CÓMO EDUCAR UN NIÑO PARA DIOS

Juan Bta. García Serna

He recopilado estos consejos de “Cómo educar un niño para Dios”. Creo que en esta materia de educar a los hijos hay bastante deficiencia y cuanto más se pueda aportar al respecto, sin duda, será de mucha ayuda a los padres que todavía tienen niños, y edades de adolescentes, e inclusive jóvenes. Todo el tiempo que se invierta en la educación de los hijos, sea al nivel que sea, especialmente en llevarle a la fe en Cristo Jesús., y procurar su madurez espiritual, será un tiempo muy bien aprovechado y dará, sin lugar a dudas, su resultado. Siempre estarán agradecidos a sus padres por su labor de educadores. ¡No descuides este valioso tiempo que Dios os dada para que en la escala de valores estén ellos! Os animo a que estos consejos estén presentes en la educación de vuestros hijos/as. 

“E.C”. Noviembre – Diciembre, 1987

Las reglas de oro son:

1) "Orar por tú niño aún antes de que nazca. Eres responsable de prepararle para esta vida y la próxima. 2) Asegúrate que sepa exactamente lo que esperas de él. La mayor parte del libro de Proverbios son consejos específicos de un padre a su hijo. 3) No tengas miedo de decir “no”, y mantente firme en tu decisión. Ayúdale a ser responsable, adminístrale disciplina justa, amorosa, inmediata y de forma consistente. Haz que él sepa que le aceptas y que es importante para ti.  4)   Intenta llevarle a un conocimiento personal de la obra salvífica de Cristo. Consigue comunicar con él para que puedas ganarle para Dios. 5) Trátale como una persona que está creciendo y madurando, y no simplemente como una persona. El trabajo de educar a los niños es un proceso que lleva años en completarse. 6)   Mantén la práctica de leer juntos la Biblia y orar, pero practica lo que profesas. Tus hijos aprenderán más observando tu ejemplo, que escuchando tus palabras.7) Cuando tenga problemas, o sea un problema él mismo, no reacciones bruscamente ni pierdas el control. No le grites ni levantes la voz.

8) Preocúpate más de las actitudes y el carácter cristiano que de sus progresos deportivos, su ropa, belleza física o su inteligencia. 9) Dale la oportunidad para tomar decisiones cando se plantea asuntos importantes. Tu meta ha de ser llevar a tu hijo a la madurez en Cristo y no a la dependencia de ti. 10) Celebra conferencia en familia don de podéis discutir cuestiones como vacaciones, los colegios, los trabajos casaros, los tiempos devocionales, y otros proyectos de la familia. 11) Comunícale optimismo y esperanza. Nunca sugieras que le has dejado por imposible, y que estás designado a que sea un fracaso.

12) Busca ocasiones de alabarle. Exprésale tu aprecio frecuentemente con palabras y hechos. Un cuidado amoroso y atento expresa espontáneamente lo que siente por él. 13) Nunca debes reñirle delante de los demás. No le amenaces ni asegures nada que no tengas intención de cumplir. 14) Cuando te equivoques con él, admítelo pídele perdón. 15) Pregúntale su parecer, conócelo siempre en todos los aspectos y discusiones familiares. 16) Haz que sea fácil acudir a ti con sus problemas y preocupaciones. Aprende a escucharle. Cuando te necesite, préstale toda tu atención. No adivines lo va a decir ni e precipites a interrumpirle con críticas no consejos. 17) Ensénale en el camino donde debe andar, y cuando sea viejo no se apartará de él".

(Adaptado de “Como educar un niño para Dios”, de Wayne Mack. Reformation Today, no.29, enero 1976 y publicado en Evangelical Times, marzo 1987)