué momento te encuentras en tu relación con Dios, porque de ello
dependerá tu salvación o no?, ¡así lo anuncia claramente la Biblia, el cual es
el Único Libro por inspirado por Dios, y no acudas a otra fuente que obtendrás
confusión!
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