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LA CREACIÓN DE DIOS

J uan Bta. García Serna EL DIOS CREADOR SEGÚN LA BIBLIA "En el principio creó Dios los cielos y  la tierra.  Y la tierra estaba desordenada y vacía, y  las tinieblas estaban sobre la faz del  abismo, y el Espíritu de Dios se movía sobre la faz de las aguas. Y dijo Dios: Sea la luz; y fue la luz. Y vio Dios que la luz era buena; y separó Dios la luz de las tinieblas. Y llamó Dios a la luz Día, y a las tinieblas llamo Noche. Y fue la tarde y la mañana un  día.  Luego dijo Dios: Haya expansión en  medio de las aguas, y separe las aguas de las aguas. E hizo Dios la expansión, y separó las  aguas que estaban debajo de la expansión, de las aguas que estaban sobre la  expansión. Y fue así. Y llamó Dios a la expansión Cielos. Y fue la tarde y la mañana el día segundo. Dijo también Dios: Júntense las aguas que están bajo de los cielos en un lugar,  y descúbrase lo seco. Y fue así. Y llamó Dios a lo seco Tierra, y a la  reunión de las aguas llamó Mares. Y vio Dios que era bueno. Después dij

PARÁBOLA DEL SEMBRADOR

Juan Bta. García Serna Jesús habló de una parábola, y Él mismo explicó su significado a los discípulos. PARÁBOLA “Otra vez comenzó Jesús a enseñar junto al mar, y se reunió alrededor de él mucha gente, tanto que entrando en una barca se sentó en ella en el mar; y toda la gente estaba en tierra junto al mar. Y les enseñaba por parábolas muchas cosas, y les decía en su doctrina: Oíd: He aquí, el sembrador salió a sembrar; y al sembrar, aconteció que una parte cayó junto al camino, y vinieron las aves del cielo y la comieron. Otra parte cayó en pedregales, donde no tenía mucha tierra; y brotó pronto, porque no tenía profundidad de tierra. Pero salido el sol, se quemó, y porque no tenía raíz, se secó. Otra parte cayó entre espinos; y los espinos crecieron y la ahogaron, y no dio fruto. Pero otra parte cayó en buena tierra, y dio fruto, pues brotó y creció, y produjo a treinta, a sesenta, y a ciento por uno. Entonces les dijo (a las gentes que le escuchaban): El que tiene oídos para o

EL ESPÍRITU SANTO

Juan Bta. García Serna EL ESPÍRITU SANTO EN LA  EXTENSIÓN DEL EVANGELIO Un tema, a mi entender, imprescindible abordar en las congregaciones evangélicas, ya que los textos bíblicos abundan sobre el ministerio del Espíritu Santo en la iglesia primitiva. Señalaré algunas de las funciones que lleva a cabo el Espíritu Santo en la vida de los creyentes, y para ello, lo corroboró con la enseñanza clara de las Sagradas Escrituras. Serán unas puntuaciones, y no un estudio exhaustivo lo que expondré, pero sí una reflexión. Al ser una variedad la labor del Espíritu Santo me limitaré a una escueta explicación. Algo que dejo claro es que, todo converso ha sido sellado por el Espíritu Santo como garantía de su salvación: “En él vosotros, habiendo oído la palabra de verdad, el evangelio de vuestra salvación, y habiendo creído en él, fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la promesa, que es las arras de nuestra herencia hasta la redención de la posesión adquirida, para alabanza de su gloria"

UN DISCÍPULO DE JESÚS

  EL VERDADERO DISCIPULADO Por William Mc Donald 1º Un amor supremo por Jesucristo. “Si alguno viene a mí, y no aborrece a su padre, y madre, y mujer, e hijos y hermanos y hermanas, y aún también su propia vida, no puede ser mi discípulo” (Lc.14:26) Esto no significa que debamos tener animosidad o mala voluntad en nuestros corazones hacia nuestros familiares, pero sí quiere decir que nuestro amor a Cristo debe ser tan grande que, en comparación, todos los amores sean menores. En realidad, la parte más difícil de este pasaje es la expresión, “y aún también su propia vida”. Amor propio es uno de los más persistentes obstáculos para el discipulado. Y hasta que no estemos dispuestos, por nuestra propia voluntad, a poner nuestras vidas a Su disposición, no estaremos en el lugar donde Él nos desea. 2º Una negación del “yo”. “Si alguno quiere ver en pos de mí, niéguese a sí mismo” (Mt.16:24).  Negación del yo no es lo mismo que la abnegación. Lo último significa privarse de algu

COMENTARIO AL APOCALIPSIS (1:1-3)

Juan Bta. García Serna Un comentario exegético al libro del Apocalipsis, y lo hago utilizado un gran libro que tiene en cuenta el texto griego, pero, por su extensión, me limito a exponerlo de manera resumida para los lectores de mi blog, quiénes pueden adquirir el libro. Sería de gran utilidad consultar los textos bíblicos que se incluyen en este análisis del libro revelador de Apocalipsis. Don Samuel Pérez Milos APOCALIPSIS (Cap.1:1-3)                    1. La revelación de Jesucristo, que Dios le dio, para manifestar a sus siervos las cosas que deben suceder pronto; y la declaró enviándola por medio de su ángel a su siervo Juan. Juan comienza su escrito estableciendo para él la categoría de revelación. Con este sustantivo se abre el texto. Siendo el primer nombre en la primera cláusula, el valor es incuestionable en el griego, enfatizando la condición del escrito, como una revelación que se va a comunicar. El término griego tiene el sentido de descubrir, desvelar, expre

BIBLIA Y PROFECÍAS

Juan Bta. García Serna LOS EVANGELIOS  HACEN ALUSIÓN A LAS PROFECÍAS (1ª)   Así que lo que haré será citar los textos bíblicos del Nuevo y Antiguo Testamento y el lector reflexione al respecto, ya que no haré un comentario de cada parte citada profética, pues quiero que el lector lo haga por sí mismo, yendo a la Sagrada Escritura y, pensando en su lectura, y pueda sacar sus propias conclusiones según el texto sagrado. Al ser muchas las profecías cumplidas lo haré en partes, o secciones, con la finalidad de que no sean demasiado largas, y de esta manera se puedan asimilar mejor por el lector. "Tenemos también la palabra profética más segura, a la cual hacéis bien en estar atentos como a una antorcha que alumbra en lugar oscuro, hasta el día esclarezca y el lucero de la mañana salga en vuestros corazones” (2º Pedro 1:19) “Porque la profecía nunca fue traída por voluntad humana, sino que los hombres hablaron de parte de Dios impulsados por el Espíritu Santo” (2ª Pedro 1:21)   A

"TESTIGOS DE JEHOVÁ"

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                                                                                 Ref.. "Restauración", 1979