AMOR DE DIOS
Juan Bautista García serna
“Porque tanto amó Dios al mundo, que le dio su unigénito Hijo, para que todo el que crea en El no perezca, sino que tenga vida eterna” (Evangelio San Juan 3:16)
(1) “Porque tanto amó Dios al mundo”, u otra versión: “Porque de
tal manera amó Dios al mundo”. Al expresar “de tal manera”, lo que quiere decir
es que, se trata de un amor infinito, sobrepasa todo entendimiento humano: “ Y
de conocer el amor de Cristo que excede a todo conocimiento” (Epístola a los
Efesios 3:19) La expresión “mundo”,
indica que no hay acepción alguna: “Porque no hay acepción de personas para con
Dios” (Epístola a los Romanos 2:11) Así que, el verdadero cristiano debe tener
en cuenta la enseñanza bíblica: “Pero si hacéis acepción de personas, cometéis
pecado, y quedáis convictos por la ley como transgresores” (Epístola de
Santiago 2:9)
(2) “Que le dio su unigénito Hijo”, o “que ha dado a su Hijo
unigénito”. Un amor en acción. Jesús habló varias veces, a los discípulos,
respecto al padecimiento y crucifixión, ya que así, cumpliría el plan del Padre
para redimir al mundo: “Y casi todo es purificado, según la ley, con sangre; y
sin derramamiento de sangre no se hace remisión” (Epístola a los Hebreos 9:22) Jesús
derramó su sangre en el Gólgota para remisión de nuestros pecados: “Y la sangre
de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado” (1ª de Juan 1:7) “Al que nos amó, y nos lavó de nuestros
pecados con su sangre” (Apocalipsis 1:5) Jesucristo “se presentó una vez para
siempre por el sacrificio de sí mismo para quitar de en medio el pecado”
(Epístola a los Hebreos 9:26)
(3) “Para que todo el que crea en Él no perezca”; o “para que
todo aquel que en él cree, no se pierda”; está señalando de que hay una
perdición que, apunta al después, o sea, al final de la vida: “Y de la manera
que está establecido para los hombres que mueran una sola vez, y después de
esto el juicio” (Epístola a los Hebreos 9:27) Jesús dijo: “De cierto, de cierto
os digo: El que oye mi palabra, y cree al que me envió, tiene vida eterna, y no
vendrá a condenación, más ha pasado de muerte a vida” (Evangelio San Juan 5:24)
Según Jesús hay perdición y salvación: “E irán éstos al castigo eterno, y los
justos a la vida eterna” (Evangelio San Mateo 25:46) ¿A dónde irás? Sin lugar a
dudas, es una pregunta crucial, ya que estamos aquí de paso.
(4) “Sino que tenga vida eterna”, o “más tenga vida eterna”. Jesús está hablando de lo atemporal, infinito y eterno, y esto será por igual al que se pierde como al que se salva. Las Sagradas Escrituras no dejan ninguna duda de quienes entrarán en el cielo, y quienes estarán en el infierno, es cuestión de que indagues por ti mismo; no obstante, el texto bíblico al que hemos hecho alusión, y otros anexos, deberían hacernos reflexionar respecto al tema en cuestión. Jesucristo dijo: “Escudriñad las Escrituras; porque a vosotros os parece que en ellas tenéis la vida eterna; y ellas son las que dan testimonio de mí; y no queréis venir a mí para que tengáis vida” (Evangelio San Juan 5:39-40) Jesús dijo: “Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí” (Evangelio San Juan 14:6)
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